CAPÍTULO 6

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Después de que la herida de Shouto sanara, quiso levantarse de la cama y caminar. Finalmente salió por la puerta de la sala mientras Yasu estaba distraído.

Aún sentía algo de dolor en su cuerpo, se apoyó contra la pared para descansar un rato, de pronto sintió un fuerte mareo y su cuerpo se desvaneció. Shouto espero el fuerte golpe contra el piso, pero este nunca llegó.

-Ten cuidado, ¿estás bien? - Preguntó una dulce voz.

Shouto abrió los ojos para ver a la persona que lo sostenía frente a él, dos preciosos hoyuelos embriagadores conformaban aquella sonrisa particularmente brillante.

Después de recuperarse, rápidamente apartó la mano que lo sostenía, pero volvió a caer debido a la debilidad de su cuerpo.

-Ten cuidado. ¿Acaso quieres que te siga abrazando, pequeño?

Shouto retiro nuevamente la mano que sostenía su cintura y lentamente le dijo al hombre.

-Suéltame.

Izuku Midoriya estaba visitando a un amigo que estaba en el hospital, y tan pronto como estaba a punto de irse, se encontró con Shouto, quien se tambaleaba así que decidió acercarse y ayudarlo.

- ¿Te mantendrás firme después de que te suelte? ¿Eh? -Izuku miró como el hombre se sonrojaba por la vergüenza.

-¡Dije que me soltaras, déjame ir! -Shouto comenzó a temblar de nuevo, empujando sus manos con fuerza.

Al darse cuenta de que había algo mal con la persona en sus brazos, Izuku soltó su mano, solo para ver como Shouto caía lentamente al suelo y su cuerpo empezaba a temblar constantemente. Izuku se quedó atónito por un momento cuando miró la cara familiar y luego dijo con alegría.

- ¿Shouto Todoroki ? Eres realmente tú. No te he visto en tantos años. No esperaba encontrarte aquí. ¿Te acuerdas de mí?

Shouto lo miró tratando de analizar las palabras dichas por el hombre. Poco a poco el piso dejo de girar, así que se levantó lentamente apoyándose contra la pared, ya de pie observo a la persona que lo miraba con emoción, jamás olvidaría aquellos orbes verdosos, aquellos que siempre lo observaban con ternura y admiración. Finalmente recordó, era el hijo más joven de la familia Midoriya , aquel que se le confesó frente a todos los profesores y estudiantes de la escuela secundaria, pero tuvo que rechazarlo directamente ya que desde ese entonces siempre había tenido sentimientos por Katsuki, pero Izuku Midoriya nunca dejó de perseguirlo, pero después de la graduación ya no mantuvieron contacto.

-Joven Izuku, ¿Cómo podría olvidarlo? - Dijo el bicolor con una sonrisa.

Midoriya soltó una fuerte carcajada.-no me llames así, solo llámame Izuku. -el más alto se rascó la cabeza y sonrió avergonzado. -Por cierto, ¿ cómo es que te lastimaste la cabeza?

-Nada, me caí accidentalmente y me golpeé contra la mesa del comedor. -La sonrisa de Shouto se desvaneció.

Izuku sintió que las cosas no eran tan simples como las narraba Shouto. Trato de analizar el momento y levantó la cabeza, su mirada se centro en el anillo que llevaba Shouto en la mano derecha -¿Estás herido y hospitalizado y nadie te cuida? ¿Dónde está Bakugo ? ¿No vino? -el bicolor se quedó inmóvil, sin saber qué hacer o cómo responder.

-Él ... se acaba de ir, yo lo envié a casa a descansar.

Izuku lo miró desconcertado- ¿todavía te sientes mareado? ¿te ayudo a regresar a la habitación?, ¿no te has lastimado? ¿Cómo puedes salir con tu lesión?

-No, iré solo, no necesito tu ayuda.– Shouto evito tener contacto con la mano extendida de Izuku, se dirigió hacia su habitación mientras se sostenía de la pared.

-Realmente no te gusta que otros te toquen, sigues igual a como eras en la escuela. En ese momento, no entendía porque las personas hablaban mal de ti. Pensé que eras una persona inhumanamente arrogante.

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Shouto se dirigía a duras penas hacia su habitación, seguido de Izuku, quien a pesar de la negativa dada por el bicolor igualmente lo acompañó, caminó junto al más bajito, y le contó con entusiasmo sobre las anécdotas que había pasado en la escuela secundaria. Shouto , que había estado reprimiendo sus emociones estos días, también se sintió mucho mejor y empezó a sonreír.

