EL PRAKLOO 2 (Segunda Temporada)

Capitulo 1

En el día de su nacimiento fue bautizado como Han Jisung, ente híbrido entre hombre y ángel, encarnando el pecado de nuestro arcángel más sobresaliente, cuyo nombre ha sido prohibido por ley, y cuyo cuerpo fue consumido por el fuego hasta desvanecerse de la faz terrenal y celestial debido a su irreversible pecado.

Han Jisung, hijo del pecado y ahora un transgresor señalado por los delitos de traición, tras haber entablado una alianza con el Demonio de la ira.

"Sobre mis hombros recae la carga de su traición, y con mi alma garantizo el retorno de Han Jisung al sitio que le corresponde."

Absorto en sus pensamientos, el de cabellos castaños se recostaba en las sillas de roble del comedor de su institución.
Pequeños estallidos surgían de la boca de su mejor amigo mientras este disfrutaba de un abultado sándwich de carne, probablemente arrebatado de su propia lonchera.

— Cierra la boca cuando comes — reprendió con una expresión de disgusto.

— Tú también lo haces — acusó el pecoso, con un toque de ofensa, para luego beber un sorbo de jugo y facilitar la disolucion del alimento.
Este tipo de discusiones eran comunes entre los amigos.

— ¿Hablaste con tu novio vampiro? — preguntó.

— No es un vampiro — corrigió por décima vez en el día.

— Entonces, ¿por qué siempre usas una bufanda en pleno verano? — señaló la prenda de lana gris que adornaba su cuello.
Jisung acomodó la bufanda con manos temblorosas, sus mejillas se tornaron rojas y aclaró su garganta antes de responder con una excusa ingeniosa.

— Tengo alergias — espetó con una seguridad poco creíble.
Felix esbozó una sonrisa irónica incapaz de creerse tal pretexto.

— Claro, y yo soy australiano — soltó "inteligentemente" sin percatarse del error en su declaración.

— Pero... en realidad lo eres.

— No cambies de tema. ¿Qué te dijo Minho?

— Bueno, él... — una voz interrumpió de repente.

— Hola — se entrometió un joven rubio — ¿Jisung, verdad? ¿Me recuerdas? Soy Yeosang, el de los lápices — saludó alegremente con un tono cálido y amigable.
Jisung revisó en su archivo de recuerdos antes de reconocer el rostro familiar del rubio.

— Yeosang, claro, te recuerdo — respondió con una sonrisa — el es Felix, mi mejor amigo — señaló, y el mencionado hizo una pequeña reverencia con la cabeza acompañada de un educado "hola".

— Un gusto, Felix. ¿Les importa si me siento con ustedes? — señaló el espacio vacío en la mesa.

— Por supuesto que no, adelante.

Yeosang colocó su lonchera sobre la mesa y se acomodó en el espacio después de obtener la aprobación de los jóvenes amigos.
La conversación fluyó rápidamente con naturalidad, mencionando trivialidades y descubriendo gustos similares en los que acertaban; sin embargo, en esta interacción, Felix se sintió excluido, incapaz de encontrar la forma de encajar en los temas de conversación. Sus intentos de participar eran anulados por el nuevo intruso cada vez que mencionaba alguna palabra o tema similar, como si todo fuera parte de un complot para excluirlo por completo de su pequeño círculo social.