•Capítulo 3•

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Despertó con un escalofrío

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Despertó con un escalofrío. Su cuerpo temblaba, la fiebre comenzaba a apoderarse de ella. Con esfuerzo, se levantó de la cama improvisada que compartía con Kite. Sus pies descalzos tocaron el frío suelo mientras salía al exterior.

El viento nocturno azotó su rostro. Se sentó en unos escalones de piedra y miró las estrellas, disfrutando del sonido de los grillos y el aire frío.

Su mente estaba divagando mientras observaba las estrellas, sin percatarse de que su cuerpo temblaba y cada vez se ponía más frío.
Un abrigó cae sobre su cara, cubriéndola; el aroma y calor la envuelven, despertándola de su trance mientras se quitaba el abrigo azul de su rostro.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó, sentándose en el suelo

-Tenía algo de calor- Respondió, recargando el abrigó en sus piernas

-Parecía lo contrario

-Supongo, no me di cuenta hasta que apareciste

No insistió en obtener más detalles. En lugar de eso, se recostó sobre la pared medio inclinada de concreto y miró las estrellas. El silencio se hizo cómodo entre ellos, como si las palabras no fueran necesarias para comprenderse.

Después de un rato, la chica se levantó de los escalones y se sentó al lado de su amigo, compartiendo el abrigo con él.

-No debes estar desabrigado- Le reprochó -Eres muy descuidado

La miró con el ceño fruncido. ¿Cómo se atrevía a decirle descuidado cuando era él quien casi siempre cuidaba de ella?
Desde hace días, ella estaba empezando a sentirse inútil, sin importar lo que hiciera. Si no empezaba a ser útil, ¿Cuánto tiempo la iba a aguantar y estaría a su lado? No podía y no quería ser una carga otra vez, no quería volver a sentir el rechazo de quien quería. Al fin había encontrado un refugio donde podía ser ella misma sin juicios ni expectativas.

Suspiro, apartando la mirada de ella, miro al frente por unos segundos antes de cerrar los ojos. Su expresión cambió casi al instante a una más tranquila y relajada. La chica lo miró y luego se acomodó junto a él, apoyando la cabeza en su hombro. No podían odiarse, alejarse o dejar de hablarse por un día.
La fiebre comenzaba a hacer estragos en su cuerpo, pero no le importaba, tenía a alguien que la cuidaba y cuidaría, aunque eso significara escuchar sus regaños y reproches por no cuidarse.

La fiebre comenzaba a hacer estragos en su cuerpo, pero no le importaba, tenía a alguien que la cuidaba y cuidaría, aunque eso significara escuchar sus regaños y reproches por no cuidarse

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♡•𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑒𝑡𝑒𝑟𝑛𝑜•♡ {ᵏⁱᵗᵉ}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora