Pond decide darle un nueva oportunidad al amor. Pero este no es lo suficientemente fuerte para acabar con los recuerdos del pasado, aún menos cuando este decide regresar a su vida...
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Phuwin había llevado a Somin al colegio, desde aquel día en el Pond amenazo al pelinegro con quitarle a su hijo este no había querido despegarse de él en ningún momento.
Todas las noches lloraba sintiendo el miedo de perderlo.
Después de que Somin entrara al colegio Phuwin comenzó a caminar para tratar de distraerse un poco, desde hace mucho había renunciado a Pond pero jamás renunciaría a su hijo.
Observo el semáforo cambiar de color, cuando la luz se coloco en verde retomo su camino pero tan solo puso dar unos pasos cuando sintió como lo tomaban del brazo y observo a dicha persona
Phuwin lo miro inpacible mientras trataba de soltarse pero parecía imposible, era más fuerte que el.
-Suéltame Mino
El hombre hizo caso omiso a lo que le decía y lo llevo arrastrando hasta el otro lado de la cera.
-¿Creíste que podías salirte con la tuya?- Cuestiono con una sonrisa, una sonrisa que le causó escalofríos
-Eres un hijo de puta
Phuwin volvió a caminar para alejarse de ahí.
-Pareces disfrutar tus últimos días con tu hijo...O ¿Debería decir, "nuestro hijo"?- Pregunto en voz alta haciendo que Phuwin se detuviera y volteara a verlo.
-¿No es así?- Sonrio nuevamente
Aquella sonrisa le hizo traer recuerdos de aquella noche, las escenas, las súplicas, los gritos, todo golpeaba su mente, uno tras otro.
-No recuerdas lo bien que la pasamos.
Las manos de Phuwin se dirigieron a sus oídos para no escucharlo, quería salir corriendo pero sus estupidos pies no reaccionaban.
-¡Basta!
-¿Basta?, pero si fuiste tú quien inició todo.
-¿Por que, por qué yo?, ¡HAY TANTAS PERSONAS! ¡¿QUE HICE PARA MERECERLO?! - Grito mientras lo miraba.
-No lo recuerdas. El día que me dejaste lo deje muy claro, que lgún día tú y el hijo de puta de Pond me las pagarían.
Phuwin lo miró sorprendido y con miedo a la vez.
-Y lo logre.
El pelinegro caminó hasta él y le soltó una bofetada.
-Eres un maldito hijo de puta- comento en un susurro. Escucho una bolsa caer y volteó rápidamente encontrándose con la mirada sorprendida de Fourth
.🥀.
Después de unos minutos el castaño y el pelinegro estaban sentados frente a frente en una cafetería, Phuwin sentía como las manos le sudaban, ni siquiera sabía que decirle.
-¿Estas bien? ¿Te hizo algo?- Preguntó Fourth preocupado pero Phuwin negó mientras sus manos se aferraban a la taza de cafe.
-¿Lo sabes verdad?, Pond te lo contó.- Afirmo en un tono bajo.
-Si, lo siento... Solo que yo no creo que sea así- volvió a comentar.
Phuwin alzó su mirada encontrándose con la de el.
-Se que lo sigues amando- Confesó mientras desviaba su mirada haciendo que el pelinegro sintiera como su corazón se detenía al escucharlo.
-Fourth y-yo...yo no volví para recuperarlo, solo quería que Somin creciera a su lado- Habló rápidamente y vio al chico sonreír.
-Lo sé.
-Fourth por favor ayudame, ayúdame a que Pond no me quite a Somin, es lo único que tengo y amo a mi hijo- Comento mientras sentía un nudo en la garganta.
-Te prometo que ayudaré. Hablaré con él y trataré de que entre en razón.
