Capítulo 25

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Pov Ari

— Esta vez fuiste tu quien lo arruino...— sentí la mirada de decepción de Ama, la había buscado para que me ayudara. —Ari, como tú hermana te pido que así como Samantha dejó de luchar por su relación, lo hagas tu también, ya elegiste con quien quedarte. —

— Pero la amo...—

—Ella también te ama, pero déjala ser feliz con alguien más. — Asentí y mi hermana se acercó dándome un fuerte abrazo, — es lo mejor...—
Al pasar de los días veía a Samantha de lejos convivir con todos su compañeros, había dejado de asistir a mi oficina y no iba a las clases de gastronomía las cuales se colaba solo para verme. No quería mentir, ella me hacía falta, era una parte que me completaba y me hacía feliz, pero ya no estaba junto a mi, también habia notado que el anillo que compartíamos había desaparecido, ella ya no lo tenía.

—¿Crees que me acepte? Samantha es tan hermosa ¿puedes creer que alguien como ella esté soltera? Yo jamas me atrevería a dejarla ir, aunque me obligarán. — Sostuve con fuerza mis libros y camine lejos de ese grupo de chicas.

A lo lejos pude ver a Samantha, quien hablaba con una joven mujer, esta misma estaba bastante cerca de ella, acariciaba su mejilla y jure que iba a besarlas, haciéndome enojar.

—¡No te atrevas a besar sus mejillas!— di un fuerte grito llamando la atención, pero rápidamente me escondí sin haber sido vista.
Entre a mi oficina cuidadosamente.

Lo que más me gustaba de Samantha eran sus mejillas, era capaz de pasar horas besandolas y nunca me cansaría, me molestaba ver que alguien más podría ocupar mi lugar... no quería que eso suceda, después de ese incidente no volví a ver a Sam por mucho tiempo, pregunté por ella pero ni siquiera sus profesores lo sabían.

Mis días en la cafetería también estaban mal, Charlotte se entero de lo que sucedió, al principio se vio enojada pero luego entendió y me dio su apoyo. Pero antes de irse me dijo algo que me dejó pensando.

— Entinedo como se debe de sentir y como su madre la obliga a casarse con ese patán, pero señorita Abril, usted ya es una adulta que maneja su propia cafetería, entonces ¿por qué no pudo manejar la situación y terminó lastimando a la señorita Samantha? Se que dirá que son cosas diferentes, pero mirelo de mi lado, pudo haber manejado mejor la decisión y solo lo hizo ver que amaba David, no a la señorita Samantha. —

Llegue a mi pequeño departamento, recostandome en mi cama ¿vivir una vida infeliz con alguien a quien odiaba? No estaba en mis planes pero para mi mala suerte, me di cuenta de los tantos errores que cometí cuando después de tantos años nos volvimos a encontrar, recordé como fue la primera vez que Sam y yo nos conocimos, si bien es cierto que su belleza me cautivo y tenía algo que me atraía a ella aunque no quisiera, fui yo quien me enamore primero pero Samantha se había enamorado más fuerte. Le reclame por haberme mentido para luego hacer lo mismo con ella, nuestros papeles se habían invertido, pero había una diferencia, una de nosotras se había rendido haciendo que todo empezara a destruirse cerrando las oportunidades de volver a intentarlo.

—Un minuto..— me levante bruscamente corriendo hacia el sótano, rápidamente empecé a buscar entre mis cosas. — donde esta, donde está — empecé a tirar todas las cosas al suelo, hasta que al fin lo encontré.
El peluche que Samantha me había dado.

(....)

Busque unas tijeras y empecé a cortar cuidadosamente el centro del peluche, al adentrarme a él no había algodón, sino una carta. La tomé y la abrí.

Bad Girl (Rivari) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora