Por primera vez era una espectadora y no el espectáculo. Enya se sentía mucho más cómoda en el bando de los que observan. Estaban en el mismo pabellón en el que había realizado la ceremonia de bienvenida y la pista se veía mucho más abarrotada ahora que la ocupaban los Zhaltos. Pese a la altura a la que se encontraban sus asientos, divisó rápidamente a Iryan y a Zander. El primero lucía su hombrera negra, que estaba compuesta por dos piezas. El cuero era de color gris oscuro degradado a negro. A Enya le recordó a la marca de su mano izquierda. El segundo, en cambio, tenía una de color rojo de una sola pieza con chapas de metal en el guardabrazo a modo de decoración. Iryan había atado una cuerda verde alrededor del asta de su lanza, de la cual colgaba su emblema familiar y llevaba a su espalda un carcaj lleno de flechas y un arco de madera. Zander solamente portaba su espada enfundada en una bonita vaina color añil.
—¡Bienvenidos al vigésimo quinto torneo de Zhaltos de la academia Armos! —anunció Dralkov sirviéndose de un artefacto que ampliaba su voz—. En breves instantes dará comienzo la primera prueba del torneo, pero antes me gustaría explicar la razón de su existencia. Como bien sabéis, el vínculo entre Dhiras y Zhaltos es tan sagrado como los ángeles. Por eso, el corazón de este torneo reside en la determinación de los Zhaltos y en su deseo por ser los más aptos para sus Dhiras. Hace años que venimos haciendo lo mismo y este no será distinto. El ganador del torneo obtendrá el permiso de preguntarle a la Dhira de su elección por la condición que haya establecido.
Todos en las gradas aplaudieron y varios Zhaltos fueron incapaces de contener su excitación, por lo que Dralkov tuvo que carraspear para volver a captar la atención de todos.
—Sin más preámbulos, procederé a explicar la primera prueba: Dos equipos. Una reina y un rey en cada uno de ellos. Os daréis caza unos a otros en el bosque de gigantes. Ya hemos preparado un portal para enviaros allí. Para ganar el juego, la reina de un equipo debe tocar al rey del equipo contrario. Si un participante que no es reina toca al rey, la ubicación de este será revelada, pero ese participante quedará eliminado de la partida, a excepción del propio rey. Si una reina toca a la otra reina, en ese preciso instante, ambas se convierten en los reyes de sus respectivos equipos e intercambian su papel con los anteriores reyes, siendo estos las nuevas reinas. ¿Alguna duda?
El silencio de los Zhaltos se tomó como una negativa.
Se formaron varias filas. Los que la encabezaban metieron la mano en unas cajas que estaban sobre unas mesas de madera que habían distribuido por la pista. De las cajas iban saliendo pelotas de dos colores: verde y rojo.
—Los Zhaltos que saquen una pelota roja deberán pasar por el portal a su izquierda, los que saquen la verde, por el de su derecha —explicó Dralkov.
Zander e Iryan sacaron pelotas verdes. Andrews y Breen, rojas. Tras la explicación, todos dejaron sus armas, se dirigieron a sus portales y los traspasaron para llegar a sus zonas de inicio en el bosque de gigantes.
El bosque de gigantes estaba a una gran distancia de la academia. A caballo, se tardaría medio día en llegar. Los portales que utilizaron para poder llegar eran otro de los muchos artefactos mágicos que existían y Enya seguía preguntándose por qué la magia se perdió y no llegó a su presente.
Cuando todos los Zhaltos hubieron despejado la pista del pabellón, alumnos de otros cursos retiraron las mesas de madera y colocaron unos pequeños cubos en el suelo, formando varias líneas rectas. En un momento, los cubos comenzaron a flotar varios metros sobre el suelo y se desplegaron. Un hilo de luz conectó unos con otros y, de pronto, una imagen nítida de lo que ocurría en el bosque de gigantes apareció.
—Mi tío diseñó ese artilugio —mencionó orgullosa Rhiannon.
—¿Qué pasa si pierden la primera prueba? —preguntó Enya obviando el comentario.
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La Dhira de fuego
FantasiEnya se ve arrastrada a un viaje a través del tiempo después de tomar una decisión aparentemente trivial, y se encuentra sumergida en un mundo completamente ajeno al suyo. Lo más sorprendente es descubrir que ella misma posee poderes sobrenaturales...