CAPÍTULO DIECIOCHO

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Cuando YoonGi vio a JiMin regresar a casa, sabía que algo malo había sucedido porque tenía esa expresión sombría en el rostro, ese fantasma de preocupación que torcía su ceño con un desasosiego que le helaba la sangre. Él no demoró en preguntar si estaba bien, si quería hablar, y el propio estrés del omega llegó a él a través de su pequeño lazo, así que se sintió mucho más desesperado por saber lo que sucedía, por saber qué era lo que molestaba a su adorada pareja.

Ellos no podían leer la mente del otro ni mucho menos, no compartían una marca de pareja, pero un lazo como el que habían formado era suficiente para que entendieran sus emociones a un nivel diferente a como lo hacían con otras personas. Era algo tan positivo como negativo, podría multiplicar la satisfacción de emociones dichosas y empeorar todavía más la tristeza o el enojo si no sabía manejarse correctamente.

Pero su lazo no fue la única variable que influyó esa noche.

Desde que YoonGi conoció a JiMin, él supo que JungKook no pudo haber salido de la absoluta nada. Notó que JiMin no traía una marca, que no olía a alfa y que siempre llegaba solo a casa. No fue difícil concluir que el omega era padre soltero y, por razonamiento lógico, existía alguien además de él que respondía por la existencia de JungKook. En ese momento, YoonGi no lo vio conveniente, le atraía su vecino y le parecía encantador, pero no imaginó que las cosas irían más allá de coqueteos y sonrisas ocasionales.

JungKook era un enorme "pero" porque él supo que no quería ser padre desde el primer día que concibió la posibilidad, aun así, fue casi automático que su lobo encajara perfectamente bien con el cachorro de su vecino. Su interés por la pequeña familia no hizo más que aumentar y ni siquiera se dio cuenta de cuánto se había aferrado a ellos hasta que su pequeño rincón se vio amenazado.

Él sabía, realmente sabía, que JungKook tenía un padre biológico. Él sabía que él podía querer mirar hacia su dirección y encapricharse por conocerlo, pero una cosa era la imaginación catastrófica y otra era la realidad, la cual no daba señales de que eso fuera a suceder.

Cuando JiMin se desahogó con él en la fiesta de JungKook, cuando le dijo que HyunSoo estaba acechando, él comenzó a sentirse ansioso. No lo demostró, no creía que fuera correcto contagiar a su pareja con su propio estrés, pero su cabeza comenzó a pensar en el sinfín de posibilidades que podrían ocurrir si el tipo aparecía en sus vidas. ¿Acaso JungKook querría conocerlo? ¿JungKook sentiría con él un lazo automático de familia que lo desplace a YoonGi en consecuencia? ¿Él vendría a arrebatarle lo que YoonGi construyó con sus propias manos?

La imagen por sí sola era simplemente aterradora, pero eso tampoco fue lo único que estuvo en la cabeza de YoonGi cuando él explotó esa noche.

Así como los omegas gruñían por pocas cosas, los alfas podían volverse agresivos por otro par de cosas. Compartían con los omegas la necesidad de proteger a los cachorros, podrían defender a sus hijos con dientes y garras si era necesario; también atacaban cuando se sentían amenazados, algo funcional hacía siglos, pero poco práctico en la actualidad cuando no todas las amenazas son de vida o muerte; finalmente, defendían a su pareja con su propia vida, ellos eran los protectores de su hogar, nadie más podía entrar a su manada si ellos no lo consideraban seguro.

Por otro lado, las reacciones de las partes humanas que controlaban el espíritu de un lobo dependían no solo de la fuerza mental de las personas, sino también en la propia fuerza que el lobo tenía para manifestarse, así como en qué tan presente se encontraba el lobo en relación a la fecha de su celo.

YoonGi tenía un lobo explosivo, no era su orgullo, pero lo tenía. Lo demás fue una secuencia de cosas que salió mal: su próximo celo, el enojo de ver su manada en peligro, el miedo de ser desplazado y la angustia en el pecho de JiMin que se contagió al suyo. Era algo que sucedería, pelear era el último de sus planes, pero su lobo tomó el control más de lo que él habría querido. Fue una suma de cosas, pero eso no lo hacía menos culpable, solo menos consciente de sus acciones.

EL MOTOCICLISTA Y EL UNIVERSITARIO ♡ MYG + PJM FT. JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora