Capítulo 27

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Creí que todo estaba bajo control, que podía solucionarlo con el tiempo y así todos seríamos felices, pero todo cambió por el gran error que cometí.

—¿¡Que sucede?!— grite al ver policías al rededor de una casa y varios paramedicos salir de la casa con una camilla.

—¿No se entero? — Ambos mirábamos fijamente la camilla que estaba siendo ocupada por alguien, en ese momento accidentalmente el viento movió la sábana, dejando ver el rostro pálido de Samantha. —Una jovencita se acaba de suicidar. —

En ese preciso momento, mi mundo cambió por completo. Cuando escuché las palabras del anciano el cual miraba el cuerpo de Sam, no dude en correr hacia ella, veía como mi alrededor empezaba a ir lento, como si el tiempo se fuera a detener, solo pensaba en ir con ella.

—¡Espere! — al llegar detuve a los paramedicos para asegurarme si es que había sido a causa de mi imaginación, pero no había sido así. Ella había muerto.

Rápidamente abrace su cuerpo que se encontraba húmedo, sus labios estaban estaban de un color morado, solté varios gritos de dolor al verla, ella no podía haberme dejado de esta manera.

—Es mi culpa, se que lo es, lo admito así que por favor vuelve — a pegue su cuerpo más a mi. — No te vayas, cariño... no ahora, sigue luchando por ambas.—
—Señorita, ella murió hace tres días, bebió muchas pastillas para luego sumergirse en la bañera y morir de esa forma...— me negué a soltarla.

Note que en su mano aun seguía teniendo nuestro anillo, una fuerte punzada en mi pecho se presentó, Samantha no había parado de pensar en mi en ningún momento, incluso cuando murió.

—Perdóname, perdóname mi amor. —

—Ella es más, merece ser feliz.— el mismo paramedico me arrebato a Samantha, mire a mi alrededor y todo empezaba a desaparecer.

— tienes que salvarla. — dijo para empujarme en un vacío oscuro.

—¡Samantha!— grite al levantarme rápidamente, mi cuerpo estaba completamente sudado, mi respiración agitaba, con mis manos toque mis mejillas donde corrían varias lágrimas. — ¿Fue un sueño? — mire el reloj de mi la mesita de noche, marcaba las cuatro de la madrugada.

Había decidió darle su espacio a Sam e irla a buscar 3 días después, ahora me sentía inquieta y tensa ¿Qué pasaba si se hacía realidad? Esa misma pregunta invadió cabeza dejándome intranquila. Así decidí ir a buscarla sin importar que tan tarde sea.

Con la dirección que me había dado Vicky pude llegar a su nueva casa, era simple pero bastante grande.

—Es igual como la que había soñado....— toque varias veces el timbre, pero no recibía respuesta alguna. Sabía que ella siempre ocultaba una llave así que empecé a buscarla.

—Bingo..— al encontrarla abrí cuidadosamente, sin hacer mucho ruido.

Subí rápidamente las escaleras buscando su habitación, abría cada puerta esperando encontrarla, hasta que llegue a la última, donde estaba ella durmiendo. Al acercarme y verla de cerca note restos de lágrimas en sus mejillas.

—Lo siento...— le di un suave beso en su frente, para luego recostarme a su lado y abrazarla por detrás. — Puedo solucionarlo, se que puedo hacerlo. — por el cansancio caí dormía.

Bad Girl (Rivari) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora