RECUERDOS PERDIDOS || female Severus ||

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Madame Pomfrey llevó a la pelinegra a su oficina privada, no quería que nadie escuchara lo que tenía que decirle por lo que utilizó un hechizo en la habitación.

—¿Eres tú?— Pomfrey acercó su mano a la cara de la mujer —¿De verdad eres tu Severina?

Severina no sabia que hacer, estaba en correr o quedarse quieta mientras la enfermera seguía revisando su cara.

—No puedo creer que seas tu Severina— Pomfrey la abrazo —No sabes lo preocupada que estaba cuando la señorita Burbage llegó aquí a avisarnos de tu desaparición.

Ok, ahora si ella tenía muchas preguntas que hacerle a esta mujer —Perdón si lo que voy a preguntar le molesta o incomoda pero... ¿quién es usted?

Pomfrey puso una expresión de terror... la niña... su niña que siempre le ayudaba hacer las pociones para los estudiantes enfermos no la recordaba, su niña que la acompañaba los viernes a tomar el té no la recordaba, su niña... la que cuidaba como una hija cada vez que se quedaba en la enfermería por días después de que esos Gryffindor la atormentaban con sus estúpidas bromas no la recordaba.

—Señora... ¿está bien?

Pomfrey no se dio cuenta cuando sus lágrimas empezaron a salir y se limpió con el pañuelo que siempre carga en su bolsillo. Ahora no era tiempo para llorar, tenía que averiguar qué fue lo que sucedió con la pequeña ex Slytherin.

—Estoy bien, por que no te sientas y tomamos un té— señaló su juego de cerámica guardado en la vitrina.

—Pues...— se rasco la nuca nerviosa pero se calmó al ver la tierna mirada de la enfermera —Está bien, no tengo nada que hacer en casa.

Ambas tomaron un delicioso te de manzanilla mientras que fuera de la enfermería Sirius fue llamado por Dumbledore para hablar de algunas cosas.

—Gracias por quedarte Sirius— dijo el director de la escuela.

—No fue problema señor, me alegra tener algo que hacer mientras espero a mi compañera— seguía observando la puerta por donde entro su pelinegra.

—Eso pude observar pero, me gustaría preguntarte, ¿cual es su nombre?— desde que la vio en su oficina a Dumbledore le dio curiosidad sobre el nombre de pila de la mujer —Imagino que lo sabrás— menciono inocentemente.

—Claro director, pero me sorprende que no reconociera a nuestra Slytherin favorita— cuando Sirius dijo eso a Dumbledore se le prendió el foco sobre la identidad de la madre de la pequeña Hufflepuff.

—¡Me estas diciendo Sirius que esa mujer es Severina Snape!— menciono impactado mas que nada por el cambio brutal de la chica de Slytherin que no se juntaba con nadie mas que no fuera con Lily Evans de Gryffindor, Charity Burbage de Hufflepuff y Pandora Burton de Ravenclaw.

—Es esa misma señor, claro, ahora su apellido es diferente... ya que se caso...

—Eso lo vi Sirius.

—Bueno...— quería poder contarle a su antiguo director las cosas que lo tormenta pero pensó que no era buena idea.

—Si algo te atormenta Sirius debes decirlo— el nombrado se sorprendió que supiera lo que estaba pensando —Sabes que se guardar secretos.

—Lo se director es solo...— respiro lentamente para organizar sus palabras —Es sobre Severina, ella perdió la memoria, no recuerda nada antes de su llegada con los Lovegood y me gustaría poder decirle muchas cosas, como que me siento realmente arrepentido por las estupideces que hice en el colegio... por la vez que casi hice que la mataran.