•Capítulo 8•

93 12 3
                                    

Yacía en el suelo, su pecho subiendo y bajando rápidamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yacía en el suelo, su pecho subiendo y bajando rápidamente. Su entrenamiento con Ging siempre era agotador, pero también gratificante. Aunque su cuerpo estaba al límite, sabía que estaba creciendo más fuerte con cada sesión.

Cerró los ojos, disfrutando del viento golpeando contra su piel.
Entonces, una sombra cayó sobre él. Volvió a abrir los ojos, encontrándose con su amiga de pie junto a él. Su cabello estaba recogido en una coleta alta que él le había hecho, y llevaba una botella de agua en la mano.

-Toma, Kite- Dijo, ofreciéndole la botella -Ging me pidió que te lo trajera

Asintió con gratitud y se incorporó, tomando la botella. El agua fría fue un bálsamo para su garganta reseca.
La chica se sentó a su lado, mirándolo con una sonrisa suave.

-Gracias. Ging es implacable, pero creo que estoy mejorando- Opinó mientras cerraba la botella

-Eres admirable. Yo sigo sin poder seguirles el ritmo- Dijo, dejando de verlo para dejarse caer al suelo

Kite la observó por un momento, admirando todo de ella. Era fuerte, pero Ging y él eran excepcionales.

-No te preocupes, ____. No todos pueden ser como nosotros- Bromeó, a lo cual ella le dio un golpecito en el hombro

-Presumido... Pero tienes razón

Kite se recostó junto a ella en el pasto, mirando las hojas que se movían sobre ellos. El silencio se extendió entre ellos por un momento antes de que la chica bostezara y luego procediera a hablar.

-¿Tienes algún sueño, Kite?¿Algo que quieras lograr más que nada en el mundo?- Preguntó, girando la cabeza para verlo. Kite ladeó la cabeza, pensando en su respuesta

-Tengo planeado seguir a tu lado, ¿Eso cuenta?- Preguntó, volteando a verla

-mmm, supongo que sí. ¡Entonces no estaré sola!

-Nunca lo estarás

La chica bostezó una vez más, sus ojos parpadeando pesadamente. Poco a poco se fue quedando dormida junto a su amigo. Kite la observó por un momento, sintiendo una extraña calidez en el pecho.

Cerró los ojos, dejándose llevar por el momento. El bosque los envolvía en su tranquilidad; sin embargo, Ging los observaba escondido entre los árboles, indeciso sobre si debía interrumpir ese momento de intimidad.
Sus ojos se posaron en ellos y una sonrisa nostálgica se dibujó en su rostro.

Quizás no era el momento adecuado para intervenir. Quizás, solo por esta vez, dejaría que ambos descansaran.

 Quizás, solo por esta vez, dejaría que ambos descansaran

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
♡•𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑒𝑡𝑒𝑟𝑛𝑜•♡ {ᵏⁱᵗᵉ}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora