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Los chicos no tuvieron tiempo de prevenir lo que pasó, Severina dejó caer las compras que tenía en sus brazos y cerró la puerta tan fuerte que hizo que otros vecinos salieran por el fuerte portazo que escucharon.

Mami...— Riley estaba terminando de acomodar las compras en la nevera cuando la puerta se cerró fuertemente, cerró la nevera y fue a revisar a su mamá que estaba sentada ignorando los golpes en la puerta —¿Estás bien?

Severina se sobresaltó por el llamado de su hija, escuchó que golpeaban la puerta y se levantó para ver por el pequeño mirador pudiendo observar a su vecino Sirius y a los otros aurores, pero eso no fue lo que hizo que cerrara así la puerta sino la mujer pelirroja... aunque no la recordaba, algo dentro de ella le decía que se alejara.

¿Mami?— volvió a escuchar a Riley.

Estoy bien cariño— sonrió a su hija —Ayúdame a recoger esto— ambas recogieron las compras que estaban en el suelo.

Afuera en el pasillo Remus trataba de explicar a los vecinos que no pasó nada malo, por suerte estos le creyeron.

Hermano— James Potter puso una mano en el hombro de Sirius que seguía tocando la puerta para que Severina les abriera —Deja de tocar, es obvio que no va abrir.

Lo siento... fue... fue mi culpa— el repentino sollozo de Lily los llevó a regresar adentro del apartamento de Black.

Harry se recostó en las piernas de su madre buscando tranquilizarla, James limpiaba las lágrimas de la cara de su esposa y le decía que no fue su culpa lo que sucedió.

La noche llegó y los Potter se marcharon, Lily estaba decepcionada por lo ocurrido pero por lo menos pudo ver un momento a su antigua mejor amiga.

Las nueve de la noche marcaba el reloj por lo que Severina acostó a Riley en su nueva cama, cerró despacio la puerta de la habitación de su hija y caminó hasta la suya para arreglarse para dormir. Ya lista se acercó a una mesita donde estaba una foto de Randy con una rosa blanca.

Te extrañamos mucho mi amor— dijo —Riley ha crecido mucho... el señor Black, el auror, ha sido muy amable con nosotras, nos ayudó consiguiendonos un nuevo lugar para vivir ya que no podía volver al lugar donde...— respiro —Buenas noches Randy— apago el foco y fue acostarse para dormir.

Después de eso muchos eventos habían sucedido después de que Severina y Riley se mudaron al apartamento, el primero fue la muerte de Pandora Lovegood, el cual se enteraron por una carta que Xenophilius les envió. El entierro de Pandora fue pequeño, aparte de Xenophilius, Severina, Riley y Luna, también estuvieron Sirius Black, Remus Lupin y la familia Potter. 

Un año después de eso una lechuza llegó a la ventana con una carta atada en su pata, ese día Sirius Black se deleitaba con un pastel de zanahorias que Severina preparó.

Mamá, una lechuza— señaló a la ventana donde estaba el animal esperando.

Tranquilas— Sirius se levantó para abrir la ventana dejando entrar al animal —Seria bueno darle un poco de tocino y agua— Sirius vio como su adorada pelinegra se acercaba con las cosas y el desato la carta para entregársela a Riley —Toma pequeña, esto es para ti— la niña abrió la carta y empezó a dar saltos de alegría.

¡ES MI CARTA DE HOGWARTS!— Sirius y Severina podían ver la felicidad de Riley al saber que iría al colegio de magia y hechicería —¡Mamá, iré a Hogwarts!

Si cariño— dijo con una gran sonrisa.

Sirius al principio estaba sorprendido de ver al animal y más cuando vio el escudo de Hogwarts en la carta, no mentiría que pensó que la niña era una squib como el padre biológico ya que nunca había visto alguna señal de magia accidental.

RECUERDOS PERDIDOS || female Severus ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora