Pond decide darle un nueva oportunidad al amor. Pero este no es lo suficientemente fuerte para acabar con los recuerdos del pasado, aún menos cuando este decide regresar a su vida...
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EL DÍA DE LA BODA
-Solo un poco mas por aquí y estarás listo- Comento Win con una gran sonrisa mientras alejaba la brocha, había terminando de retocarle los labios a Phuwin con un poco de brillo.
-Por dios Phuwin mírate te ves hermoso. Apuesto a que Pond llorará al verte, en verdad luces bellísimo.- Las palabras de Nanon lo hicieron sentir peor de lo que se sentía y solo pudo de dedicarle una falsa sonrisa.
-Miren la hora, ya es tarde debemos irnos Pond debe estar impaciente por tu llegada- volvió a comentar Win dirigiéndose a la puerta de la habitación pero el pelinegro no se levanto del lugar.
-Phuwin...¿Que pasa?
-Yo...yo necesito un poco mas de tiempo, adelántense ustedes. Me iré sólo - Hablo nerviosamente.
-¿Estas seguro de eso?- comento Nanon preocupado
-Si solo quiero estar unos minutos a solas.- Mostró una sonrisa para asegurarle a sus amigos que todo estaría bien
-Bueno, llamare al chofer para que venga a recogerte.- hablo nuevamente pero Phuwin negó diciéndole que el lo haría.
Al final se fueron dejando al pelinegro solo.
Estuvo por 3 minutos mirándose al espejo, sus manos sudaban, comenzó a sentir muchas nauseas, se levanto de la silla y camino rápidamente al guardaropa sacando su maleta.
Aquella que había preparado la noche anterior mientras su prometido dormía.
Bajo rápidamente las escaleras y al estar frente a la puerta cerro los ojos por un momento, podía sentir su corazón latir rápidamente, realmente no podía creer lo que estaba apunto de hacer.
¿Realmente estaba abandonando a Pond?, las náuseas reaparecieron y trato de tranquilizarse tomando un poco de aire para hacer que estas desaparecieran.
Dio una ultima mirada a la casa. Caminó hacia el mueble de la sala y tomo una foto en la que se encontraba junto a Pond y las lagrimas se hicieron presentes mientras la observaba.
La sostuvo fuerte mientras su llanto incrementaba.-Espero que algún día puedas perdonarme...-Susurro aferrandose a ella, quería tomarla y llevársela pero no podía...
No tenia el valor para hacerlo.
Aunque esto sonaba ilógico, no tenía el valor para llevarse una foto pero si tenía el valor o mejor dicho la cobardía de huir...
Salió de la casa y subió al taxi que había pedido, mientras se dirigía al aeropuerto su celular sonó en la pantalla mostraba el nombre de Nanon pero simplemente lo apago.
Después de un viaje de trece horas por fin había llegado a su destino.
Quería comenzar una nueva vida, quería superar lo vivido pero sabia que nada era gratis y el precio que tenía que pagar había sido demasiado caro.
Para poder sobrevivir y olvidar había tenido que renunciar al amor de su vida...
