Cap 4...

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El hombre que bestia de negro se quito el pasamontañas que cubría su rostro, dejando ver con claridad una piel blanca, su  cabello negro cual carbón era un poco largo y sus ojos eran de muy inusuales tono: tenía un ojo color azul y uno color marrón, ademas de una cicatriz en la parte izquierda de su rostro. El sujeto me miraba con un sonrisa macabra en su rostro.

Intente defenderme con lo que podía, le lanzaba todo lo que se me atravesará para defenderme del sujeto que sabía tenia malas intensiones conmigo. Sin lograr siquiera lastimar el hombre, comense a desesperarse, intente salir de mi cuarto lo mas rápido que pude, pero fue inútil. Al intentar huir de mi agresor,  este no dudo de lanzarse ante mi y golpearme para derribarme, cosa que no le importó al saber que sólo era una niña.

Me golpeo en el abdomen sacándome por completo todo el aire de mis pulmones impidiendo mi respiracion. El sujeto golpeó mi rostro dejandolo ardiendo por el impacto con su mano.
Comense a forsejear con el hombre que me agredía, el sujeto me tomó de las muñecas mientras yo intentaba safarme de su agarre. No se en que momento me tropese con algún objeto y termine callendo al suelo con el tipo aún sobre mi. Comense a gritar sintiendo el momento en el que el sujeto se posicionó sobre mi y comenzó a tocarme y besarme en todo el cuerpo. El solo toque de sus labios en mi piel me daba asco, tenia tantas ganas de patearlo y alejaron de mi pero me era imposible.

Comenzó a presionar su cuerpo contra el mío de manera brusca, de no ser por la mano que cubría mi boca se podrían oir mis gritos y mis llamados de auxilio.
No podia respirar, la mano del sujeto impedia mi respiración, me sentia tan impotente al no poderme mover. Supe que todo estaba perdido cuando el hombre de cabello negro arrancó mi ropa con algún objeto afilado, lo supe porque sentí que algo afilado cortó un poco mi piel haciéndome gemir de dolor y deseperacion.

Las lagrimas corrían de mis ojos como cascadas en medio de un torrencial de agua. Mi respiracion era acelerada y mis fuerzas ya se estaban esfumado. En ese momento mi vida término, supe que ya no era igual que ya no era la misma. El agresor estaba sobre mi cuerpo desnudo, golpeado y maltratado. Estaba desnudo. Sentí mi intimidad desgarrarse cuando
el hombre se posicionó entre mis piernas. El dolor era insoportable y mis gritos no se hacian esperar, deseaba morirme en ese instante. Con cada segundo sentia que mi vida terminaba y mi alma se desgarraba.
Como pude le di una patada al hombre en sus parte, pero fue un grava error. El sujeto golpeó mi rostro dejandome aturdida y casi inconciente. No conforme con el daño que ya me estaba haciendo, el hombre tomo el objeto afilado con el que había cortado mi ropa, que en ese momento supe que era una navaja,  la tomó en sus manos y con la misma la incrustó en mi pierna derecha.

Un grito lo suficientemente audible para oírse en la casa de los vecinos, salió de mi boca alertando a los vecinos y al parecer también al acompañante de mi agresor.

-Yhonas!! que crees que haces!.. Estas loco es una niña._ pude oir que el sujeto estaba atónito por la escena que estaba presenciando. De alguna forma sentía no era correcto pero cuando se habla de personas malas no se puede esperar nada._ te dije.. Sólo entramos, tomas algunas cosas y nos vamos. HAS LLEGADO MUY LEJOS IMBECIL!!. _ gritaba el hombre.

- Callate o alguien te oirá!!. Aceptaste trabajar conmigo, ¿ acaso creiste que no seria capas de hacer esto?. Ya vámonos._ hablo el sujeto dejandome en el suelo tirada mientras comenzaba a desangrarme.

Una sirena y unos gritos de policía comenzaron a oírse en la lejanía, mientras los dos ladrones salían huyendo como lo que son. Unos disparos se oyeron, la vos de alto de algunos policías, la ambulancia llegando a mi casa y el llanto desesperado y gritos de mi padre fue lo último que oí antes de quedar inconciente.

Desperté en una camilla de hospital. Una bolsa de sangre inyectada en mis venas, mi pierna vendada y un medidor de presión en mi brazo izquierdo era lo que sentía tener en mi cuerpo. Cuando por fin abrí bien mis ojos me di cuenta que estaba conectada  a más aparatos de los que creía.

Sentia mi garganta seca, sabra Dios cuanto tiempo llevaba inconciente, pero supe que de verdad era mucho cuando la enfermeras se percató de que estaba despierta, corrió a avisarle al doctor que habia despertado y al instante lo vi entrando de manera apresurada junto con la imagen de desesperación  de mi padre.

El doctor pidió que me quitaran el tubo que tenía en  mi garganta y me colocaron una mascarilla para regular mi respiración. Mi padre estaba agitado y cansado, lo supe por la inmensas ojeras que tenía y por que se frotaba sus ojos los cuales también estaban rojos, deduje que era por tanto llorar.

Tres semanas!!. Había pasado tres semanas inconciente. Mi padre me platico que los vecinos oyeron ruidos en mi casa y un grito los alerto, así que llamaron a la policía y a una ambulancia, también supe que fueron ellos quienes lo llamaron a el. Mi padre también me contó que los sujetos fueron detenidos y condenados a pricion por robo. Y violación de menor.

Desde ese día nunca fui igual. ¿Y como podría serlo?. Ese maldito habia acabado conmigo, con la chispa de felicidad que podria tener. Nunca hable con nadie de eso. Solamente le conte a Elena, mi mejor amiga, quien desde que se enteró que estaba en el hospital estuvo conmigo. En ese entonces fue cuando más aun deseaba tener a mi madre conmigo. Me hacía tanta falta estar con ella. Mi inocencia y mi ser perdidos para siempre. Odiaba tener que pasar por eso. Intente muchas veces acabar con mi dolor, acabar conmigo, pero nunca funcionó. Fue en ese entonces cuando mi padre supo que necesitaba ayuda profesional.

Los psicólogos que me atendieron fueron los unicos que impidieron qie acabará con mi vida, fueron tantos psicologos y tanto tiempo el que estuve con ellos que ya sabia como actuaban, lo que hacian y como lo hacías. Entonces convencí a mi psicologa de enseñarme sobre la profesión, siempre fui muy aplicada e inteligente así que no me costó mucho aprender rápido.

Cinco años despues estaba completamente lista para realizar el examen de aprovacion que me diria si estaba o no capacitada para la carrera. Mi calificación fue tan buena que los mismos psicólogos estaban asombrados. Lastimosamente por mi edad aún debia cumplir con el estudio de la carrera por obligación para constar mis estudios. Fue así como termine estudiando  psicología.

Nunca he demostrado mis emociones. Desde el dia que todo acabo para mi cambie. Mi ropa siempre era oscura, mi cabello siempre suelto cubriendo mi rostro, no por verguenza sino para mostrar misterio, y si era necesario temor, hacia lo posible porque nadie me molestara, incluso si era necesario ser fría y y aveces mostrarme amenazante para impedir que alguien se acercará a jugar conmigo. eso no lo iva a permitir.

La Chica de Negro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora