Loto negro-|Bakutodo|( ADAPTACIÓN)

CAPÍTULO 1

Shinjuku es una conocida zona residencial de alta gama y lujo ubicada en Tokio.

Frente a una hermosa villa clásica de estilo europeo, un Audi Q7 negro entra lentamente al patio deteniéndose.

-Señor, ha vuelto- El mayordomo lo saludó respetuosamente tomando las llaves del auto

-Sí.-respondió Shouto Todoroki quitándose el suéter antes de entrar a la casa, se detuvo y luego preguntó.

- ¿Ha vuelto?

-Sí, señor, volvió al mediodía.-su viaje fue largo y agotador, ahora se encuentra descansado en su estudio.-Respondió el mayordomo después de un momento de aturdimiento.

Shouto se apresuró a subir al segundo piso después de escuchar la respuesta que quería. Mientras caminaba, recordó que no había visto a su esposo durante una semana, realmente lo extrañaba mucho, pero no lo mostraba en su rostro.

Al detenerse en la entrada del estudio, Shouto levantó la mano para llamar a la puerta, pero dudó, bajó lentamente la mano dando un pequeño suspiro para finalmente decidirse a tocar suavemente la puerta.

-Katsuki ¿puedo entrar? -el mencionado no respondió.

-Katsuki, ¿Estás ahí?

Todavía no hubo respuesta en la habitación.Shouto abrió suavemente la puerta y entró. Lo que llamó su atención fue el rostro adormecido de la persona que estaba apoyada en el sofá.

Shouto se agachó lentamente y miró el rostro perfecto y masculino durante largos segundos, extendió la mano y tocando la frente de su amado murmuró- ¿Algún día pondrás interés en mí?

El bicolor se acercó a la ventana, recogió los documentos esparcidos por el suelo y observó un portafoto en la mesa.

En la foto aparecían dos adolescentes sentados frente al piano, ambos mirando a la cámara con una sonrisa deslumbrante.

Shouto mostró una sonrisa amarga y llena de tristeza, reconoció naturalmente a estas dos personas, una es su esposo, con quien ha estado casado durante tres años,Katsuki Bakugo, el jefe del grupo familiar Bakugo, y la otra es la persona que su esposo siempre ha amado y ha estado presente en su corazón ...

-¿Quién te permitió entrar? - Sonó una voz llena de magnetismo.

Al escuchar esa voz familiar, el bicolor se dio la vuelta rápidamente y quiso volver a poner la fotografía en su sitio, pero debido a tanta tensión, sus manos no pudieron sostener el marco de fotos firmemente cayendo al suelo con un chasquido.

-Yo ... solo... simplemente no lo mantuve firme, no quise hacer eso.- Shouto se apresuró a darse la vuelta para disculparse y se arrodilló para recoger los restos del marco roto.

Katsuki dio un paso adelante y empujó al de tez blanca. Rápidamente tomó el marco y lo revisó, después de confirmar que las fotos del interior estaban intactas, se sintió aliviado.

Shouto volvió a ser empujado hacia atrás y se tambaleó unos pasos, mientras tanto Katsuki miraba la foto con ojos soñadores, Shouto solo podía sentir envidia ante tal situación.

-¡Se rompió! -Una fuerte bofetada al rostro del bicolor rompió el silencio abrumador que se había formado en el estudio.

Shouto acaricio su rostro enrojecido y lastimado, giró lentamente si rostro para mirar a Katsuki, quien se mostraba hosco y enojado frente a el.

El cenizo lo agarró del cuello y gritó.- ¿Quién te dio permiso para entrar aquí? ¿Quién te crees que eres para tocar mis cosas, tanto es tu odio hacia ella? Incluso si todos sus rastros en esta casa desaparecen, nunca dejare de amarla. Porque tu... ¡No me gustas ni un poco!

El cenizo sentía que el hombre frente a él era extremadamente hipócrita. La amante del que había estado enamorado durante muchos años desapareció repentinamente después de una ruptura. No se encontraron noticias sobre su amada. Todos los días bebía vino para evitar el dolor, no sabía qué tácticas uso Shouto para convencer a su madre de casarse con él.

Al ver que el bicolor comenzaba a temblar nuevamente por su toque, el enojo de Katsuki aumento más.

- Si no fuera por mi madre que me obligó a regresar, ¿crees que vendría a esta casa a ver tu mirada hipócrita? Me enferma ver tu rostro con esa expresión rígida.

Después de decir eso, soltó su mano con disgusto.

-Solo quiero verte. Hace una semana que no estoy a tu lado... te extraño mucho.-dijo Shouto con un rostro triste.

- ¡Fuera de aquí! ¡No quiero volver a verte!

¡Bang!

Shouto le dio la espalda a la puerta cerrada y miró su mano sangrando a causa del vidrio, un destello de amargura y tristeza comenzó a extenderse en su corazón.