Te Atrapé...

Visitas sorpresas

Recién volvimos de ir de compras con Laia,a varios metros hay una Cabaña que tiene todo para vender, y cuando digo todo es todo.

- Te toca hacer el desayuno

Me dice Laia sacando la sartén pequeña para que haga unos huevos revueltos.

Hemos guardado todo lo que compramos.

- Has dormido bien anoche?
Me pregunta Laia

- Si por?
Le contesto

- Por nada, es que yo me cagué de frío.
Me dice

Me río

Camino a la cocina y comienzo a preparar el desayuno.

~~Kristal~~

- Que mierda
Susurro

~~Soy Cameron ~~

Cierro los ojos un momento.

~~Vete Cameron ~~

Tras hacer lo que sea que acabe de hacer recién ya no siento que Cameron está en mi mente, ¿por qué lo hizo? ¿Que querrá?

                                [...]

Son las 9:45 pm, e estado todo el día con la mente ocupada en lo que pasó ayer y e llegado a pensar que solo fue un sueño, porque el día ha transcurrido muy normal, como si nunca pasó nada, tal vez fue un sueño.

- Sabes que no compramos?

Dice Laia

- Lo que sea, iras sola no te acompañare

Digo

- Pero es de noche

Se queja Laia

- Está solo a unos metros Laia, además a ti te gusta el chico que atiende no a mí.

Digo

Hemos ido más de 5 veces a "comprar" porque a Laia le ha gustado el chico que atiende, es alto pelo negro y delgado, con tatuaje en el brazo derecho, no es la gran cosa, pero para Laia, es un Dios griego

- Me vas a decir que no es lindo?

Me dice indignada

- No lo es para mi gusto
Digo

- Ve y pidele el número 
Digo

- ¿Tú crees?
Me pregunta

¡¡¡**!!!

Golpean la puerta, Laia y yo nos observamos, estamos sentadas en el sofa.

- Ve tu

Me dice en susurro

- Ash

Me pongo de pie y camino a la puerta

La abro

- Hola

Dice la persona del otro lado de la puerta, no puedo creerlo

- Disculpa el atrevimiento, de verdad, pero tú no fuiste a comprar hoy con una peliroja

Miro a Laia de reojo, quien esta sorprendida y feliz, porque reconoce la voz de quien habla

- Si, se llama Laia

Digo

- Emm

Comienza a decir nervioso.

Esta incomodo puedo notarlo

Es el chico de la tienda a la que fuimos millones de veces a comprar, frente a mi esta la locura de mi amiga y la razón de que con lo que camine hoy de tanto ir y volver de esa bendita tienda, hice el ejercio de toda una semana.