1.Infancia.

635 68 4
                                    


"El destino es cuando encuentras algo que nunca has buscado y nunca quisiste otra"

2002

La señora Chitthip estaba desconsolada, hundida en la tristeza de perder al hombre de su vida, tenía una niña de cinco años que ya podía entender que ya no vería a su papi, la señora Chitthip llevo a Lisa al parque mientras ella la veía a lo lejos, Lisa que era una niña muy feliz, estaba jugando en la arena, triste, aunque estaba triste por perder a su papá, la ponía más triste ver a su madre desconsolada.

-Hola.-Saludó una pequeña rubia intentando hablar tailandés.

-Hola.-Respondió Lisa riendo por el acento de la niña.
-Tu no eres de aquí, ¿verdad?-Pregunto curiosa viendo a la niña frente a ella.

-No, yo, yo soy de Australia, en realidad, nací en nueva, Zelanda.-Rosé hablaba pausada intentando hablar un idioma que no dominaba, le costaba hablar su lengua materna y hablar otro idioma tan complicado como el tailandés, no le ayudaba.
-Vengo de vacaciones con mi, mami, con mi papi, y con mi hermana, mayor.-Lisa sonrío al ver el gran esfuerzo de la chica por hablar su idioma, pero no podía evitar derramar unas lágrimas.
-¿porque, porque estás triste?-Pregunto la rubia acomodando el cabello de la castaña tras su oreja.

-Mi, mi papi acaba de fallecer, y estoy triste porque mi mami está triste.-Dijo la castaña, Rosé seco su lágrima, y se acercó a ella para abrazarla, era una niña que no pensó si estaba bien o no abrazar a una niña que no conocía, solo sabía que esa niña frente a ella estaba triste, y tenía que buscar la manera de consolarla, ninguna de las dos estaba acostumbrada a abrazar a otras personas, pero en ese momento era lo que la castaña necesitaba.

-Lo siento mucho, pero apuesto que tu papi cuidará de ti.-la consoló Rosé, Lisa alzó los hombros y secó sus lágrimas.

-Supongo, mami dijo lo mismo.

-¿Quieres?-Rosé saco de la bolsa de su pantalón unos dulces de gomitas y los extendió a la rubia.

-Si, gracias, hablas muy bien tailandés.-Dijo Lisa con una sonrisa.

-Gracias, quiero aprender a hablar, coreano y tailandés

-¡Oh wow! Suena muy difícil.-Lisa abrió grandes los ojos.

-El coreano no es tan complicado, el tailandés si lo es.-Explico la rubia.

-Entonces espero que logres aprender coreano y tailandés.-Sonrío la castaña y Rosé le devolvió a Lisa, Lisa hizo un mohín y Rosé se burlo de la castaña.

-Pareces un patito.-Dijo tomando sus labios y la castaña le dio un manotazo.

-No, yo no.-Lisa hizo otro mohín.

-Yo, yo me se un poema, espero poder traducirlo.-Lisa asintió recargando su cabeza en sus manos prestando atención.
-Amarillo es el patito.-Dijo señalándola.
-Amarillo es el limon, amarillo es el pollito, ¡que sale del cascarón!-Rose dio un salto simulando al pollito saliendo del cascarón y Lisa comenzó a reír mucho, la rubia había logrado que la triste castaña olvidara todo su pesar por un momento.

-Yo me se uno de ardillas.-Sonrío Lisa y Rosé asintió para que lo dijera.
-La ardilla corre, la ardilla vuela, la ardilla salta como locuela.-Rosé comenzó a reír, parecía más un chiste que un poema.

-¿Y porque de ardillas?-Pregunto Rosé, Lisa alzó los hombros antes de continuar.

-Tu pareces una ardilla.-Rosé no se ofendió, solo sonrío con la castaña.
La madre de la pequeña Lisa vio a su hija, su pequeña era feliz, por un momento había olvidado el dolor, se prometió una cosa, no permitiría que su pequeña la volvería a ver llorar, tomó una su cámara, solo le quedaba una foto.

-Nuestras niñas, se han llevado muy bien, ¿podría tomarles una foto juntas?-Pregunto la señora Chitthip a los padres de Rosé.

-Si, adelante, nosotros también hemos tomado varías fotos quizás su pequeña también salga.-Explicaron los padres de Rosé, ella les sonrió.
-Rosie, ven amor, te tomarán una foto con tu nueva amiguita.-Rosé sonrió y tomó a Lisa de la mano para que les tomaran la foto, Lisa abrazo a Rosé, mientras ambas reían, y la señora tomó la fotografía.

-¿Carreras a la resbaladizas?-Pregunto Rosé cambiando el tema.

-¡Si! 1, 2.-Lisa gritó tres mientras daba largas zancadas arrebazando a la rubia por varios centímetros.

-¡Eso es, trampa, tus piernas son muy largas!-Se quejo la rubia pero aún así intentaba alcanzar a su contrincante, las niñas jugaron, y se divirtieron, los padres de Rosé orgullosos al ver a su pequeña socializando decidieron tomar una foto a lo lejos de su pequeña jugando junto a la castaña, las niñas continuaron en su mundo hasta que sus padres las llamaron para irse, ni siquiera notaron que no se habían ni preguntado sus nombres.




🖤¡Espero que disfruten esta nueva historia!🩷

Destinadas chaelisa (gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora