"Que importa esperarte un ratito, cuando hace más de una vida que nos venimos queriendo encontrar."2012
Rosé tenía quince años, su familia se habían mudado a Nueva Zelanda, la chica de acento australiano había vuelto al lugar donde había nacido, era una chica extrovertida, se le facilitaba hacer amigos, aunque sufría un poco al estar más acostumbrada al clima desértico del país que la había visto crecer.-¡Hola amor!¿a que hora llega tu vuelo?-Saludo emocionada la rubia dejándose caer en su cama con su móvil en la oreja.
-Hola Rosie.-Respondió seca y sin emoción la otra chica al otro lado de la línea.
-¿Que pasa Joy? ¿Todo bien amor?-Pregunto la rubia preocupada jugando con su rulos rubios.
-Rosie, he estado pensando, yo no creo, no creo que esto vaya a funcionar, es decir, tú estás allá, ya no nos veremos, y si conoces a alguien, no quiero que pienses que estás atada a alguien.-Justificaba la pelinegra, Rosé dejaba caer sus lágrimas, no podía creer que la terminaran por teléfono.
-¡Pero Joy, solo estaremos aquí un año, e iremos a la misma universidad, y, tú ibas a venir estas vacaciones!-Rosé hablaba desesperada, y a llanto suelto.
-Rosé, tenemos apenas quince, iremos a la universidad hasta dentro de tres años, y ni siquiera se que carrera estudiar, tú dices que quieres estudiar literatura, pero puedes cambiar de opinión, y mis papás me ofrecieron ir a nueva zelanda o a Hawái, y en esta temporada, estamos en verano Rosie, quiero ir a broncearme, no a congelarme.-Rosé odio a la pelinegra, ¿que clase de persona le rompía el corazón a otra persona de esa manera?
-Tienes razón Joy, que flojera estar contigo que no sabes besar, es mejor besar a un caracol, deja menos baba.-Rosé no le dio oportunidad a la contraria de debatir, cuando había terminado la llamada.
Rosé lloraba fuerte, parecía que el mundo se iba a bajo, la rubia no entendía algo, aunque a esa edad, todo se siente así.-Rosie, ¿que paso cariño?-Alice era la hermana mayor de Rosé con una diferencia de edad de cinco años, a veces parecía más su madre que su hermana.
-Joy, rompió conmigo, la idiota prefirió ir a Hawái que venir a Nueva Zelanda.-Alice hizo una mueca, entendía el sufrimiento de su hermanita, y sabía que hacer exactamente para animarla.
-Joy es una idiota, pero cuando llegue la persona correcta, te darás cuenta porque las otras personas, por más que lo quisieras no debía quedarse, ademas es una idiota ignorante que no sabe que aquí no es solo nieve y frío, ¿Acaso cree que es Alaska o canada?-Dijo indignada la mayor, Rosé sonrió un poco y secó sus lágrimas.
-¡Vayamos al funicular de Wellington!-Ofreció Alice, y la rubia negó.-Pero yo la quiero, y quiero que ella sea la indicada.-Alice vio a su hermana pero no dijo nada.
-Estaré bien Alice, hoy inician las vacaciones, ve a divertirte, necesito estar, sola.-Alice asintió, beso la cabeza de su hermana, estaba en la salida de la habitación cuando se detuvo.-Si quieres, podemos hacer muchas cosas, solo llámame si quieres salir, solo dime que estás bien.
-Si Alice, si lo haré.-Rosé puso los ojos en blanco sonriendo, cuando su hermana salió de casa, pensó que era mejor ir al famoso funicular que estar en casa encerrada deprimida, había hecho amigos en la escuela, pero sabía que su estado de ánimo no era para buscarlos, los adolescentes son egoístas, que solo quieren amigos con los que reír, nadie quiere a una rubia desahogándose y llorando todo el camino.
