16|| Dolor

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Buenos días, Lunes 9 de Septiembre.

¿Hace falta explicar lo que hago todas las mañanas? Espero que no, porque no tengo la suficiente energía para hacerlo. Pasemos directamente al escenario de yo entrando en la escuela, gracias.

—Miguel, tenemos que hacer la exposición y no me haz mandado tu parte de la exposición. — Axel estaba recargado en el casillero a un lado del mío, con una manzana en la mano medio mordida.

—Ya lo se, se me olvido mandartelo. —mentira, no lo hice.

Me cerro el casillero en la cara y me tomó por los hombros para sacudirme. Temi por mi vida.

—¡Si no me lo mandas te voy a echar del equipo! —me estrujo los hombros y yo solo saque un quejido de dolor. Me soltó y me dejó ahí en el casillero, todo mareado y con ganas de vomitar mi huevito con jamón que desayune en la mañana.

—Eres un desastre, niño. —Jonathan habló a mi lado, ni siquiera lo ví llegar, ¿quien se cree este idiota? cuando regrese la vista el ya estaba arreglando mi corbata.

Le aleje la mano con fastidio, mientras tanto Axel miraba a Jonathan con los ojos bien abiertos, parecía cuando en las caricaturas viejas salía una chica bonita y al protagonista se le salían los ojos y se le caía la mandíbula. Después el susodicho también lo miro con ojos de "hola beibi" y ambos iniciaron un contacto visual muuy largo, a decir verdad sentía que estaba de mal tercio ahi.

—Jonathan, el es mi amigo Alex. —hable para romper la tensión.

El pelinegro, con una sonrisa, le estiró la mano a Alex para darle un apretón. El solo la vio y estiró temblorosamente la suya también para unirla con la del otro. Volvieron a mirarse y se sonrieron, pero aún había tensión.

—No te había visto por aqui. —Alex habló, soltando su mano del otro.

—Oh, casi no vengo a estos pasillos, soy de último año y estoy en el equipo de básquetbol. De ahí conozco a mi compita Miguel. —Me agarro de los hombros y trate de alejarme.

—Oh, vale... De haberte visto no te habria olvidado. —Le dio una sonrisa y Jonathan sonrió también, una sonrisa muy grande. Al fin rompieron ese extraño contacto visual y volvieron a la realidad.

—Bueno, nos vemos más tarde en el entrenamiento, Miguel. Un gusto, Alex. —Se despidió con la mano y camino lejos de nosotros.

Voltee de vuelta y mi amigo seguía viendo la dirección en la que se había ido hace unos segundos Jonathan, juro que ví sus mejillas un poco sonrosadas. Abri los ojos como platos cuando ví este ligero tono rosado en su rostro, incluso en sus orejas.

—Alex, hay algo....

—Callate, no digas nada. —Me callo con su mano y se fue dando zancadas en el suelo—. ¡Quiero tu parte de la exposición para hoy!

—¿Adiós? —fue lo último que dije cuando Alex desaparecio de mi campo de visión.

(...)

Iba saliendo de mi tercera clase del día, tengo ocho en total y ya estaba harto. Nunca he sido de los mejores en la escuela, pero trato de no sacar menos de un siete, un nueve fue mi calificación más alta.

Bebía un poco de mi agua, cuando voltee estaba Luis en uno de los pasillos hablando con un chico, que si la memoria no me falla, es del Consejo estudiantil. Luis llevaba una coletita por el largo de su cabello, al principio me parecio ridículo pero no podía engañarme, sabia que se veía bien.

Volteo hacia mi por una fracción de segundo, después volvió a voltear por más tiempo y nuestros ojos se cruzaron, me sonrió desde el otro lado del pasillo, esa sonrisa boba que le hace a todo mundo. Me acerque a el solo para chismosear lo que hacia.

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⏰ Última actualización: Oct 19 ⏰

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