•Prólogo•

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Abrió los ojos lentamente

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Abrió los ojos lentamente. El aire fresco de la mañana la despertó. La luz del amanecer se filtraba a través de las hojas mojadas, creando un mosaico de sombras en su piel. El suelo estaba húmedo y frío; la lluvia de la noche anterior había dejado su huella en su piel y ropa, que estaban empapadas y manchadas de barro.

Se puso de pie, tambaleándose un poco. Al incorporarse, sintió el dolor punzante de los raspones en sus brazos y piernas; su cabello estaba enmarañado, cubierto de hojas y manchado de tierra.

Se frotó los brazos, tratando de calentarse.
Con pasos tambaleantes, se acercó a la puerta de la casa, la cual por fuera parecía abandonada: pintura desgastada, paredes y ventanas sucias con algunas grietas.
Al estar frente a la puerta de madera, la cual estaba desgastada y carcomida por el tiempo, se limpió un poco y luego, con manos temblorosas, giró la manija y empujó la puerta, la cual emitió un chirrido de las bisagras al abrirse.

Una vez dentro, la atmósfera era completamente diferente. Las paredes estaban pintadas de color verde menta, el suelo de roza brillaba, y los muebles eran elegantes y pulcros.
Apenas se dio la vuelta para cerrar la puerta, una voz autoritaria le habló, lo que la hizo sobresaltarse. Se giró rápidamente, encontrándose con su padre, quien estaba sosteniendo una canasta.

-Limpia el suelo y luego ve a vender lo que no pudiste ayer. No vuelvas hasta que lo hagas- Al terminar de hablar, le arrojó la canasta, la cual le dio en la cara -¿Entendiste?

La niña balbuceó palabras incomprendibles e inaudibles, incapaz de hablar claramente.
Él volvió a repetir la pregunta, a lo cual ella simplemente asintió repetidamente. Al obtener una respuesta, el hombre se dio la vuelta y salió de la casa, azotando la puerta.

La mujer que había estado viendo la escena sin hablar o moverse, reaccionó acercándose rápidamente a la niña. Limpió su cara con el delantal que llevaba puesto y después la cargó al estilo hip carry.

Una vez que la niña estuvo aseada, volvieron al comedor donde la madre empezó a meter diferentes cosas en la canasta mientras la niña la observaba sentada

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Una vez que la niña estuvo aseada, volvieron al comedor donde la madre empezó a meter diferentes cosas en la canasta mientras la niña la observaba sentada.

♡•𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑒𝑡𝑒𝑟𝑛𝑜•♡ {ᵏⁱᵗᵉ}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora