IZUKU PET

Cap 3- Aventura en el centro comercial

Izuku yacía en su cama, su mercancía de All Might no era tan numerosa como podría ser, y probablemente lo sería en un par de años, pero todavía tenía mucha. Toga todavía estaba en el baño, así que Izuku le consiguió más almohadas y una manta más ligera para compensar el inevitable aumento de calor corporal producido.

Finalmente, la puerta de su habitación se abrió y reveló a su mascota, solo para que él se sintiera abrumado por las endorfinas al verla.

Himiko se paró nerviosamente en la entrada de la habitación usando nada más que una de sus camisas y bragas, sonrojándose tímidamente mientras intentaba bajarse la camisa para cubrirse, incluso si él ya la había visto desnuda y la camisa era demasiado corta.

"¿M-maestro? Soy tu linda mascota, ¿verdad?" Himiko preguntó conscientemente, sin mirarlo a los ojos.

Al escuchar esto, Izuku se levantó de la cama y la abrazó brevemente antes de soltarla y levantar su mirada para encontrarse con la suya en la barbilla y frotarle la cabeza.

"Eres la cosita más linda que he visto en mi vida y no tienes ningún motivo para sentirte cohibida. Solo recuerda, eres mi pequeña y linda niña buena. Ahora ve a acurrucarte en la cama y podremos abrazarnos hasta la mañana". Izuku le dijo, yendo al baño y lavándose antes de acostarse y regresando, volvió a la cama y la rodeó con sus brazos por detrás antes de congelarse.

"¿Himi? ¿Estás usando una camisa?" Preguntó Izuku, congelado mientras movía su mano sobre su estómago, confirmando que no lo estaba.

"¡No! Supongo que tendrás que abrazarme bien y cerca para mantenerme caliente, maestro. Oh, maldita sea". Dijo Himiko, empujando hacia Izuku, frotándose contra él.

Izuku inmediatamente sintió que la sangre fluía desde su cabeza hacia lugares más... interesantes, algo que Himiko definitivamente notó.

"¿Esto es para mí, maestro? ¿Puedo tocarlo? ¿Por favor?" Preguntó Himiko, una vez más frotando su trasero contra su polla ahora endurecida.

"¿T-quieres?" Preguntó Izuku, moviéndose incómodo. Una vez más estaba luchando por controlarse para no decirle que quiere su culo en el aire y su cara en la cama mientras la follaba sin piedad, golpeando su lindo trasero y viéndolo temblar y ponerse rojo. Sí, le gustaban algunas cosas.

"Sí, maestro. Por favor, deja que tu pequeña y linda zorra te dé placer antes de darme un gran regalo. ¿Por favor?" Dijo Himiko, frotándose los muslos para evitar su propia excitación, lo que finalmente provocó que Izuku volviera a presionar el botón de "joder".

"Fuera de la cama, de rodillas". Izuku gruñó, enviando escalofríos por la columna de su mascota mientras ella se apresuraba a obedecer. Por un segundo le preocupó que Izuku no estuviera dispuesto a dominarla, pero parecía que ese no sería el caso, para deleite de la chica dependiente de la sangre.

Izuku pronto la siguió fuera de la cama, quitándose el pijama y dejándolo en calzoncillos. Himiko se sentó de rodillas, usando nada más que bragas mientras se sonrojaba, mirando adorablemente a su maestro. Izuku caminó hacia su mascota, su dura y vestida polla presionando con fuerza contra la pernera derecha del pantalón donde la había colocado.

"Quítamelos." Ordenó Izuku, algo que ella se apresuró a hacer, bajando sus calzoncillos y recibiendo una palmada en la mejilla por la polla de su amo y dejando una mancha de líquido preseminal allí. Himiko besó la cabeza de la polla, untando más líquido preseminal en sus labios mientras miraba el pene grande, prácticamente salivando.

Medía aproximadamente 9 pulgadas de largo y una pulgada de diámetro, y el líquido preseminal rezumaba de la punta mientras sus pesadas bolas colgaban debajo.