CAPÍTULO 30. TIEMPO DE TREGUA.

231 18 0
                                    

30Los días siguieron su curso, tres días pasaron todos estaban en el área hospitalaria de la fortaleza, los médicos atendieron a Jean, Amalia no se separó de él todo el tiempo.
—Amalia, ¿estás bien? ¿Mis hijos, donde están ellos? —preguntó en el momento que abrió los ojos y se encontró con ella.
—Tranquilo no te alteres.
—Amalia ese tipo.
—Jean, es una historia complicada, solo deseo que estés bien y te vayas con los niños, por favor, necesito que estés con ellos.
—Si ellos están bien, no te déjate sola.
—Mi padre está conmigo, ve con ellos así estaré más tranquila.
—Si ellos están a salvo, no me iré. —insistió Jean a la propuesta de Amalia.
Amalia suspiró profundamente hizo un gesto de negación y salió de la habitación sin pronunciar palabras, y fue a la habitación de Charlie.
—¿Cómo estás Charlie?
—Fue solo un roce, la bala no profundizó. ¿Cómo está Jean?
—Recuperándose, voy a ver a Selene y saber cómo está ella.
—Por favor, me dice no pude verla más. —pidió
Amalia fue a la habitación de Selene y a través de la cristales vio que los médicos atendiendo la y después de verificar si estado de recuperación, salió del área de UCI y fue a la habitación de Charlie quien la miró esperando noticias de ella
—Charlie, los médicos están tratando a Selene. Estará bien pronto.
—Gracias, gracias por estar al pendiente de nosotros.
—Tranquilo Charlie.
Charlie sonrió, sintiendo un poco de decepción, aún no podía creer que había sido engañado por esa mujer que lo cautivó.
—Arreglaré el problema señora, no creí.
—Estaba con Jean, y eso planearon infiltrarse y lo hicieron, solo que fueron descubiertos, no la juzgues Charlie, lo que entendí es que es hermana de  Rudolf, y está en contra de todo lo que él hace, eso dice algo bueno de ella. Ayudó a jean a llegar a mi. No planeo seducirte desde un principio. ¿o si?
—Ahí está el dilema, ella fue la informante de todo, como Rudolf sabia muchas cosas
—Ya habrá tiempo para saber la verdad. Ahora voy a reunirme con mi padre, recuperarte pronto por favor
Charlie.
—Lo haré señora, la herida es superficial.
Amalia salió de ahí y fue a encontrarse con Emilio.
Emilio, tenía prisionero a cinco de los hombre identificados  que servían a Rudolf, colgados de los pies, y torturados para que dieran información de los otros infiltrados, y del paradero de Rudolf.
—Otra descarga. —Ordenó al no escuchar lo que el deseaba.
—¿¡Ustedes y cuantos más sirven al traidor!? —Interrogó muy enérgico.
Al no tener respuestas, dio la orden para dar lo que todo traidor tenía.
—Bajarlos de ahí y llevarlos al ruedo.
Los verdugos obedecieron, cortaron las cuerdas haciendo que cayeran al suelo, fueron arrastrados a la arena con las manos atadas a sus espaldas.
—¡Voy hablar señor, por favor!  —gritó uno de ellos. Emilio hizo señas a uno de los guardaespaldas.
—Interrogan lo, y si no dice nada nuevo que te han el mismo destino que los demás. —Sentenció Emilio  y el salió de ahí para encontrarse con Amalia.
Llegó a la oficina y ya estaba ahí esperando. Entró y se miraron fijamente a los ojos.
—Hija, no hemos tenido tiempo para hablar, cada uno en lo suyo. ¿Cómo está Jean, y Charlie? —Preguntó Emilio con voz dulce para su hija. Amalia sintió un vuelco en su corazón al estar frente a su padre nuevamente.
—Están bien papá, mis hijos ¿Aún no los puedo traer para que estén aquí.
—Es más seguro que estén allá hija, mis nietos aquí corren peligro, estamos rodeados de traidores, y somos pocos los de confianza absoluta.
—¿Cuándo terminara esto padre?
—Cuando Rudolf está bajo tierra. Hija en este mundo de mafia la traición se paga con la muerte, traicionó una vez traiciona siempre, por que siempre va a querer más de lo que tiene.
Amalia, tragó el nudo en su garganta, nunca se imaginó estar en ese mundo, ni que su padre perteneciera a el, se abrazó a Emilio y este correspondió a ese abrazo, y por fin ambos pudieron sentir el afecto contenido por años de ausencia.
—Te prometo que cuando todo esto termine, nos iremos lejos y viviremos en paz, empezaremos de nuevo, y jamás me alejaré de ustedes.
—Eso espero papá, me alegra saberte bien, y Patrick necesita.
—Creí que estaba bien, le pedí a Rudolf que se encargue de conseguir un donador y jamás hizo nada. Perdóname hija, creí estar rodeado de personas confiables. Ya Patrick se está recuperando perfectamente. Tiene su trasplante.
—Que bueno padre, mi hermano sufrió mucho, y no se diga mi madre.
Su conversa fue interrumpida cuando los toques en la puerta se escucharon.
El guardaespaldas entró con la lista de los hombres infiltrados por Rudolf.
—Ya envié por ellos señor, todos están en las celdas de los calabozos siendo interrogados para saber del paradero de Rudolf. —informó a Emilio.
—Y si no hablan, que tengan el mismo destino que los primeros. Nadie se mete con mi hija y queda ileso.  —Ordenó el mirando a Amalia fijamente.
Los guardaespaldas hicieron lo que Emilio ordenó, lanzarlos atados de manos a su espalda y luego soltarle a los perros adiestrados para matar.
Cada uno tuvo una muerte aterradora visto por ellos mismos.
Los días pasaron y acabaron con los infiltrados en la fortaleza, no daban con el paradero de Rudolf, Jean había sido dado de alta y estuvo con Amalia cada día, aún sin resolver sus diferencias, Selene estaba bajo vigilancia médica, la bala había rozado una vértebra que le dificultaba caminar. Y Charlie estaba al pendiente de ella.
Tres meses habían transcurrido y en esos tres meses habían asegurado la fortaleza ahora se había preparado para la llegada de los bebés, Amalia estaba ansiosa de ver llegar el helicóptero y descender, ver a sus hijos y a su madre y hermano.
Amalia y Jean fueron a recibir a sus pequeños ya de cinco meses de edad, los tomaron en sus brazos. 
—Mis amores, como los extrañé, cuánta falta me hicieron, mucha mis amores. —expresó Amalia con amor y besando a sus pequeños.
—Vamos, que hoy les tengo una sorpresa a mis cuatro amores. —dijo Jean, mirando a Amalia.
—Jean, sabes bien que no podemos salir de aquí. Es por seguridad
—Lo sé mi vida, pero serán ellos que vengan a nosotros.
—¿Ellos?
—Si ellos, mis padres quieren ver a sus nietos verte a ti y a mi.
—Me parece perfecto. Pediré.
—Ya está todo arreglado y preparado.
Todos reunidos en el salón  festejando estar por primera vez reunidos, le llegó la notificación a Jean de que los Ferraris estaban llegando.
—Ya están aquí. —Jean extendido la mano a Amalia y ella la tomó, y juntos a las nanas y los padres de ella salieron a recibir a Fabrizzio, Mericci, y los demás.