Yuri esperaba ansiosamente en la puerta y finalmente dejó escapar un suspiro de alivio cuando Shouto regresó.

-Señor, finalmente regresó -el hombre rápidamente le sirvió un vaso de agua y se lo acercó. El mayordomo notó a la persona que estaba al lado del bicolor y preguntó-¿y usted es...?

Shouto tomó el vaso y dijo lentamente-Su nombre es Izuku Midoriya, fue mi compañero de clase junto a Katsuki.

-Ya que te traje sano y salvo, es hora de que me retire. No me conviene quedarme aquí. Este es mi número de teléfono. Me mantendré en contacto contigo más tarde. - Izuku sacó una tarjeta de presentación y se la entregó a Shouto , mostrando una hermosa sonrisa.

-Bueno, gracias - respondió el bicolor, mirando esos ojos que siempre lucían encantadores.

-Shouto recuerda contactarme. No te he visto en tantos años. Realmente te extrañé. Cuando estés recuperado, te invitare a salir. – Izuku se alejo e hizo un gesto con la mano antes de entrar en el ascensor. Ya adentro el de ojos verdes sonrió-Realmente valió la pena venir al hospital hoy -Se quedó mirando el teléfono y sonrió de nuevo.

Yuri miró hacia la dirección en la que Izuku se había ido- Señor, ¿es ese el hijo menor de la familia Midoriya?

-Sí.-Shouto respondió y se recostó en la cama mirando la tarjeta que le había en entregado Izuku.

-Dreams Music Studio. -Shouto leyó en voz baja, realmente Midoriya había sido capaz de lograr sus sueños.

Yuri miró la tarjeta de presentación en la mano de Shouto con expresión preocupada. -Señor, su esposo no estará muy contento con esto, es mejor que tiremos la tarjeta.

-Si, tienes razón.

En un abrir y cerrar de ojos el bicolor fue dado de alta del hospital, y Katsuki nunca lo visitó ni una sola vez.

Finalmente lo habían dado de alta, tantos días hospitalizado lo habían abrumado, guardo con suma paciencia algunas de sus pertenencias en un pequeño bolso, antes de dirigirse a la puerta acomodo su flequillo, quería tapar aquellas horribles cicatrices que marcaban su frente.

Al salir del hospital sintió una ligera ráfaga de viento golpear su rostro, acomodo nuevamente su flequillo y observó como las hojas caían lentamente de los árboles, el otoño se acercaba, así que no tuvo mejor idea que dirigirse a un centro comercial y comprar algunas prendas abrigadoras.

Al llegar, pagó al taxista y se bajó del vehículo, dijo un ligero gracias e ingreso al establecimiento, recorrió diferentes puestos tratando de buscar algo acordé a sus gustos, sin embargo su pequeño momento de paz fue arruinado por unas voces bastante familiares, dió la vuelta lentamente, sabía que debía irse y no lastimarse aún más, pero su accionar fue más rápido que sus pensamientos, frente a el se encontraba Katsuki junto a Ochako, la pequeña castaña sostenía un abrigo color beige.

-Kats ¿crees que este color me queda bien? -Ochako se miraba al espejo mientras fruncía el ceño.

-Bueno, me gusta mucho que uses este color, te queda muy bien.– Katsuki caminó hacia el espejo y lo miró con ternura rodeando a Uraraka con sus brazos.

Shouto simplemente se quedó paralizado en su lugar, mirando la complicidad con la que ambos hombres se trataban, aquella escena pulverizó su corazón . El había sido internado en el hospital por culpa de su esposo, sin embargo, nunca vino a verlo ni una vez. Pensó que el trabajo en la empresa lo mantenía ocupado y por ende no podía escapar de sus obligaciones, pero la realidad era otra, él estaba con Ochako.

Katsuki siempre lo había tratado con indiferencia durante mucho tiempo. Shouto pensaba que era parte de la personalidad del cenizo, pero no era así, ahora que veía la manera tan gentil y considerada de Bakugo hacia Ochako.

Tanto el cenizo como Ochako se encontraban divirtiendo, cuando la castaña quiso decir algo, sus ojos se cruzaron con los de Shouto , aquellos orbes Marrones reflejaban burla y odio.

Loto negro-|Bakutodo|( ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora