Había pasado un mes desde la últimas vez que vi a cinco y hasta el momento no sabía nada de él, no sabía dónde estaba o si estaba bien..
—Entonces vamos a ir a comer helado? – Preguntó been y la pequeña claire asintió.
—Extraño a mi tío cinco.. – Dijo claire.
—Él vendrá un día, se fue a trabajar..
—Claire ven a buscar tu ropa.. – Gritó Allison desde arriba y claire se fue.
—¿Tienes miedo? – Preguntó been.
—No..
—Parece que sí.. – Se acercó y me abrazó. —¿Que fue lo último que te dijo?
Flashback
Me jalo de nuevo quede más cerca de él, recargue mi cabeza en su pecho y luego me tomo fuerte del mentón para levantar un poco mi cabeza y besarme.
—Eres mía. – Dijo y me jalo del cabello suave.
Me sentía sumisa al estar así con él.
—Me encantas... – Me soltó y luego me acorralo en la pared, sus manos apretaban mi cuello levemente y el sonreía al hacerlo. —Me encanta como eres de sumisa.
El volvió a besarme está vez con más intensidad y luego le soltó bruscamente.
Fin de flashback
—Eh nada, dijo que tenia que hacer unas cosas.. – Solté a been.
—Bueno, es mejor que no esté aquí, no? – Preguntó y asentí un poco.
—¡Listo! – Dijo claire abrazándo a been.
—Vamos.. – Dijo y luego me miró. —Vienes?..
—Sí, claro..
(...)
Llegamos a casa y been cargaba a claire en los brazos ya que se había dormido.
—La llevaré a su habitación, me esperas? – Asentí y caminé hasta la sala.
En la mesa del centro había una caja pequeña como de un obsequio, era de un color rojo intenso y era muy llamativa.
—Mamá?.. – Grace salió de la nada y se acercó a mí.
—Sí? Cariño.. – Sonreí.
—De quien es el obsequio? – Pregunté.
—Es para ti, linda.. Un señor lo dejó para ti..
—Que extraño.. – Lo abrí y adentro tenía una cadenita.
—Esto también es para ti. – Dijo mamá acercándose con unas lindas rosas rojas.
—Oh, gracias.. – Las tomé junto con la cadenita. —Mamá sabes quien los mando?
—Cinco.. – Asentí y mamá se fue.
Suspiré y dejé las flores en la mesa junto con la cadena.
—Déjame adivinar, cinco. – Dijo Been recargado en el marco de la puerta.
—Mjum..
—Los chicos no están salieron a comer juntos sin nosotros. – Comencé a reír.
—No seas envidioso, vamos a preparar algo.. – Entramos a la cocina y me acerque a la nevera.
—¿Qué hacemos? – Pregunté.
—Podemos hacer tacos.. – Asentí y saque algunos ingredientes.
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La Obsesión De Cinco Hargreeves.
DiversosSEGUNDA PARTE. •Faltas de ortografía •NO permito copias.