RECUERDOS PERDIDOS || female Severus ||

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En una casa en el valle de Godric, Lily Potter preparaba la cena para su familia y los amigos de su esposo quienes cenarían con ellos. Apago la estufa dejando reposar el Goulash y se sentó en la sala, en la mesita había un álbum de fotos de cuando ella era pequeña, empezó ver varias fotos y se detuvo en una donde estaba con una niña de cabello color negro y ojos negros —Sev...— Lily tomo la foto para ver mejor a la que solía ser su mejor amiga... maldecía el día que fue tan tonta e inmadura para no escuchar las disculpas que su amiga le daba. La pelirroja limpio las lágrimas que salían cuando escucho el sonido de varias apariciones en el patio trasero.

—¡Mamá!— Harry fue el primero en entrar a su casa para saludar a su madre —Mamá, Papá me compró un helado— el niño hablaba tan animadamente que ignoraba la mirada de muerte que su madre le lanzaba a su padre y como este solo podía sonreír con temor.

—Me alegro que te hayas divertido cariño, ahora ve y lávate las manos que ya pronto serviré la cena— ordenó Lily a su hijo y este obedeció de inmediato.

James Potter trató de escapar de la ira de su adorada esposa pero esta volteo casi igual como la niña del exorcista lista para regañarle —Mi amor...— su voz salió temblorosa; sentados en la sala Remus y Sirius solo se burlaban silenciosamente de su amigo.

—¡NADA DE MI AMOR JAMES POTTER!— ok... Lily estaba hecha una furia y eso para Sirius y Remus significaba peligro —¡Te dije que no le compraras nada de dulce a Harry antes de comer!— por suerte para ellos la pelirroja se había calmado —¡Encerio James, porque nunca haces caso de lo que te digo!— Lily estaba harta de que su esposo siempre pasara sobre ella cuando se trataba de su hijo.

—Perdón amor, es que... sabes que cuando se trata de Harry no puedo decirle que no— se defendió tomando de las manos a su esposa. ninguno dijo nada y la pelirroja se acercó para besar a su esposo, Sirius y Remus fingieron ver algo interesante en el techo, el beso fue interrumpido por el pequeño Harry que bajó las escaleras.

—Ya estoy— Lily Potter sirvió la cena para todos y cenaron tranquilamente.

Pasadas las nueve de la noche, Harry Potter fue dejado en su habitación por su padre ya que se había quedado dormido en la sala. Cuando James bajó pudo ver a su esposa con el ceño fruncido y sus amigos serios. —¿Pasó algo?— pregunto.

—¿Es cierto lo que Sirius y Remus dicen?— James miró a sus amigos —¿Es cierto que viste a Severina?— Sirius se tenso al recordar que la chica que seguía amando estaba en brazos de otro hombre —Necesito que sean honestos conmigo...— los ojos verdes de Lily se veían cristalinos, señal que pronto lloraría.

—La vimos hoy en el callejón Diagon— dijo James mientras se sentaba junto a Remus.

—Estaba junto a un hombre y una niña— mencionó Remus —Creo que la niña es casi de la edad de Harry.

—Reconocieron al hombre... ¿alguien que hubiera estudiado con nosotros?— pregunto la pelirroja tratando de hacer memoria sobre cada hombre que vio en Hogwarts.

—Ninguno— dijo Sirius secamente —Ese hombre no parecía ser un mago— Remus y James vieron a su amigo y pareciera que queria salir y buscar a la pelinegra para separarla de ese hombre; sabían del flechazo que tuvo Sirius con Severina Snape en sus años de colegio pero no fue hasta que salió la noticia que la chica había desaparecido que el les dijo todo, seguramente por el temor de que algún mortifago que estuviera suelto la asesinara.

—¿Qué quieres decir con que no es un mago?— pregunto extrañada la pelirroja —¿Es un muggle?— si fuese así tendría que buscarla y disculparse; Lily siempre creyó que su amiga pelinegra era igual que el resto de Slytherin, por lo que el primer pensamiento que se cruzó por su cabeza cuando le dijeron del hombre que acompañaba a Severina era un mago sangre pura o algo parecido. 

Sirius negó —Aunque no sentí magia en él no parecía nervioso o emocionado de estar en el callejón— Sirius puso su mano en su barbilla —Estoy seguro de que es un squib.

Lily Potter ya tenía una misión y era buscar a su amiga y disculparse con ella al estilo japonés.

—Pero eso no fue nada comparado a la otra información que encontramos— mencionó James —Lily, creemos que Severina no recuerda nada— Lily no entendió de lo que su esposo hablaba —No grito o maldijo a Sirius cuando lo vio— el ambiente cambio a uno mas pesado.

—¿Qué quieres decir James?, ¿Crees que la hechizaron? o... ¿Le dieron algo?— pregunto incrédula, su amiga era la ama en preparar pociones y si había alguien que pudiera evitar eso era ella.

—No estamos seguros, por ahora queremos buscar su lugar de residencia— respondió Remus un poco cansado de todo el trabajo que tendría en el futuro.

—Seguro de que si revisamos en los registros nos den información de su dirección— Sirius Black ya quería ir y averiguar si la chica estaba o no en peligro, si ese squib le había hecho algo él mismo le partiría la cara.

—Buena idea Sirius— James estuvo de acuerdo con la idea de su hermano del alma, como aurores que fueron a la casa Gryffindor era su deber proteger a todas las personas mágicas —Mañana iremos al ministerio y buscaremos información de Severina Snape— se levantó de su lugar con determinación Gryffindor —Cuando la tengamos iremos hacerle una visita— Sirius copió el actuar de su hermano del alma y también se paró de su lugar.

—Solo que se les olvida algo— Remus ya estaba harto y cansado de las locas ideas de sus amigos —Severina está casada, por lo que ya no registra con el apellido Snape— eso último desánimo a los dos hombres que ya estaban por saltar como niños.

—No me parece mala idea Remus— todos vieron a Lily inmediatamente —Conozco a alguien que podría ayudarnos.

—¿A quien?— James preguntó con una pizca de celos.

—Recuerdan a Mary, Mary Macdonald— los tres chicos asistieron afirmando —Trabaja en el ministerio, en el departamento de registros civiles mágicos.

—Asombroso pelirroja / esa es mi esposa— dijeron Sirius y James al mismo tiempo.

—Pues imagino que si ella nos ayuda podremos terminar con esto rápido— dijo Remus.

Todos estuvieron de acuerdo, mañana Lily se quedaría a cuidar de Harry y James, Sirius y Remus irían al ministerio averiguar la dirección de Severina Snape.