Mientras todos compartían, Charlie seguía pendiente de Selene.
—Buenos días preciosa, ¿Cómo te sientes hoy?  —saludó entregando un Ramos de rosas rojas.
—Hola Charlie, estoy bien gracias, no debes preocuparte.
—Como no, si tu eres la mujer de mi vida
—Charlie, yo te engañé, te mentí.  —Charlie puso un dedo en sus labios para calmarla.
—Ya hablaremos de eso. —dijo acariciando su mejilla con el pulgar.
—No, por favor, deja que te explique.
—Selene. Después.
—Yo quería ayudar a Jean a recuperar a su familia, Rudolf lo chantajeó conmigo, alejó a Amalia de él. Me encerró en una clínica psiquiátrica. y....
Selene contó todo lo que planeó con Jean para infiltrarse para recuperar a su familia, y también así demostrar su inocencia de que no era ella quien pasaba información a Rudolf.
—Ya, tranquila, vamos que yo te ayudo con tu recuperación y juntos saldremos adelante.
—¿No me odias?
—No podría hacer lo, Selene, tú eres la mujer de mi vida, me cambiaste desde el momento en que te ví, yo no tengo a nadie, y te quiero en mi vida.
—Charlie, yo....
—Por agradecimiento le debo lealtad a don Emilio, el salvó mi vida cuando mi familia murió a manos de un traidor. Las mujeres que trato donó solo eso pasajeras. Pero tú, tu eres diferente. Aceptas ser mi novia, mi esposa, mi refugio.
—Juro, que te seré leal y sincera de ahora en adelante.
—¿Entonces aceptas ser mi esposa? ¿Quieres compartir tu vida con este hombre que te ama desde el primer momento que te vio?
A Selene se le llenaron los ojos de lágrimas,
—¿Y si nunca vuelvo a caminar? Seré un estorbo en tu vida.
—Nunca lo serás mi hermosa Selene.
—Entonces Acepto ser tu esposa. Si quiero casarme contigo. Pero ya no podré bailar para ti.
—No me importa, lo que deseo es  tener una vida contigo.
La siguiente semana fue de tranquilidad para todos, Rudolf no había dado señales de vida y todos sus infiltrados habían sido eliminados de la peor forma que un traidor pudiera tener.
Charlie compró uno de los vestidos más hermosos para Selene.
—Aquí está el vestido chicas, nosotros somos un punto y aparte con eso de las tradiciones, de que el novio no puede ver a la novia antes.
—Son supersticiones, cuando hay un amor eso no tiene fuerza.
Las enfermeras prepararon a Selene dejándola hermosa mientras otras adornaban la habitación con flores blancas.
—Listo, todo está hermoso, incluida la novia. —expresó una de las auxiliares que estaba preparada para ser la dama de honor.
El juez llegó, Selene estaba nerviosa, Charlie tenía diez minutos de retraso.
—Talvez se arrepintió, lo pensó mejor y no viene. —dijo con un  tono de tristeza.
—¿Cómo dices eso Selene?   no vi antes un hombre más enamorado como veo a  Charlie que lo está de ti.
Charlie llegó muy agitado, arregló su traje, respiró profundamente y ya se sentía listo.
—Bien señor juez, ya es hora. Puede empezar.
Charlie entró en la habitación y Selene lo miró dibujando una sonrisa en sus labios.
—Charlie. —pronunció en susurros
—¿Creíste que dejaría plantada a la mujer más hermosa del mundo?
El juez inició la ceremonia declarando marido u mujer a Selene Storibio y a Charlie Nielsen sellando su promesa de amor en una muy sencilla boda que fue celebra en la habitación de ese hospital.
—¡Felicidades a los novios!  —Proclamaron todos en un aplauso.
Mientras Charlie y Selene unían sus labios en un beso lleno de amor y dando por finalizada su boda.
Emilio después de meses de tranquilidad compartiendo en familia, recibía un mensaje de texto.
"Te estoy vigilando viejo, qué tal estos meses de vacaciones en familia, muy hermosa se veía Amalia el día de la reunión de tu reintegración a la organización."
Emilio sintió helar su sangre al recordar ese día.

¿Cuál es el padre de mis hijos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora