𝕋𝕙𝕖 𝕊𝕖𝕔𝕠𝕟𝕕 𝕋𝕠𝕣𝕔𝕙 (𝕋𝕣𝕒𝕕𝕦𝕔𝕚𝕕𝕠)

XIII

Hombre, me encanta esta cosa de ver aplicaciones de salud. Es muy divertido tener una lectura numérica de lo estresado que estoy todo el tiempo. Son las 10:30 a. m. al momento de escribir esta nota, llevo solo 90 minutos en el trabajo y, sin embargo, la aplicación ya me dice que estoy demasiado estresado y que he agotado la MITAD de mi "batería corporal" y que debería tomar un descanso. o encontrar una manera de relajarse.

Peor aún, rastrea mi frecuencia cardíaca. Estuve entre 60 y 70 prácticamente todo el fin de semana, excepto cuando hacía ejercicio, y sin embargo, mi promedio en el trabajo ha estado entre 80 y 100 bpm. ¡En un trabajo sedentario!

0.o

¡Eso no se ve bien!

Suena muy mal (y lo es), pero ser consciente de ello me hace tomar un descanso para caminar, tomar una copa y hacer algunos ejercicios de respiración y mi frecuencia cardíaca volvió a bajar a 71 por un tiempo. Supongo que ser consciente de ello y no simplemente seguir adelante de manera alcista es bueno para mí.

Arte de portada: Mystery White Flame

Capítulo 13

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Roman jugó con la idea de ignorar la llamada y dejarla ir al correo de voz. Fue divertido pensar en Cinder —porque en realidad, ¿quién más podría ser?— echando espuma por la boca cuando su malicioso mensaje de voz la invitó a compartir sus pensamientos. Sin embargo, él sabía que estaba siguiendo la línea con respecto a sabotearla, y si hacía demasiado obvio que todo fue intencional en lugar de, digamos, una coincidencia hilarante de su parte, entonces ella podría simplemente asesinarlo de verdad.

Eso sería malo porque Roman prefería vivir para siempre, si no en el sentido literal, sí en la mente de las personas y en los libros de historia. Y con el Festival Vytal ahora en la lista de cosas que había robado, había muchas posibilidades de que lo hiciera. Pero también tenía la intención de vivir lo suficiente para ver y regodearse con esos libros, lo cual no sucedería si Cinder lo cocinara de adentro hacia afuera.

—Buenoooos días —dijo alegremente a lo largo del scroll, arrastrando la o—. Y qué mañana tan gloriosa es. ¿Cómo podría ayudarte hoy este ladrón de fama mundial, Cinder?

—[¡ROMAN!]

—Ese soy yo. ¿Cómo estás?

—[¡Devolverás el Coliseo Amity donde lo encontraste ahora mismo!]

Oh, directo al grano. A Cinder normalmente le gustaba bromear para que pareciera que lo que había hecho era simplemente estúpido y no un obstáculo real para sus planes. Esta era la primera vez que ella realmente salía y admitía que él la había frustrado.

—¿Hmmmm? ¿Qué quieres decir? —Roman se hizo el tonto.

—[¡Necesito a Amity! —ella siseó—. ¡El Festival Vytal es integral a mis planes!]

—¿Lo es? Oh, maldita sea, oh, mierda, oh, mierda —Roman chasqueó los dedos—. Oh, mi culpa Cinder . No lo sabía —él estaba poniendo demasiado, pero ella estaba demasiado agitada para darse cuenta—. Nunca mencionaste que era importante, así que asumí que no lo era. Quiero decir, cuando usaste el Colmillo Blanco para hacer un agujero en el medio de la ciudad, en cierto modo asumí que tus planes estaban en el suelo.

—[Bueno, no lo son, Roman. Estaban al tanto de Amity.]

—Oh. Maldita sea. Ah, Dios, soy un idiota —hizo el gesto de darse una palmada en la cara con la palma de la mano—. Wow, ahora me siento mal. Deberías habérmelo dicho y habría robado algo más. ¡Y aquí estaba yo tratando de crear una distracción para ayudarte! Solo me pregunté cuál sería la mayor distracción que podría causar. Oh, Cinder, lo siento mucho.