Capítulo 3

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Pov Samantha

—¿Por qué hiciste eso? Yo no he criado a un monstruo— golpeó suavemente mi frente, al final había confesado lo que había hecho, ocultando lo ocurrido en la cafetería. Notaba que estaba enojada pero eso duro poco —Entonces dime... ¿te gusta? —

—¡NO! Eso no sucederá— volví a cubrir mi rostro con mis manos, estaba sonrojandome de nuevo, y solo podía escuchar las carcajadas de mi madre que repetía que estaba enamorada.

- Se me hizo extraño verte sin tu sudadera y eso me hace recordar que tú nunca lavas esa cosa, pobre chica, debió de haberse asfixiado de tan mal olor —

—Iré a mi habitación—me levante de mala gana subiendo las escaleras, mi sudadera daba buena suerte, por eso no la lavaba.

—¿Samantha?. —

—¿Si? —deje de caminar para voltear a ver a mi madre que me miraba con los brazos cruzados y una mirada seria.
—No quiero que pienses que me burlo de ti, es que nunca te había visto de esta manera y rara vez te veo con tu rostro rojito como tomate - subió las escaleras para luego tomarme de los hombros — y si realmente crees que "tus amigos" se burlarian de ti solo por tener sentimientos por alguien entonces no son tus amigos, tampoco quiero que a partir de ahora trates mal a esa tal Ari, se ve que ella es una buena chica. Se que te sientes confundida ahora pero más adelante iras entendiendo tus sentimientos y recuerda que siempre tendrás mi apoyo. —

(....)

Mire a ambos lados para asegurarme de no toparme con cierta chica, abrí mi casillero para guardar mis libros, esta clase la compartía con Vicky y Ari, mentiría si dijera que no tenía miedo de que se me acercara para hablar.

—¿Nos vamos? —

Me sobresalte al escuchar la voz detrás de mi, era Vicky y su estúpida sonrisa burlona, le tire mi bolso y cerré mi casillero.

—Haz eso una ves más y estarás muerta —camine mientras ella venía detrás mío riéndose.

La clase había empezado y como de costumbre Vicky se había sentado a mi lado, Ari llegó tarde así que tuvo que sentarse en los asientos de adelante, ¿a quien le importaba la clase?, tenia una linda vista de ella y veía cada movimiento que hacía. No pude evitar soltar una pequeña risa cuando vi que arrugó su nariz, se equivoco en uno de los ejercicios del pizarrón. Que tierno.

—Señorita Samantha ¿le parece graciosa mi clase? No quiere contarnos el chiste y así reírnos todos
— puse mis ojos en blanco, tampoco me estaba riendo como una loca.

La clase había terminado y camine con Vicky hacia nuestra mesa, estábamos discutiendo quien de nosotras pagaba el almuerzo.

—Dejemos que Osvaldo lo haga—Vicky asintió a mi idea y esperamos a que llegara.

Después de que Osvaldo pagará nuestros almuerzos, él y Vicky hablaban de sus temas favoritos, en cambio yo me mantenía en silencio, prefería comer de esta forma. Tomé mi botella de agua para ver como Osvaldo y Vicky paraban de hablar y hacían una mueca rara mirando al lado mío.

—Samantha, que bueno verte, traje tu sudadera, gracias por habermela prestado ayer—
Solté bruscamente el agua que tenía en mi boca al escuchar esa voz tan conocida, había dejado a Osvaldo y Vicky empapados, las cuales me miraban con enojo y confusión. Mire a Ari que estaba sola sosteniendo mi sudadera que estaba doblada.

—G-Gracias— tome rápidamente mi sudadera para que se fuera, pero seguía parada allí mismo — ¿Necesitas algo más? —

—Sí, ten esto—puso un pepelito en frente mío, sabía lo que era —por favor llámame. —
Ari se fue dejándome con esas dos bestias que me miraban como con enojo, tome el papel guardandolo en mi bolsillo.

Bad Girl (Rivari) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora