boda

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Chimon comienza a mirar su reflejo en el espejo, casi sin reconocerse debido al delineador negro que rodea sus ojos y los hace parecer más grandes, sus ojos brillan intensamente gracias a las luces artificiales de arriba.


Él sabe que el maquillaje es resistente al agua, gracias a la preparación por parte de Nanon y Gun. Chimon no puede evitar mirar la parte delantera de su torso, a través de las líneas definidas de su traje de tres piezas completamente blanco, los cortes nítidos y los bordes planchados que lo hacen parecer más delgado y anguloso.


Puede sentir que la ansiedad comienza a poseer su cuerpo. Hay un millón de cosas que podrían salir mal el día de hoy, pero hay mil millones de razones para seguir adelante. Chimon se calma un poco cuando ve a Ohm en el espejo, de espaldas a él mientras arregla el moño negro del traje de Nanon.


Ohm se gira una vez que está arreglado y le sonríe.


— Todo va a salir bien. — Le asegura a Chimon, lanzándole una mirada a Nanon cuando el hombre no le presta atención.


Chimon sonríe, sintiendo cómo desaparecen sus últimas preocupaciones y dudas. Le da una sonrisa a su madre cuando entra, con un bote de gel para el cabello en la mano.


— Gracias, mamá. — Suspira, relajándose en sus manos mientras ella masajea un poco del producto en su cabello y lo peina.


— No es nada. — Le dice con una mirada serena.


Ohm se escabulle de la habitación y Nanon lo sigue con la mirada durante un segundo hasta que siente los ojos de Chimon sobre él y se sonroja como un niño al que han atrapado con las manos en la masa.


— Ya está, todo listo. — La Sra. Wachirawit sonríe, da un paso atrás y hace un gesto a su hijo para que se levante.


La Sra. le da unos ajustes de último momento a la corbata y el traje de su hijo, asiente, contenta con el resultado.


— Estás muy guapo, Chimon. — Le acaricia la mejilla con la mano antes de reírse de los dos debido a que acumulan lágrimas en los ojos. — No vale la pena llorar. Toma. — Saca rápidamente un pañuelo de la nada y se lo entrega para que se limpie las lágrimas no derramadas.


Es entonces cuando se da cuenta de lo vacía que está la habitación desde que se fue Nanon. Lo que solía ser una habitación abarrotada por media docena de chicos ahora está casi vacía, solo hay dos personas. Suspira, obligándose a calmarse.


Es entonces cuando oye el chirrido de la puerta al abrirse, las viejas bisagras protestando por el movimiento. Levanta la cabeza y ve entrar a Gun con una enorme sonrisa.


— Ya es hora, Chimon.


— ¿Ya? — Pregunta y da un profundo suspiro, mientras sus miedos intentan apoderarse de él de nuevo.


Con el asentimiento de Gun, se abrocha el botón de su saco antes de seguir a su mayor y a su madre fuera de la habitación. Cuando llega al pasillo, puede oír el comienzo de una multitud charlando cerca de él y su padre le mira de arriba abajo una vez con una sonrisa orgullosa.

marriage ━ perthchimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora