Diario, no escribí durante dos días ya que estuve muy ocupado con la tarea.
Y se que no es normal en mi hacer los estúpidos labores escolares, pero Lau enfermo y voy de estúpido a ofrecerme para llevarle todos los apuntes que hicimos en clase, además de las tareas claro.En fin, hoy es 15 de Agosto, Sábado. Ya llegó el fin de semana, los mejores dos días de mi vida, no voy a la escuela y mi mamá no está ¿Que más puedo pedir?
Aunque también me preocupa que no he visto a mi mamá, estos dos días estuvo ausente, ni siquiera a dormido en la casa, puede ser mala pero me preocupa, es mi familia al final.Me levante de la cama, eran las 10 de la mañana pero aún tenía algo de sueño. Me levante para ir al baño, ya ahi, hice mis necesidades y lave mi cara para quitar la flojera que aún tenía en mi cuerpo. Al salir del baño iba a volver al cuarto para agarrar mis lentes y mi teléfono, pero un olor... ¿Delicioso? llegó a mis fosas nasales. Me sobre salte un poco, se supone que estaba solo, no fui por mis lentes, solo baje al primer piso para descubrir quién estaba haciendo ese tan buen olor, sinceramente que no esperaba visitas ni nada por el estilo.
Cuando al fin llegue a la cocina quede petrificado, senti que me puse blanco y frío como un muerto, mi mamá estaba cocinando tocino y algunos panqueques.- Oh, hola cariño ¿Quieres desayunar? Te estaba esperando - Volteo a mirarme con una sonrisa dulce en su rostro.
Jesús, María y José ¿me pueden explicar quien me cambio a mi mamá? Porque esa no lo es, para nada lo es. Tenía una mueca de confusion en mi cara y parecía muerto, mi mamá noto eso, apagó la estufa donde estaba cocinando y volteo a mirarme.
- Miguel... Te estarás preguntando por que no volví a casa estos dias, no te voy a mentir, pensaba abandonarte. Pero me encontré con mi mamá, me llevó a su casa y me hizo que le explicara todo lo que te hice. Me regaño por horas e incluso me golpeo... No diré que no lo merezco, se que lo merecía - Sonrió un poco, juntando sus cejas y sus ojos se notaban cristalinas - No se como disculparme contigo, se que nunca obtendre tu perdón. Tu abuelita me ayudó un poco a como comenzar a disculparme y arrepentirme de mis acciones, empeze con algo sencillo pero iré mejorando, lo prometo.
No tenía palabras, abri la boca para hablar pero nada salía de mi, seguía súper impactado por el comportamiento de mi madre, sin duda me cambiaron la mamá. Hubo un silencio, después mi mamá empezó a verme más detalladamente, sonrió de nuevo aun con esos ojos rojos.
- Hace mucho que no veo tus ojos... Me hacen recordar a tu padre, te pareces mucho a el -
Ahí fue cuando mi cuerpo reacciono, de una manera horrenda, mis ojos se cristalizaron y no tardaron en caer las lágrimas. Mi mamá me tomó en sus brazos envolviendome en un abrazo, un abrazo tan cálido que jamás crei recibir se su parte, me recargue en su hombro y empeze a llorar en este mismo como si fuera un niño pequeño que solo quiere a su mamá. Mi madre comenzo a llorar del mismo modo, enserio que jamás había visto este lado de ella.
- Se que soy asquerosa... - Habló mi mamá con su voz temblorosa - pero no sabes el arrepentimiento que tengo, soy un asco hijo y enserio haría lo que fuera para que me perdones -
No dije nada, no tenía palabras correctas para esto, y creo que nunca las tendré, solo seguí abrazandola aferrándome cada vez más a su hombro. Después de un rato nos separamos y sonreímos al vernos con los mocos de fuera, jamás había sentido esto con mi mamá... Se siente increíble.
- Es mejor que ya te vayas a comer o se va a enfriar - Habló mamá limpiando las lágrimas de sus ojos.
- Si, claro - Me acerque a la mesa y me sente, había unos panqueques con tocino, una barra de jugó de naranja y un cartón de leche con chocolate.
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El Diario De Miguel || Papu x Pana
Fanfiction"𝑀𝑖 𝑑𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝑒𝑠 𝑙𝑜 𝑢́𝑛𝑖𝑐𝑜 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑒𝑛 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎"