Capítulo 7: La última expedición

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Montañas y nieve hasta donde alcanza la vista.

Roberto y Nando asoman al borde occidental de la montaña y enfrentan la aventura final.

A los pies de ambos chicos la montaña desciende a trompicones. Caminando cautelosos, comienzan a bajar.

Nando termina de desescalar unas rocas...y se encuentra con un precipicio que les cierra el camino.

-Un valle... -Dice Roberto.

Los dos hombres retoman la marcha.

Nando camina un poco adelantado. Se detiene para sentarse en una roca. Roberto acelera el paso con dificultad para acercársele y comprueba el estado del calzado de su compañero. La suela se halla totalmente desgarrada.

Roberto se arrodilla ante Nando y con un trozo de tela le remienda el zapato.

Se detienen después de una larga caminata y comen en silencio. Canessa olisquea el pedazo de carne que tiene en la mano. No muy convencido, lo engulle.

Por la noche, ambos duermen dentro del saco junto a una fogata. Roberto saca la cabeza y vomita. Nando le pasa una mano por la frente.

Al día siguiente los dos expedicionarios están apoyados en la orilla de un cauce de agua. Beben tumbados como animales...

Nando deja de beber, mirando fijamente algo....

-¡Roberto, mirá!

...un pequeño lagarto, le observa quieto, con los ojos tan abiertos como los suyos.

Pero Roberto no mira. No puede hacerlo porque no puede apartar los ojos de lo que tiene delante.

-¡Nando!

Al otro lado del río, se alza la figura de un hombre a caballo.

Se incorporan y empiezan a agitar y a mover los brazos ante el primer desconocido visto en tres meses.

En la otra orilla, el arriero Sergio Catalán saca un lápiz y un papel y lo ata a una piedra. Se acerca a la orilla tanto como puede y lo lanza hasta ellos. Nando se apresura a recogerlo. Desenvuelve el papel y comienza a escribir.

"Vengo de un avión que cayó en las montañas. Soy uruguayo. Hace 10 días que estamos caminando. En el avión quedaron 14 personas heridas...Tenemos que salir rápido de aquí y no sabemos cómo. No tenemos comida. Estamos débiles...¿Cuándo nos van a buscar arriba? Por favor, no podemos ni caminar. ¿Dónde estamos?"

Nando vuelte a doblar la nota y atarla a la piedra y se la lanza de vuelta.

El el SAR, un militar atraviesa a toda velocidad un despacho abarrotado.

Al llegar a una puerta, se pone firme y llama.

El coronel Massa escucha por teléfono como un carabinero le lee la nota de Nando. A sus espaldas, se amontonan, expectantes, un grupo de militares.

El coronel cuelga y se dirige hacia un mapa en la pared. Localiza Los Maitenes y clava una chincheta sobre ese punto.

CASA DE SERGIO, LOS MAITENES

Roberto y Nando devoran la comida, los primeros platos calientes en casi tres meses.

Escuchan el relincho de los caballos y salen a ver qué ha podido inquietar a los animales.

En el exterior, la niebla envuelve la humilde cabaña.

De pronto, se escucha un griterío lejano. Los dos hombres agudizan el oído. El griterío aumenta y aparecen, de entre la niebla, una masa de periodistas, unos caminando, otros a caballo, cargados con cámaras de fotos, de filmación, micrófonos, magnetoscopios portátiles, libretas...

I'm Still Standing || LSDLNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora