Especial 2/4

830 32 7
                                    

Primeros años hasta ahora.

Aldo y Capri: 2 meses.

- ¡Abi! ¡Abi!- sonrió al ver a su esposa sostener a Capri y que esta agarrara su dedo. - ¿¡Lo viste!? - la castaña dio pequeños saltitos de felicidad.

La rubia por fin se encontraba en casa, a petición de Samantha tuvo que quedarse en el hospital para saber como se encontraba su cuerpo y su salud, nunca creyó que tomaría tanto tiempo, pero afortunadamente ya se encontraba con su familia y con una Samantha emocionada.

- Bienvenida a la maternidad..- su suegra le dio un fuerte abrazo, antes de darles un par de consejos. -Samantha y tú son madres primerizas, recuerda que es normal tener tropezones en el camino, ambas irán aprendiendo con el tiempo Así que no se sientan frustradas. - asintió con una risa, vio de lejos como su esposa presumía a sus dos hijos con sus amigas, que estaban fascinadas viéndolos, su sonrisa se borro cuando vio a Vicky poner un poco de maquillaje en la frente de Aldo para luego Sam alzarla hacía arriba y las demás aplaudían. Estaban recreando el nacimiento de Simba del Rey León.

- ¿Segura que no cuidaras a tres niños? -Millaray la abrazo saludandola, ambas estuvieron hablando por el resto de la reunión, hasta que se hizo de noche y todos se fueron.

Ella siempre se encargo de atenderlos en la madrugada, no importaba si le tomaba hasta en el amanecer o si no dormía nada, sabía que su esposa siempre regresaba tarde de trabajar y estaba muy cansada pero a un así le daba atención a los tres mientras que ella solo se quedaba en casa, por eso no quería molestarla en levantarla en la madrugada.

- Abi ¿estás bien? - se acercó de prisa al ver que la castaña se había hecho una quemadura en su mano, la había estado viendo, se estaba durmiendo mientras cocinaba - ¿Por qué no vas a descansar? Yo me quedaré - puso una curita en su mano, pero Ari negó y la mando a trabajar.

Se sentía preocupada por ella, había grandes ojeras en su rostro y notaba lo cansada que estaba, por eso decidió tomar varios días libres, la salud de Ari era lo más importante para ella.

Esa misma noche sintió como Ari se levantaba, la tomó del brazo llamando su atención.

- Me asustaste...- la atrajo hacía ella en volviéndose entre las mantas. - Tengo que asegurarme que los gemelos estén bien. -
- Tú no estás sola en esto, también me tienes a mi, así que ahora mismo vas a dormir mientras que yo los cuidare ¿entendido? - la vio asentir y se aseguró que Ari estuviera cómoda antes de irse.

Llegó a la habitación y vio a los gemelos despiertos, que sonrieron al verla, se acercó a ellos, pensó en una loca idea y que tal vez iba hacer regañada más tarde

- Hagan espacio. - la cuna de sus hijos era grande, así que sin pensarlo se metió dentro de ella, siendo atacada por los pequeños, les dio varios besos a ambos que soltaron varias risas - Deberían dejar de que su mamá Ari descanse más, estoy preocupada por ella. - le compartió unas cuantas preocupaciones a su hijo, Capri ya había vuelto a dormir. Ari sonrió al verla desde el monitor, la estaba escuchando.

Aldo y Capri: 3 años

Los gemelos ya podían caminar y hablar, lo cual había hecho que ambas madres estuvieran felices al ver su crecimiento, pues los veían corretear por toda la casa y con mucha energía y con esto crecía su curiosidad.

Bad Girl (Rivari) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora