La Obsesión De Cinco Hargreeves.

12

Salí de la cabaña y caminé para ir al patio trasero, miré como been estaba tocando el agua de la piscina y sonreí un poco.

-Me dijeron que me estabas buscando.. - Él se levantó y me miró.

-Sí, solo quería asegurarme de que estuvieras bien..

Me acerque y asentí.

-Estoy bien.. Vamos a la cabaña empieza hacer frío..

-Me quedaré otro rato aquí, tranquila.. - Asentí y comencé a caminar a la cabaña. -Oye.. __________.

Voltee a verlo.

-Lamento lo que paso en la academia.. - Dijo nervioso.

-No te preocupes por eso been, tranquilo.

Been tomó mi mano y luego me abrazó.

-No lo soporto, __________.

-No es tan malo en el fondo, tranquilo yo puedo controlar un poco..

-Five no tiene control y tú más que nadie lo sabe..

-No te preocupes been.. - Sonreí amablemente y acaricie su mejilla.

-Aveces.. quisiera ser él, solo para estar contigo.. - Nos quedamos en silencio. -Lo mataré si te lastima de nuevo.

-Tranquilo been.. - Sonreí y lo abracé.

-Te.. quiero.. - Dijo y sonreí.

-Yo más been.. Ahora vamos a dormir..

(...)

Me encontraba en la cocina, era de mañana y todos seguían dormidos.
Cerré los ojos un momento y luego escuché pasos, me levanté y noté a cinco en la barra, preparándose ¿un café? Sí, un café.

Fue raro como pasó por un lado de mí y no me dijo ni una palabra.

-¿Desayunaste? - Preguntó sin voltearme a ver.

-Aún no.. ¿Estás bien?

Saco una manzana del refrigerador y la puso frente a mí.

-Come la manzana y en el microondas hay hot cakes. - Dijo antes de salir de la cocina.

Salí detrás de él pero me detuvo klaus.

-Necesito que me acompañes a comprar unas cosas. - Dijo jalando mi brazo.

Salimos de la cabaña y comenzamos a caminar.

-Es muy temprano, klaus. - Dije reprochando.

-Es mejor temprano. Por cierto, cinco iba salir? - Preguntó y levanté los hombros.

-No lo sé, porqué? - Me volteó a ver y sonrió.

-Es obvio, estaba bien vestido supuse que saldrían juntos a desayunar..

-Pues no, hoy no me dijo nada ni se puso intenso como siempre.

-Eso huele a infidelidad. - Respondió.

-¿Qué?

-No es cierto, cinco solo tiene ojos para ti..

No respondí nada más y minutos después llegamos a un lugar de desayunos.

-Me trajiste a desayunar? - Dije emocionada.

-Ni loco, quieres que cinco me mate o que? - Quite mi sonrisa.

-Que hacemos aquí entonces?

-Voy a comprar unas pastillas para la gripe.. - Frunciendo el ceño respondí: