-"Quieres amor. No solo darlo, sino también recibirlo. Quieres que alguien te acepte tal como eres"
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El anillo desgastado seguía en su dedo, recordándole la promesa que habían hecho.
En los rincones más oscuros, encontraron su f...
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Se detuvo por un momento, miró el paisaje y luego sacó la licencia que le pertenecía a Ging. Suspiró mientras miraba el objeto.
De pronto oyó unos quejidos que lo alertaron, se adentró un poco más en el bosque, notando que en los troncos de los árboles había marcas, las cuales reconoció inmediatamente.
A medida que avanzaba, haciendo uso de sus habilidades, se oían más claramente los quejidos. Una vez llegó al origen del ruido, observó a una enorme hembra oso zorro erguida. Detrás de ella, su cría y delante de ella, en el suelo, un niño con varias heridas, intentando liberar su pie de una raíz que lo rodeaba.
El animal alzó su pata, dispuesto a atacar al niño. En una milésima de segundo, Kite quedó frente al niño, deteniendo el zarpazo con la funda de su espada.
-Lo siento, pero existe una regla que ordena eliminar a los animales que le hacen daño a la gente- Dicho eso, desenvainó su espada e hizo un corte limpio cruzando el abdomen del animal, el cual cayó al suelo muerto
El niño observaba atónito la espalda del hombre alto y el cadáver del animal.
Kite se dio la vuelta y se acercó al niño, cortando la raíz que sujetaba su pierna.
-¿Puedes levantarte?- Preguntó, guardando su espada
-Sí, claro- Respondió. En cuanto se puso de pie, Kite le dio un puñetazo, mandándolo nuevamente al suelo
-¡Eres un tonto! ¿Cómo caminas por esta zona llena de serpientes? ¡Mira! ¡Aquí está la marca que indica que este es su territorio! Es tan grande como para que los animales estúpidos huyan al verla. ¿No te enseñó tu papá una cosa tan básica como esta?
Hizo una pausa para ordenar su cabeza. El niño se sentó con dificultad sobre la tierra, dándole la espalda.
-¡Maldición! Debería haber ignorado las señales de alarma de las ardillas manchadas. Hace mucho tiempo que no mataba un animal- Acomodó su gorro intentando ocultar su malestar y le dio la espalda al niño
-No tengo padre y tampoco una madre- Al escuchar esas palabras, sus ojos se abrieron de par en par y giró a verlo; su mano estaba en su mejilla por el golpe que recibió -Escuché decir que habían muerto en un accidente justo después de nacer. Es mi tía quien me cuida
-Siento saber eso- Dijo más tranquilo
-No se preocupe- Respondió y luego volteó a verlo -Dígame, ¿qué haremos con esa cría de oso zorro?
-Yo me encargaré. Pronto morirá de hambre. Si sobrevive, puede atacar a las personas. Les tienen rencor por matar a su madre- Dijo, desenvainando su espada nuevamente y luego apuntando al pequeño animal, quien brincó del susto
-¡No!- Al ver el acto del adulto, se lanzó hacia la pequeña criatura, cubriéndolo con su cuerpo
-¿Qué haces?- Preguntó sorprendido por la actitud del niño
