Cap 20- Obsesiones, nombres de héroes y dragones

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Mei estaba segura de que algo andaba mal con ella.

Normalmente, simplemente trabajaría y trabajaría hasta desmayarse, luego continuaría trabajando de nuevo, pero aquí estaba, en una ducha y aseándose.

'¿Por qué me preocupa siquiera estar limpio? ¡Hay tantos bebés que podría estar haciendo ahora mismo! ¡Quizás como un dispositivo que ayude a los músculos! Espera, ¿por qué estoy pensando en él? Eh, no importa. ¿Quizás pueda hacer un dispositivo para vigilarlo y descubrir qué regalarle? Reflexionó Mei mientras terminaba de limpiarse. "Sería una pena si asustara a Músculos porque olía mal, probablemente no le guste eso".

Mei se secó y se vistió con ropa limpia, en caso de que 'Músculos' pasara por allí, antes de dirigirse a su computadora para programar la fábrica de nanobots en su pecho para colocar un dispositivo de escucha en su pecho.

SALTO DE LINEA

Rumi rebotaba en diferentes edificios mientras luchaba por seguir el ritmo de su viejo amigo, Ryukyu.

En realidad no habían intercambiado ninguna palabra ese día, pero por lo general se tomaban un descanso de la pelea muy pronto y pasaban el rato en lo alto del departamento de Rumi.

Normalmente, Rumi no tenía problemas para seguir el ritmo del héroe dragón, pero sus piernas no estaban al cien por cien debido a cierta *ejem* atención que recibió de su maestro esa mañana.

Tan pronto como despertó, lo encontró encima de ella, aplicando el peso suficiente para dificultarle la respiración y sonriéndole.

"Buenos días, conejita. Te voy a follar, quédate callada o despertarás a las otras chicas". Susurró Izuku antes de deslizarse dentro de ella y obligarla a reprimir un gemido ante la repentina penetración.

Rumi tomó su mano y se la puso en la garganta antes de recostarse contenta para poder disfrutar.

El héroe conejo salió de sus recuerdos con una pequeña sonrisa en su rostro cuando vio que el héroe dragón había vuelto a su estado habitual y se había sentado en una de las sillas de jardín que mantenían en el techo para esos descansos.

"Maldita sea, ¿te estás haciendo vieja conmigo?" Dijo Ryukyu con una sonrisa.

Rumi aterrizó en la azotea y comenzó a caminar hacia la segunda silla, sus poderosas piernas temblaban con cada paso hasta que colapsó en su asiento. "Ja, ja, eres tan gracioso". Dijo Rumi sarcásticamente. "Mis piernas están un poco doloridas y desgastadas".

"¿Por qué? Hoy ha sido bastante lento, y dudo que hayas hecho ejercicio últimamente, así que eso sólo te deja- ¡PERRA! ¿TE ACOSTE? ¿QUIÉN?" El héroe dragón se enfureció, enojado porque su amiga había encontrado a un chico antes que ella.

"Mi nuevo amo. Me convirtió en su conejito mascota y me folla bien y duro. Incluso despertó a su conejito con una sorpresa muy agradable, si me entiendes". Dijo Rumi con aire de suficiencia mientras sacaba un refresco del pequeño refrigerador.

"¿Y te trata como a una mascota? ¿Lo encargaste de un catálogo o algo así?" cuestionó Ryukyu mientras tomaba un trago para ella.

"No, nos reunieron un par de personas diferentes, siendo All Might uno de ellos. Te dije que deberías haber pedido su ayuda como lo hice yo". Dijo Rumi. Planeaba preguntarle si su mejor amiga quería convertirse en la nueva mascota de Izuku, no sin antes dejarla retorcerse un poco.

"¡Oh! Perdóname por no querer pedirle a un hombre de treinta años que me ayudara a encontrar una pareja sexual cuando tenía dieciocho como lo hiciste tú. Me acabo de graduar y pensé que podría encontrar una yo mismo". espetó Ryukyu. Normalmente, ella no estaría tan enojada, pero simplemente no creía que esto fuera justo.

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