Terminaron de ver la película y jugaron al escondite.
Le toco contar a Bingo.
-Treinta y cuatro... treinta y cinco... treinta y seis... treinta y siete... treinta y ocho... treinta y nueve... y... cuarenta- contaba Bingo -más vale que ya se hayan escondido-.
Mientras tanto con Mackenzie y Bluey
-Espero que no nos encuentre- dijo Bluey.
-Yo igual- respondió Mackenzie.
-¿Oye que te pasa que cruzaste tanto tus piernas?- pregunto Bluey.
-Eh... es que...¿como te digo?- respondió Mackenzie -*suspira* es que se me...paro-.
-¿Pero por que?- pregunto Bluey.
-Eh, no se- respondió Mackenzie sabiendo en realidad porque le paso eso.
-Ya se porque te paso- dijo Bluey -pero lo único que te digo es que no por estar apretados aquí te vas a pasar de listo-.
-Porque, ¿que pasa si Bingo nos encuentra y nos ve en esto?- dijo Bluey.
-Esta muy pequeña para ver eso y nosotros igual lo estamos para hacerlo- siguió Bluey.
-Pero una vez a las quinientas...- dijo Mackenzie.
-Esta bien, pocas veces, si se puede- dijo Bluey -pero todos los días no-.
-Ok, tienes razón- dijo Bluey.
-Lo que hicimos ayer, solo fue algo pequeño... bueno en realidad pensando no fue algo pequeño pero igual- dijo Bluey.
-Y ahora callémonos porque Bingo puede venir- dijo Bluey.