𝙒𝙝𝙤 𝙖𝙧𝙚 𝙪? ☆ 𝙎𝙖𝙣𝙬𝙤𝙤

⠀👥️ 𓈃⠀ Capítulo 05 𓎆 ⭒ ꐑꐑ

Me desperté y pude notar que él no se encontraba a mi lado. Eso me alegraba, me resulta muy incómodo dormir con él, y sé lo he dicho, pero él dice que ya me acostumbrare, que sólo debo darle tiempo, sin embargo ya llevamos varios meses conviviendo juntos y me siento igual de incómodo que el primer día. 

Es muy vergonzoso tener que correrle la cara cuando me quiere dar un beso, me resulta muy extraño despertarme con él a mi lado. Quizás, todavía no entiende que él para mí es un desconodido, que no recuerdo nada de nuestro pasado, que no lo recuerdo, quizás todavía no se da cuenta que esto es difícil para mí, porque básicamente estoy conviviendo con alguien que no conozco, con alguien que no quiero. Es como si estuviera obligado a estar aquí, bueno en realidad sí lo estoy, porque nadie me preguntó a mí que quería hacer, nadie me preguntó si me quería mudar con él, nadie me preguntó si yo quería estar por varios meses en reposo, nadie me preguntó si me gustaría ir a la universidad o trabajar, aquí no tengo voz, todos deciden por mí, creyendo que saben que es lo mejor para mí. 

Me senté en el borde de la cama, me puse mis pantuflas y bajé a la cocina. 

Como todos los días, allí me encontré con Hana. 

—Buenos días Joven, lo estaba esperando para desayunar. 

—Buenos días Hana—. Le dediqué una sonrisa— ¿Quieres que te ayude a preparar el desayuno? 

—Oh no, no se preocupe, ya tengo todo preparado, sólo falta su ice americano. 

—¿Se fue?— Aunque no dije su nombre, Hana sabía muy bien a quien me refería. 

—Sí, se fue temprano, dijo que no lo esperemos para cenar, que llegaría tarde hoy. 

—Podrías tomarte el día hoy—. Sugerí. 

—Oh no, no quiero aprovecharme... 

—¿Aprovecharte? Llevas meses aquí y ni ves a tu familia, vamos Hana, ayer te veías muy animada, sé te notaba muy feliz y quiero verte así más seguido. 

—Yo siempre estoy feliz, joven. 

—Hana, vamos, acepta, yo puedo hacerme cargo de la casa. 

—Ya le dije que no, si su novio se entera, me matará. 

—Le diré que yo te obligue, por favor, acepta, desayunamos y luego puedes irte, ¿sí? 

—Esta bien—. Aceptó, pero no se la veía feliz...

Como habíamos acordado, desayumos y luego ella se marchó con su familia. 

Levanté la mesa y lavé los platos, como hice la mañana anterior, luego fui a sentarme al sofa del living por un rato. 

Estaba surmegido en mis pensamientos, pensando por donde empezar a limpiar, aunque, la casa estaba bastante limpia. 

Miraba mi celular como punto fijo, y quizás fue por mi intensa mirada o cosa del destino, pero comenzó a vibrar y yo me sobresalte por lo repentino que había sido. 

Pense que era mi novio, pero me lleve una gran sorpresa, al ver que era un número desconocido.