•Capítulo 15•

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Dos días habían pasado, en los cuales se puso al corriente con su madre; ambas se enteraron de cosas sorprendentes, tanto para bien como para mal

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Dos días habían pasado, en los cuales se puso al corriente con su madre; ambas se enteraron de cosas sorprendentes, tanto para bien como para mal.

Nunca se dio cuenta de cuánto extrañaba a su madre hasta ahora. Todos sus días eran iguales, tenía su mente ocupada como para pensar en qué hacer al día siguiente o cuándo descansar.

Y sin darse cuenta, obtuvo la respuesta a la pregunta de Spin, la cual escribió en forma de carta: "No lo amo por lo que es, lo amo por lo que fue, es y será.
No importa si cambia, seguirá siendo el mismo para mí, una persona que ama a los animales y a sus seres queridos, aunque se muestre como alguien serio, severo o insensible.
Se preocupa tanto por otros que a veces no se preocupa por sí mismo.
Lo admiro, incluso antes de ser amigos, siempre se aseguró de que yo o alguno de nuestros amigos animales estuviera bien.
Prometió muchas cosas, las cuales cumplió.
Nunca ha roto una promesa."

Guardó la carta en el sobre y luego se quedó mirándola. Se sentía como una niña enamorada confesando sus sentimientos en una carta a la persona que le gustaba, la cual nunca entregaría.

Miró la hora en su celular y notó dos mensajes recientes. El primero era de su madre avisando que llegaría temprano al día siguiente, y el otro era de Kite diciendo que necesitaba verla. Estaba a punto de responder su mensaje cuando el timbre resonó por la casa. Dudó por un momento si sería él, pero aun así decidió ir a averiguarlo.

Corrió a la puerta y miró por la mirilla, dándose cuenta de que sí se trataba de Kite, por lo que abrió la puerta rápidamente.

-¿Kite? ¿Qué haces aquí?- Preguntó, ya que todo lo hacía con anticipación

-Lo siento, ____, pero tenía que verte. Tengo algo que discutir contigo

-¿Otra vez viajar por un trabajo?

Kite simplemente asintió, no quería darle detalles ni que se enterara de lo más mínimo. Tenía un muy mal presentimiento y preocuparla no lo ayudaría en mucho cuando se alejara de ella.

-Esta vez no puedes acompañarme- Dijo él, intentando no sonar tan cruel

No apartó la mirada de él, ni tampoco hizo una gran reacción; solo sentía cómo su corazón se ablandaba. Estaba logrando el efecto contrario: preocuparla.

-Al menos déjame ir hasta donde me permitas acompañarte. Por cómo lo haces sonar, me haces pensar que no nos veremos por un largo tiempo

Se acercó a ella y la rodeó con los brazos por la cintura. Sintió cómo se estremeció, pero no se apartó; en cambio, inclinó la cabeza hacia un lado exponiendo su cuello. Empezó a besarla suavemente, trazando un sendero de besos desde la base de su cuello hasta la curva detrás de su oreja. Cada beso era una sinfonía de deseo y anhelo.

Se estremecía ante el contacto, sintiendo cómo la pasión y el deseo comenzaban a arder en su interior. El momento se volvía cada vez más intenso y eléctrico.

Sintiéndose abrumada por la pasión que los envolvía, tomó la mano de Kite y lo guió hacia su habitación. Él, con su personalidad tranquila pero decidida, respondió al gesto de su pareja dejándose guiar.

Después de adentrarse en la habitación, Kite cerró suavemente la puerta detrás de ellos y, sin decir una palabra, tomó el rostro de la chica entre sus manos y la miró a los ojos, comunicándole con la mirada toda la pasión y deseo que ardían en su interior.
Lentamente, acercó sus labios a los suyos en un beso tierno pero cargado de intensidad. Con movimientos decididos pero suaves, comenzó a deslizar con delicadeza el camisón que llevaba, revelando lentamente su piel que se escondía debajo.

Una vez que el camisón cayó al suelo, Kite la recostó en la cama con cuidado, admirando su cuerpo con reverencia y deseo. Con movimientos expertos y delicados, descendió lentamente por el cuerpo de su pareja, besando cada curva y contorno con fervor, pasión y devoción. Su lengua trazaba un camino en la piel de su amada, provocando gemidos ahogados y suspiros de placer que llenaban la habitación.

Finalmente, llegó a la entrepierna de su pareja, donde depositó besos suaves y sensuales, explorando cada rincón con dedicación y cuidado. Sus caricias expertas y suaves provocaron un estremecimiento de placer en su amada, quien se abandonaba por completo a las sensaciones abrumadoras que la invadían.

Cada caricia y roce de sus manos enviaba escalofríos de placer por todo su cuerpo. Acariciaba cada centímetro con delicadeza y pasión, provocando suspiros y gemidos ahogados de placer, demostrando su deseo y amor por ella.

Una vez que estuvo lo suficientemente lubricada, introdujo lentamente la punta de su pene en su coño, metiéndolo todo con cuidado y calma, temiendo lastimarla.

Empezó con movimientos lentos y suaves, donde poco a poco iba incrementando la fuerza y velocidad de sus embestidas.

La chica tenía las piernas abiertas y levantadas, apoyadas en la cadera del chico para una mejor penetración y profundidad.

Mientras él la penetraba, provocaba sonidos de chapoteo. Ella abrazaba una almohada, casi cubriéndose la cara por la timidez.
Los gemidos y suspiros de placer por parte de ambos llenaban la habitación.

Se removió en la cama y extendió la mano hacia el espacio a su lado, encontrándolo vacío.

Se levantó con cuidado, sintiendo la madera del suelo bajo sus pies descalzos, notando que llevaba una pijama y que las sábanas habían sido cambiadas. El recuerdo de sus cuerpos entrelazados, de sus labios y manos explorando sus cuerpos, la inundó.

Bajó las escaleras en silencio, y al llegar al comedor, su madre y su pareja estaban allí, ambos charlando mientras bebían algo. Kite la miró con una sonrisa suave, como si supiera todos sus secretos.

-¿Tuviste un buen descanso?- Preguntó él, y ella asintió, incapaz de responder con palabras al estar nerviosa.

Su madre le sirvió café y fue por más galletas.
Una vez los tres estuvieron sentados alrededor de la mesa, la conversación fluyó con naturalidad, como si no hubiera pasado nada.

♡•𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑒𝑡𝑒𝑟𝑛𝑜•♡ {ᵏⁱᵗᵉ}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora