Narrador omnisciente
Chopper se apresuró hacia el peliverde, llevando consigo su maletín médico mientras los demás que se encontraban en el barco lo seguían de cerca.
-¡Zoro! ¡Dime algo, por favor! -rogaba el rubio con desesperación-
El reno se puso a su lado y comenzó a examinar las heridas del espadachín con una mirada profesional, mientras Law se acercaba para ofrecer su ayuda con su experiencia como ex-marine.
-¿Cómo... está? -preguntó el cocinero con voz casi inaudible-
Chopper frunció el ceño mientras revisaba las heridas del peliverde, preocupado por la gravedad de su estado.
-Las heridas son graves, ha perdido mucha sangre y tiene múltiples fracturas en su cuerpo... -respondió el pequeño médico, intentando retener las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos- Por ahora, no creo que pueda reaccionar...
El cocinero negó con la cabeza, sintiendo un nudo en la garganta al escuchar las palabras del pequeño reno.
-Déjame ayudarte, Chopper. Puedo limpiar algunas de sus heridas o administrarle algunos medicamentos. -propuso el pelinegro, situándose a su lado-
El pequeño reno asintió agradecido, sabiendo que Law sería de gran ayuda en la atención del espadachín. Juntos, comenzaron a trabajar para estabilizarlo y garantizar que recibiera el tratamiento adecuado para sus heridas.
Mientras tanto, el rubio se sentó junto a ellos, sosteniendo la mano del peliverde con fuerza y ternura mientras observaba con angustia su rostro pálido.
-Va a estar bien, ¿verdad?... -preguntó el cocinero, sintiéndose temeroso al imaginar la respuesta del pequeño reno-
-Espero que sí, necesitará descanso y cuidados intensivos para recuperarse... -respondió Chopper con un tono triste-
Después de pocos minutos, el pequeño médico y Law lograron estabilizar al peliverde, lo suficiente como para transportarlo de regreso al barco. Con ayuda de los hermanos del capitán, del francotirador y del constructor, cuidadosamente lo dejaron en el consultorio del pequeño médico, donde éste pudo continuar con su tratamiento mientras los demás observaban con ansiedad.
El cocinero permaneció al lado del espadachín todo el tiempo, sin despegarse ni un instante, sintiéndose impotente por no haber podido protegerlo. Sus ojos no paraban de derramar lágrimas mientras acariciaba suavemente la mano del peliverde, deseando con todo su ser que recuperara la conciencia. Pero, lastimosamente eso no sucedió.
Al pasar unos angustiosos minutos, todos seguían reunidos en la enfermería, preocupados por el estado del peliverde, incluso el esqueleto parlante. Mientras tanto, el capitán se sentía abrumado por la situación, así que se levantó en silencio y salió de la habitación.
Ace y Sabo intercambiaron miradas preocupadas y estuvieron a punto de seguir a su hermano, pero se detuvieron cuando vieron al pelinegro salir tras él. Ace le dio un leve apretón en el hombro a Sabo y asintió en dirección a Law, indicándole que era mejor dejar que se quedaran solos por un momento. Sabo, confundido al principio, finalmente comprendió la mirada de su hermano y asintió en silencio, reconociendo la sabiduría en su gesto.
-Luffy... -comenzó el pelinegro detrás de la espalda del capitán, con un leve titubeo en su voz- Sabes, después de todo lo que hemos pasado juntos, me di cuenta de cuánto te admiro como capitán...
El capitán se giró y su mirada se encontró con la del pelinegro.
-¿Cómo puedes admirarme? Si no soy capaz de proteger a mi tripulación. Soy un pésimo capitán... -respondió bajando su rostro, sintiendo como sus ojos estaban al borde de las lágrimas-
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Intruso {ZoSan}
FanfictionCuando un nuevo tripulante se une a los Sombrero de Paja, desata una pequeña ola de cambios entre la tripulación. Sin embargo, para uno en particular, esos cambios son más difíciles de manejar, ya que sin saberlo, el nuevo integrante parece competir...