Rosé subió al funicular, quería estar al final donde no hubiera personas que la vieran derramar lágrimas, al final había una chica con una gorra, decidió irse del lado contrario recargándose en la ventanilla, sus lágrimas caían, cuando un pañuelo apareció frente a ella, se sorprendió al ver a una chica con un color variado de cabello, parecía pelirrojo, castaño, cobrizo, era claro que tenía algo de tiempo sin retocar el color, la chica de ojos grandes, labios gruesos, elevó sus labios en una sonrisa y volvió a mover el pañuelo.-Gracias.-Dijo Rosé aceptando el pañuelo.
-De nada, ¿está, todo bien?-el acento con el que hablaba la delato, ella no era de de la zona.
-Si, gracias.-Respondió Rosé secando sus lágrimas.
-No eres de aquí ¿verdad?-Pregunto la chica colorida.
-No.-La rubia no quería hablar, no se sentía con ganas de contar la vergonzosa historia de como le rompieron el corazón.
-¿Inglaterra? ¿Canada?-Pregunto Lisa, Rosé sonrió y negó.
-Australia, en realidad nací aquí, pero había vivido en Australia desde que usaba pañales.
-¿Tu tampoco eres de aquí verdad?-aunque hablaba bien, era claro que esa chica no era de esa zona.-No, estoy de vacaciones, soy de Tailandia, pero vivo en Corea, mi papi, mi padrastro es un importante chef, y venimos a ver a su familia, y hoy nos volveremos a Corea.-Lisa que hablaba también admiraba el paisaje, aprovechaba cada que le gustaba un escenario para capturarlo en una de esas cámaras que se tenia que llevar a un estudio a revelar.
-Vaya, eso es genial, Tailandia es hermoso, fui allá en unas vacaciones hace muchos años, hace como diez, hablo un poco tailandés.- confeso apenada la rubia.
-¿enserio?-Pregunto Lisa emocionada y Rosé asintió
-Así que hablas tailandés, es un idioma complicado, y lo digo yo, que lo he hablado, quince años.-Rosé por primera vez se rió.
-¿Así que, donde estamos?-Pregunto Lisa emocionada como una turista.-No tengo ni puta idea, solo quería pensar, mi hermana mayor me invitó, le dije que no para estar sola.-Admitio Rosé.
-¡Oh! Lo siento.-Lisa se levantó apenada, pero Rosé extendió su brazo para detenerla.
-No, está bien.-Lisa sonrió a la rubia y se volvió a sentar.
-Es muy bonito aquí.-Lisa capturaba los paisajes con su pequeña cámara desechable, y se felicitaba mentalmente por haber llevado más cámaras.
Aprovecho que la rubia hermosa observaba por la ventana capturo su rostro.-Si que lo es.-Rosé limpio las lagrimas que aun estaban en sus ojos y respiro hondo.
-¿Que te tiene así? Si se puede saber.-Lisa saco unas gomitas y las abrió frente a la rubia y le ofreció una, que gustosa acepto al reconocer la marca, eran unas gomitas de Tailandia que probo cuando era niña.
-Mi ex, ella iba a venir a verme estas vacaciones, pero la muy idiota dijo que prefería broncearse a congelarse.-Lisa hizo una mueca, se imaginaba lo que debía sentir.
-Que imbecil.-Respondió la castaña con un toque de indignación.
-¿Sabes? Dicen que cuando te encuentres a la persona indicada sabrás porque las otras no se quedaron, o algo así.-Rosé sonrió por las palabras de la chica mas alta.-Mi hermana me dijo algo parecido.
🐿️Enserio espero que esta historia les guste, será de 10 capítulos, en 12 horas subiré el próximo capítulo, bonita noche y excelente inicio de semana🐥
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Destinadas chaelisa (gip)
FanfictionRosé y Lisa siempre han estado cercas la una de la otra en las etapas más importantes de sus vidas, se apoyaron y se cuidaron, sin reconocerse, cuando el destino se aburre de separarlas y encontrarlas, las chicas tienen que aceptar su destino. (Hist...