Capitulo 11

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— ¡¿Podrías dejar de seguirme?! — cuestiono Jisung con descontento.

— Hasta hace unos días no te quejabas de que lo hiciera — argumento el mayor.

— Porque creí que eras solo un gato — inquirió molesto.

— Puedo serlo si quieres — propuso.

— No, no quiero, alejate de mi — exigió el menor alargando sus pasos para dejarlo atrás.

Minho rodó los ojos con impaciencia y aceleró el paso hasta alcanzar a Jisung. Cuando su distancia se acortó, sujeto su brazo con ímpetu para detener su avance.

— Jisung, se que estás molesto por qué te abandoné, pero era necesario en ese instante — explico con sinceridad.

— Yo lo sé — respondió Jisung antes de girarse hacia el más alto con una expresión decidida — Pero en este lapso de tiempo reflexionando, me he dado cuenta de que nuestra relación no era sana, yo tenía una dependencia hacia ti y me dolió cuando decidiste alejarte, he tratado de sobrellevarlo y me iba bastante bien hasta que regresaste — Minho comprendió las palabras de Jisung y con suavidad tomo sus dos manos y observo sus ojos mostrando total sinceridad.

— Podemos remediarlo — agregó — la pulsera que llevas en tu muñeca me permite acercarme completamente hacia tí — Jisung se sorprendió por la declaración y observo el regalo de Seungmin con una confusión evidente — No te la quites — imploro — La razón por la que no quería a Yeosang cerca de ti es por qué el te vuelve mas humano.

— Soy un humano — recalco el menor.

— También eres un ángel... y eso es lo que me permitió mantenerme pacífico cerca de tí — explico con calma.

— ¿Es por eso que desaparecias cada vez que Yeosang estaba cerca? — pregunto con inquietud, pues recordaba ver al felino retirarse cada vez que el rubio hacia presencia, Minho respondió positivamente la pregunta — ¿Cómo puedo asegurarme de que esto no es una mentira?.

— ¿Por qué lo sería? — cuestionó, ofendido por la desconfianza.

— Me has ocultado cosas, Minho — agrego con desengaño.

— Esto es verdad — aseguro, Jisung no podía evitar dudar de su veracidad, entonces lanzo una pregunta para comprobarlo.

— Dime, ¿Tu estás implicado en la muerte de Jay? — pregunto con una leve esperanza de que esté no lo estuviera.

El innegable silencio de Minho respondió automáticamente la pregunta, sembrando total decepción en el menor.

— Prometiste que no volverías a hacerle daño a nadie — recordó con un nudo en la garganta producto de la desilusión.

— Lo siento — fue lo único que Minho pudo responder con la culpa pesando en su conciencia.

— Ya tengo que irme — aseguro el menor con decisión, avanzando a pasos grandes, dispuesto a perder de vista a Minho en las enormes calles de su vecindad para poder liberar su dolor en soledad.

— No voy a dejarte ir — advirtió Minho antes de que se perdiera en el paisaje.

(...)

— ¡No puedo creer que no sepas por qué la arrancaste! — se quejó Seungmin con frustración.

— Es que no lo sé, simplemente lo hice — admitió Changbin — la página resaltaba más que las otras, creí que era algún acertijo.

— ¡Eres un idiota! — blasfemó el más alto.

— Hey!, tampoco es para que me insultes — finalmente, el agente perdió la paciencia y recogió sus cosas de la habitación.

— ¿Sabes que?, no voy a seguir ayudándote a buscarla en este mugrero, si la encuentras llámame — aviso con irritación.

— No me has dado tu número — Seungmin se detuvo en medio de la puerta, volteando a ver al pelinegro con algo de conjetura.

— Voy a dártelo si prometes no llamarme para estupideces — advirtió.

— Creí que ya éramos amigos — soltó Changbin con desilusión.

— No, no lo somos — corrigió con seguridad.

— Claro, olvidé que eras un marginado antisocial — murmuro Changbin.

— Pues parece que no soy el único — señaló el agente.

— Al menos yo disfruto de lo que hago y no soy un esclavo del trabajo — atacó el hacker.

— Al menos yo me baño — contra ataco el agente, logrando ofender al pelinegro.

— L-la regadera electrica no funciona — se defendió con pena.

Seungmin sonrió con satisfacción ante su victoria y dejo una de sus tarjetas en la sala antes de salir del domicilio.

Changbin tomo la tarjeta con algo de satisfacción, pues conseguir el número de aquel agente le había resultado más sencillo de lo que se esperó.

Con algo de cautela, recorrió la habitación nuevamente, detrás del respaldar de su cama se escondia la arrugada hoja que Changbin había hurtado de aquel libro ancestral.

— ¿Por qué es tan importante para tí? — pregunto al aire, como si Seungmin aún pudiese escucharlo.

Con cuidado, comenzó a leer el escrito lentamente, tratando de descifrar lo que las palabras querían abordar.

En la vasta pradera, donde el reino se alza, 
dos príncipes reinan, cada uno con su faz, 
sus auras divergentes, como día y noche, uno esconde oscuridad y avaricia, el otro optimismo y valor. Uno destaca en su ambición y superioridad, el otro en la  pasión y sensualidad.
Pero ambos tienen el mismo propósito, gobernar.

La disparidad de estos hermanos los hace Inseparables  y enemigos al fin.
Traición y codicia tejen su cruel desdén en lo profundo de su hermandad. Construyendo una historia de horror de dos príncipes insanos.

— ¿Pero quién es quien? — se pregunta Changbin con una notoria frustración ante la falta de respuestas a sus dudas.

(...)

Ya en el basto espacio de su depósito, se mostró una enorme repisa de reliquias antiguas y artefactos de procedencias ancestrales.
Seungmin camino con irritación hacia uno de los estantes para guardar el libro incompleto que contaba un fragmento de la historia de su linaje.

— Me pregunto si eres hábil con los acertijos — soltó en medio del silencio sepulcral de la habitación.

El libro fue cuidadosamente depositado en el último cajón de la repisa, junto a algunas reliquias antiguas y sagradas que su linaje le había otorgado a su padre.





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Hoy no hice encuesta pero quería publicar este capítulo por qué si jejejje

EL PRAKLOO 2 (Segunda Temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora