🥀 • CAPÍTULO 04 • 🥀

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Caesar

En la mañana, me dirigí a las construcciones Blackbow y utilicé el ascensor para buscarlo. Cuando este se detuvo, observé la cámara ubicada en una esquina.

—La seguridad informa de un problema en el ascensor, señor. ¿Desea que enviemos un ingeniero para revisarlo? —dijo una voz a través de las paredes, reconocí inmediatamente quién era, resultaba divertido que pensara que no lo reconocería.

—Tómese su tiempo, estoy cómodo —respondí con una sonrisa.

—¿Está cómodo? —preguntó él divertido.

—¿Zhenya? ¿Eres tú, corazón?

—Te lo advierto por última vez, Caesar. Abandona la ciudad.

—Sabes que no lo haré —respondí cruzando los brazos.

—Ah, eso dices, pero ahora estás atrapado en una caja de acero a 70 pisos del suelo.

—¿Entonces, es una trampa? Jamás funcionará, mi amor, porque simplemente me subestimas —me encogí de hombros.

—¿En serio? No tienes idea de quién soy ni de lo que soy capaz.

—Lo mismo digo, mi amor —sonreí—. Adivinaré, una carga en el cable de contrapeso, dos más en los frenos primario y secundario, ¿tal vez? ¿También retiraste la carga del cable principal en la base?

—Promete dejar la ciudad o lo haré explotar.

—Está bien, me rindo. Hazlo explotar.

—¿Qué?

—Sí, hazlo. Adelante.

—¿Crees que no lo haré? —aunque no era su voz la que escuchaba, estaba seguro de que estaba enojado, lo que me hizo recordar lo hermoso y sexy que se ve cuando su expresión cambia.

—Sí, creo que no lo harás.

—De acuerdo. Cinco, cuatro... ¿Últimas palabras?

—Tus cortinas son horribles —dije, deseando ver esos preciosos ojos en este momento.

—Muérete, Caesar —dijo justo antes de perder contacto con él porque el ascensor que estaba a mi lado cayó 70 pisos al suelo. Desconecté la cámara una vez que el ascensor comenzó a caer. Estaba decepcionado; no pensé que llegaría a hacerlo. Pensé que solo eran palabras. Y si no hubiera realizado un hackeo en sus cargas y engañado con el sensor térmico haciéndoles creer que estaba en el ascensor tres cuando, en realidad, estaba en el cuatro, habría muerto.


[ • • • ]

Acudí al restaurante donde le propuse que fuera mi pareja y compartiera mi vida tras regresar de Bogotá. Lo encontré solo, disfrutando de champán y vestido de negro, como si estuviera de luto. Tomé la botella y, colocando mi mano sobre la suya, le serví más champán.

—En este momento, he considerado decirte "Solo quería verte" o "Gracias por mandarme a volar" —dije con una sonrisa arrogante, a lo que él respondió con una sonrisa igualmente pícara.

—Interesante. ¿Qué decidiste? —preguntó, observándome.

—He decidido pedir el divorcio —respondí con diversión, mientras él asentía.

—Qué irónico. Aquí me pediste que fuera tu pareja y viviera contigo. ¿No es paradójico? —inquirió, sonriendo, mientras un camarero tomaba mi abrigo.

—¿Puedo sentarme? —pregunté, tirando un poco de la silla.

—No —respondió con molestia, pero me senté de todos modos. Luego, colocó su servilleta sobre la mesa, ocultando su arma, y yo hice lo mismo con la mía—. ¿Qué deseas, Caesar? —preguntó, acercándose a la mesa.

SR. SERGEYEV || CAESAR X ZHENYA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora