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Buenas, Martes 24 de Agosto.
Oficialmente un mes para mi cumpleaños número 16. Que miedo, cada día mi edad suena más sería.
Además, mi cumpleaños va a ser una mierda. Mi papá me visita cada cumpleaños para "pasar tiempo conmigo" pero solo se pasa criticandome y mi mamá le hace segunda, o le hacia. Este año ya es diferente. Pero solo es incómodo convivir con mi papá, además de que invita a su otra mujer, no es mala, pero simplemente es incómodo para todos. Igual podría escaparme con mis amigos a la plaza o yo que se.
Bueno, creo que ya ni hace falta describir todo lo que hago en las mañanas (solo me la paso diciendo que no me quiero levantar) Esta vez si me fui con mis amigos, incluyendo a Luis, en el auto de Alex, íbamos escuchando música mientras hablabamos de algunos proyectos que se acercaban, a pesar de que acabamos de entrar los maestros nos están metiendo demasiada presión, pero hago lo que puedo. Además de que había una leve tensión por culpa de Luis y mia, por suerte Leo los separaba en los asientos de atrás.
-Bueno -Habló Leo-¿Que quieren estudiar?.
Oh no, esa pregunta no.
-A mi me gustaría estar en ese tipo de cosas de la construcción o algo así. -Alex le sigue mientras conduce con la mirada enfrenté.
-Pues, mis padres quieren que sea abogado, parece buena opción. -Habla Cristian, despreocupado.
-Si tiene pintura y un pincel, es mi carrera. -Dice Luis mientras se señala con su pulgar.
-Si me lo preguntan a mi, sería algo que contenga la escritura. -Leo habla con una mano en el pecho, los ojos cerrados y la barbilla en alto.
Acto seguido, todos voltean a mirarme, incluso Alex que se ha detenido por el semáforo en color rojo que esta frente a nosotros. Sentido un escalofrío recorrerme, creo que jamás había pensado en una carrera para mi, y tampoco es como si tuviera que hacerlo, apenas entre a mi segundo año de preparatoria y ¿ya quieren que piense en mi carrera? no gracias.
-Pues no tengo una carrera pensada aún, todavía hay tiempo para pensar en eso. -Hago un ademán con la mano para restarle importancia.
-Sin presiones, Isaac. -Dice Cris con un pulgar arriba y me hace un pequeño guiño. Isaac es mi segundo nombre, y lo detesto.
-Te odio, Mateo. -Le doy un pequeño golpe en el hombro, mientras le habló por su segundo nombre al igual que el y se echa una carcajada, que al instante se me contagia, y en un instante hace que todos en el auto estén riendo al mismo tiempo. Una vibra que hace que la tensión desaparezca por completo.
Llegamos a la escuela y todos bajamos del auto. Una vez dentro nos dispersamos para ir al locker de cada uno, una vez que estuve en el mío deje mi mochila y solo saque el cuaderno de mi siguiente clase, además saque el libro que me había encontrado en el camión para ver si podía leer un poco en medio de mi clase. Por el rabillo del ojo, alcance a ver que alguien se acercaba a mi, y creo saber quién era por lo poco que alcance a notar.
