Historia de un Hobbit

Fluffy

Al despertar, sentí un leve cosquilleo en la mejilla, abrí los ojos y, sobresaltado, me levanté. Tenía el pómulo mojado, y, al ver a la criatura que me había despertado, me dije a mi mismo << no es posible>>. Era un perro muy grande, casi más alto que yo, tenía 3 cabezas, pero, al observarlo mejor, supe que estaba equivocado, no era un perro, el cuerpo tenía alas peludas gigantes, lo suficientemente robustas como para elevar el doble de su peso. Aunque tenía un aspecto terrible, con sus tres lenguas fuera y su cola moviéndose amigablemente, parecía mucho menos terrorífico. Unos segundos después se dejó caer panza arriba. Nos miraba con sus seis ojos, y algo en mi cabeza me dijo <Acaríciale>, y eso hice. Al hundir mis dedos en su tripa, sentí algo que nunca había sentido antes. Mis manos, arropadas por el pelaje sedoso del animal, parecían volar entre las nubes, como si acariciasen algodón. Estuvimos un rato allí, mirándonos el uno al otro y jugando como se nos conociésemos de toda la vida. Sé que solo era un animal, pero le había cogido mucho cariño. Al cabo de un tiempo, Fluffy (así lo llamé) se incorporó y abrió sus alas, plegó sus patas delanteras y me hizo un gesto con una de sus cabezas que yo entendí al instante, quería que me subiera a su lomo aterciopelado, y eso hice, agradecido, pues no creo que mucha gente haya podido dejarse embaucar por la suave y agradable sensación de volar. Se elevó sin previo aviso, salió disparado casi a la velocidad de la luz (o eso noté yo) saliendo por el hueco de la ventana sin rozarla con una elegancia difícil de alcanzar para un "perro". Grité todo lo que pude, alarmado, temiendo por mi vida. Llegamos a un lago que había cerca de Rohan, y, de repente, fue como si se parase el tiempo, me dejé embaucar por aquella sensación de libertad, ya no me aferraba con fuerza al pelaje de Fluffy, sino que ponía los brazos en cruz y gritaba de felicidad. Fluffy descendió un poco, suavemente, y acarició el agua con sus majestuosas patas.<<deberíamos volver>>  pensé yo,  me bastó con pensarlo para que Fluffy diese media vuelta. Llegamos a la habitación donde me hospedaba.íamos>íciale,>