4.Aventuras de juventud

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"Quiero soñarte cada noche, y al despertar ver mi sueño hecho realidad abarcando la mitad de mi cama" A.Ixtepan.

2018

Lisa ya se sentía algo pasada de copas, Rosé no se veía muy diferente, los ojos de ambas rojos por el cansancio y la embriaguez, intentaron avisarse que era momento de partir.

-Deberíamos irnos.-Dijo Lisa intentando susurrar, la música tan fuerte se los impidió, Rosé asintió y salieron del bar.

-¿En donde te estás quedando?

-Estoy aquí cercas, ¿tienes que tener licencia para manejar esto?-Pregunto Lisa señalando su hotel y luego el carrito golf, Rosé sonrió y subió al carrito de golf para echarlo a andar.

-Vamos, te llevaré a tu hotel, creo que también a tu habitación.- Cuando entraron al hotel Rosé ayudaba a al castaña paso a paso.

-Es aquí.-Lisa saco su tarjeta y entró a la habitación, Rosé se iba a retirar, pero Lisa la detuvo suavemente de la mano, Rosé exhalo lentamente, la castaña frente a ella la atraía también, quizás no sería tan malo, culpar al alcohol.
Lisa entendió que la rubia también quería, lentamente camino a ella, como si fuese un ser frágil al que no quería herir.
La castaña cerró la puerta, deseando que la mujer frente a ella no se arrepintiera, y avanzo lentamente, cuando sus labios se tocaron, ambas lo supieron, el beso había sido perfecto, suave, delicado, ambas lenguas bailaban al mismo compás, sus labios parecían reconocerse, aunque nunca se habían tocado, avanzaron a la cama, y comenzaron a quitarse las prendas, la rubia ya desnuda parecía un poco tímida, ambas sintieron que el alcohol habia sido desechado de su cuerpo por la situación en la que se encontraban pero ninguna lo iba arreglar a admitir, Lisa se detuvo en la cremallera de su pantalón, quizás Rosé no lo había notado y se podría asustar al descubrirlo.

-¿Rosé?-Dijo tímida y en un susurro.

-¿Si?-La rubia ya se comenzaba a cubrir sus pechos y su zona íntima al ver a Lisa titubear.

-Yo.-Lisa rasco su cabeza cada vez más indecisa.
-Yo soy intersexual.-Por un momento dudo que la rubia la hubiera escuchado.

-¿Y tienes condones?-Solo eso pregunto, Lisa asintió, y fue al baño por una caja.
-¿Optimista?-Pregunto en broma la rubia al ver la caja.

-Tenia la esperanza en encontrar a una hermosa rubia con un sexy asentó australiano.-Lisa lo dijo con el mismo tono enrollando el látex en su miembro, se acomodo entre las piernas de Rosé y comenzó a entrar lentamente, ambas dieron un ligero grito, nunca habían experimentado algo así.
Lisa sintió la humedad escurriendo entre sus piernas, vio abajo, cuando sacó su miembro de la rubia y se sorprendió de ver un hilo de sangre.

-¿Te he lastimado?-Pregunto preocupada y Rosé solo pudo tornarse completamente roja.

-No, es mi primera vez.-Lisa estaba sentada con su falo completamente erecto, pero en la esquina como cachorro asustado.

-También es la mía.-Respondió Lisa, Rosé se sintió más tranquila, por que no era la única inexperta en ese lugar.

-¿Continuamos?-Pregunto Rosé al ver que Lisa no haría nada.

-¿Estas segura?-Lisa vio a la rubia asentir, avanzó a ella lentamente, como si esperara que en cualquier momento le diría que no, que se alejara, cuando no hizo nada se volvió a acomodar en la entrada de la rubia, buscó de donde apoyarse, y vio directo a los ojos de Rosé, entró lentamente en ella, hasta que estuvo por completo dentro, veía embalsamada los gestos de Rosé,como abra ligeramente los labios y respiraba agitada, sentía como las paredes de la rubia parecían quererla fuera, cuando sintió que comenzó a ser bien recibida.

-¿Lista?-Pregunto Lisa, ni siquiera ella sabía para que debía de estarlo, Rosé asintió jadeando, y la castaña comenzó a moverse, sentía que eso no podía durar mucho, nunca se había sentido así, besaba a la rubia, escuchándola gemir en su oído, escuchó a Rosé casi gritar su nombre, no sabía si había terminado, pero ella estaba segura que eso la llevó a llenar su protección.
Salió de la rubia con su miembro flácido y con asco fue al baño para quitarse el preservativo que parecía estar por caerse cuando su miembro volvió a su normalidad, cuando volvió se encontró a Rosé dormida, en la mitad de su cama, y eso no le molesto, quería tomar una foto en ese momento, era una imagen que nunca querría olvidar

Destinadas chaelisa (gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora