ミ★ 𝘕𝘰𝘵𝘢 11 ★彡

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Narrador

¿Por qué? Era la pregunta que más rondaba en la mente del castaño. /¿Por qué me siento así?/

/¿Por qué siento esto por él?/
/¿Por qué no dejo de pensar en él?/

*¡Aquino!*

/¿Por qué cuando él no está aquí me siento solo?/
/¿Por qué me cuesta respirar cada vez que lo veo?/
/¿Por qué me cuesta concentrarme?/

*¡AQUINO!*

De pronto, un golpe lo sacó de sus pensamientos.

-¿Que te pasa,webon? Estás tocando medio raro hoy- preguntó Loco.

El castaño parpadeó varias veces, tratando de recomponerse.El golpe de Loco lo había sacado abruptamente de su mar de pensamientos.

Señaló la muñeca lastimada de su mano vendada en forma de respuesta.

-Bueno, aparte de ese problema, te noto muy distraído. ¿Qué te pasa?-

-Nada, solo estaba pensando -respondió evasivo, pasando una mano por su cabello, un gesto que delataba su nerviosismo.

Loco arqueó una ceja, claramente escéptico. -Sí, claro. Pensando en Kendo, ¿verdad? - dijo, su tono de burla pero también de curiosidad.

El castaño se tensó al escuchar ese nombre en voz alta. Se sentía expuesto,como si Loco hubiera leído sus pensamientos más íntimos.

-No es asunto tuyo, Loco - intentó zanjar el tema, pero sabía que su tono defensivo solo avivaría la curiosidad de su amigo.

-Mano relájate- dijo Loco, dándole un leve golpe en el hombro
-No es ningún crimen tener... pensamientos, ya sabes.- Su voz bajó un poco, tornándose casi comprensiva. -A veces uno no puede controlar lo que siente- Dijo,mirando a duxo mientras esté afinaba su batería.

El castaño suspiró, la tensión empezaba a aflojarse en su pecho. -Es que... no lo entiendo. ¿No debería sentir esto por él?-

Loco lo miró con seriedad, dejando a un lado su usual tono bromista.
-A veces las cosas cambian, y no siempre podemos controlarlo.- Hizo una pausa,dando otra mirada a Duxo,mientras esté tocaba su batería. -Si necesitas hablar o... lo que sea, sabes que estoy aquí, ¿no?-

El castaño asintió lentamente, agradecido por la oferta de apoyo.

-Gracias, Loco.- Aún sentía la maraña de emociones dentro de sí, pero saber que no estaba solo hacía que el peso fuera un poco más llevadero.

Loco le dio una palmada en la espalda.

El ensayo continuaba, aunque el castaño aún no podía concentrarse del todo. Las palabras de Loco resonaban en su mente: "A veces uno no puede controlar lo que siente". Sin embargo, la tensión seguía latente, especialmente cada vez que pensaba en Kendo y en aquel beso.

Terminó de tocar la última nota y dejó caer los brazos, exhausto no por el esfuerzo físico, sino por el tormento mental. Loco, siempre perceptivo, lo observaba de reojo, pero no dijo nada más, dándole el espacio que necesitaba.

Después del ensayo, el castaño salió al exterior del local. El aire fresco de la noche le dio un respiro momentáneo. Se apoyó contra la pared, cerrando los ojos, tratando de ordenar sus pensamientos.

-¿Aquino?- Una voz familiar lo sacó de su introspección.

Abrió los ojos de golpe y se encontró con Conter, quien estaba de pie a unos metros, mirándolo con una mezcla de preocupación y algo más que Aquino no podía identificar del todo. Conter se acercó lentamente, como si temiera espantarlo.

Aquino se quedó petrificado cuando Conter se acercó lentamente y lo besó. El contacto suave de los labios de Conter contra los suyos fue como un destello de electricidad que recorrió su cuerpo. Su mente se nubló brevemente, incapaz de procesar lo que acababa de suceder. Conter se apartó un paso, mirándolo con los ojos brillantes de nerviosismo y esperanza.

-Lo siento, Aquino, pero necesitaba hacerlo. He estado sintiendo esto por mucho tiempo, y no podía esperar más - dijo Conter con voz temblorosa, buscando desesperadamente alguna señal en la expresión de Aquino.

Aquino parpadeó varias veces, sintiendo una confusión abrumadora. Recordó el beso con Kendo, las emociones que había despertado en él, y ahora esto con Conter,quien se había convertido en uno de sus amigos cercanos en tan poco tiempo. Su corazón latía fuerte en su pecho, como si estuviera atrapado en una encrucijada emocional.

-Conter, yo...- Aquino comenzó, pero las palabras se atascaron en su garganta. No sabía qué decir, cómo interpretar lo que estaba sintiendo en ese momento.

Conter bajó la mirada, aparentemente resignado. -Lo entiendo, Aquino. No tienes que decir nada más. Solo quería que supieras cómo me siento - murmuró, retrocediendo un paso hacia atrás como si quisiera desvanecerse en el aire.

Aquino luchó consigo mismo, tratando de encontrar las palabras adecuadas. Sus sentimientos eran un torbellino de incertidumbre, pero sabía que debía ser honesto, al menos consigo mismo.

-Conter, no sé qué está pasando dentro de mí ahora mismo. Esto es... complicado. No quiero lastimarte- dijo Aquino finalmente, levantando la mirada para encontrarse con los ojos de Conter.

Conter asintió con tristeza, pero con una pequeña sonrisa comprensiva. -Lo entiendo, Aquino. Siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase- respondió, intentando ofrecer consuelo a pesar de su propia desilusión.

Aquino sintió un nudo en la garganta, abrumado por la "bondad" de Conter incluso en medio de su propia confusión. Quería decir más, explicarse mejor, pero las palabras seguían siendo esquivas.

-Gracias, Conter. Por ser tan comprensivo...- murmuró Aquino, luchando por controlar las emociones que amenazaban con desbordarse.

Conter le dio una leve sonrisa y un gesto de cabeza antes de alejarse, dejando a Aquino solo con sus pensamientos. Miró hacia el cielo nocturno, buscando respuestas que parecían estar más allá de su alcance en ese momento.

La noche continuaba su curso,dejándolo en un mar de interrogantes sin respuestas claras.

▄︻デ|𝙂𝙤𝙡𝙙𝙚𝙣 𝙗𝙤𝙮(𝘒𝘦𝘯𝘥𝘪𝘯𝘰)|══━一Donde viven las historias. Descúbrelo ahora