El día del banquete había llegado, una gran cantidad de reporteros se habían aglomerado, cada uno estaba listo para tomar las mejores fotografías, ya que está fiesta iba a reunir a grandes empresarios y celebridades.Shouto se cambió y se puso ropa cuidadosamente seleccionada, un traje formal azul claro fue el elegido, hacía que su piel fuera más clara, obteniendo halagos por parte de Eli.
Tan pronto como bajó, vio que ya había muchos invitados. Todos eran celebridades que a menudo aparecían en las noticias. Se hablaban entre sí e ignoraban a Shouto , quien estaba frente a ellos.
Era notorio lo mal visto que era Shouto frente a aquellas personas, para ellos era un simple muchacho que se casó por interés.
Sintió que estaba un poco fuera de lugar, así que se retiró y quiso subir las escaleras, pero su cuerpo impactó contra uno más grande.
-Lo siento... no quise hacerlo. –El bicolor se disculpó rápidamente y miró a la persona con la que había chocado.–¿Kirishima ? ¿Cuándo regresaste?
-Regresé hace unos días y vine a asistir a la fiesta de cumpleaños del idiota de tu esposo y por unos asuntos de trabajo.
Al ver la cara de Shouto más pálida de lo normal, Eijiro preguntó –¿Estás bien?
-Me siento un poco incómodo quiero subir y descansar. –Shouto no sabía que excusa inventar. Su dolor de estómago se había vuelto más serio en los últimos dos días, los analgésicos ya no estaban surgiendo efecto.
-Bueno, aquí te estaré esperando , no te preocupes.
Cada vez había más gente en el banquete, rápidamente se convirtió en una reunión de conversación, donde todos se comunicaban para sus propios propósitos.
Eijiro se encontraba parado en un lugar discreto con una copa de vino, observando los movimientos de las personas, de repente miró a un lado cruzándose con un par de anteojos con montura dorada, el rostro de aquel hombre era realmente hermoso, su perfilada nariz junto a sus innumerables cabellos rubios lo volvían realmente atractivo, la mirada de Kirishima era tan intensa logrando que el rubio lo notara, los dos se miraron el uno al otro por un momento, luego levantaron la copa de vino en su mano y asintieron.
Hubo un ruido en la puerta, y los invitados miraron hacia la puerta uno tras otro. Kirishima sabía que era el protagonista de hoy y efectivamente, vio a Katsuki con ropa formal negra. Su rostro exquisito y hermoso siempre se mantenía alejado de las personas a miles de kilómetros de distancia con un toque de indiferencia.
Ahora que el protagonista estaba presente, el banquete había comenzado oficialmente.
Katsuki fue rodeado por muchas personas que querían ofrecer un brindis. Solo tomó una copa por cortesía de un amigo que conocía. El cenizo simplemente no quería beber, aquello fue una señal para que las demás personas desistieran en insistir.
Eijiro tomó una copa de vino y se acercó. –Feliz cumpleaños, cada año te ves más amargado.
Katsuki recibió la bebida y la bebió. –Idiota. –respondió el cenizo mientras su mirada recorría todo el salón.
- ¿Qué estás mirando? ¿Estás buscando a Shoö?
-¿Qué?
- ¿Te pregunté si estabas buscando a tu esposo? –Preguntó Kirishima , mirando a la persona que tenía delante.
-Sí, siendo mi esposo ni siquiera asistió al banquete para atender a los invitados ¡Se está volviendo cada vez más presuntuoso!
Eijiro movió la cabeza lentamente. – Siendo tu esposo no sabes donde esta o como se encuentra de salud, hace un momento me lo encontré no se siente bien y fue a la habitación a descansar.
-¿Está enfermo de nuevo? ¿Acaso es un muñeco de porcelana? No lo conoces solo está fingiendo, como siempre lo ha hecho, su pequeña actuación no hará que cambie el concepto que tengo hacia él.
Kirishima negó levemente con la cabeza, a punto de decir algo, pero sus palabras quedaron en el olvido al ver bajar a Shouto por las escaleras.
-La persona que estás buscando está aquí, y ustedes dos van a brindar juntos ahora mismo, no la cagues más Katsuki. – Eijiro se dio la vuelta y se fue.
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Loto negro-|Bakutodo|( ADAPTACIÓN)
FanfictionDespués de tres años de esfuerzo inútil, todo lo que Shouto consiguió fueron unos ojos fríos y un cuerpo llenos de cicatrices. Tan sólo podía observar con melancolía aquel anillo en su mano que representaba una promesa rota. Adaptación sin fines de...