Declaración A La Luna

94 6 2
                                    

Es increíble, increíble la manera en la que no logro dormir, podrán ser las cuatro de la mañana y no logro conciliar el sueño, podría llegar muy cansado del trabajo y aún así no poder descansar.

Pero no sé por qué, no, si sé la razón, es porque todas las noches me la paso pensando en ti. Pienso en el como me hablas, como te diriges hacia mí, en tus hermosos ojos que cada vez que los veo me hacen erizar la piel y acelera mi corazón.

Cada vez que te veo me hace querer tener misiones contigo todos los días, estar junto a ti a diario y escuchar cualquier cosa que salga de tus labios.

Todas las noches te dedico mi insomnio, te digo todo lo que nunca me atrevería decir, cosas como:

"Tus ojos brillan más que el sol, dan luz a mi vida esos hermoso ojos heterocromaticos, guían mi camino y me hacen pensar que puedo seguir adelante"

O también digo cosas como estas:

"Tu manera de ser hacia mi es muy cálida, la manera tan amable en la que me tratas, aunque te he lastimado demasiado, aún así pones una sonrisa hacia mí"

Está noche no es la excepción, mi corazón palpitando a la par de la luna, la cual me recuerda a ti. Esta noche le hablo a ella mientras pienso en ti.

—Es tan perfecto ante mis ojos, tal vez él diga que no lo es, que no merece nada de lo que tiene, pero yo no pienso así. —Hizo una pausa, soltó un suspiro largo y su mirada siguió en la enorme luna llena.

—Para mi, él es el ser más hermoso, una persona muy maravillosa, especial y brillante, amo todo de él, su voz, sus ojos, su manera de caminar y hablar, el cómo es amable incluso con los que lo ofenden, el cómo incluso en una situación de tristeza él puede sonreír e iluminar todo a su paso. —Siguió diciendo a la luna, la cual parecía brillar cada vez más ante todo lo que decía ese hombre de cabello negro.

—Me gusta de la mejor manera, lo amo como nunca he amado a alguien, mi corazón brinca de emoción cada que pienso en él, me gusta, me gusta mucho, él robó mi corazón al primer instante. —Volvió a hacer una pausa, su sonrojado rostro brillaba gracias a la luz de la luna, y como era muy pálido resaltaba aún más.

Bajó su mirada a la calle, no había gente, ya era muy de noche y aunque al día siguiente tenía trabajo que hacer no lograba dormir.

Él soltó una pequeña risa, dándose cuenta de todo lo que había dicho.

—Hiciste un desastre en mí, Nakajima Atsushi. —Soltó volviendo su mirada a la luna, se recostó en el marco de la ventana para apreciarla mejor y se quedó ahí apreciandola un rato más.

En verdad, ese tigre hizo un descarte en el corazón de Akutagawa Ryunosuke.

Gracias por leer.
「✦」

Akutagawa y más cosas sobre élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora