♡゙ : 𝐆𝐎𝐋𝐃 𝐀𝐍𝐃 𝐒𝐈𝐋𝐕𝐄𝐑, bc [+18] 𓈒 🖋️ ¡!

(🍸) ━━ 14 : like a (sugar) daddy, pt 2

—Creo que está es perfecta para tu hermana —Sentenció la pelinegra señalando a Chris una pulsera de oro con tres dijes sobre las cadenas, una cámara fotográfica, una pluma y un periódico enrrollado. El mayor se acercó a ella y chifló con sorpresa.

—Esto es demasiado perfecto para ella —Aceptó él y luego miró al hombre que atendía el lugar, era un hombre ya pasado de sus cincuenta, pero bien parecido, vestía un un conjunto elegante, pero casual y daba un aire de ser una persona amable. —¿Tendrá esta pulsera en plata?

—Permitame revisar —El hombre desapareció en la puerta detrás de él que lo llevaba a una habitación con más piezas y en su lugar salió un joven a vigilar las piezas de exhibición.

—¿Qué tienes contra el oro? —Heena arqueó una ceja fingiendo indignación frente al mayor.

Chan rió y la tomó de ambas manos para apegarla a él y dejar un beso en su mejilla. —No tengo nada en contra de él, pero los Bang solo usamos plata.

Heena recordó todas las alajerías que le había visto portar a Chris, desde los anillos y relojes hasta los piercings del labio y la oreja, todo era de plata, pero no creyó que se remotara a una tradición familiar.

—¿Incluso cuando se casan? —Preguntó ella ahora con genuina curiosidad y él asintió.

—Sí, incluso cuando se casan, los anillos de boda de mis padres lo demuestran —Chris desbloqueó su teléfono y buscó una foto donde se veían un pareja de señores desayunando en algún lugar paradisíaco, sus manos entrelazadas sobre la mesa dejaban relucir unos anillos plateados a juego cargados con mucho orgullo y amor.

—Tus padres son muy guapos —Dijo la menor observando las facciones de la pareja. —Y se nota lo mucho que se aman.

—Son el primer amor del otro y a pesar de todo el tiempo que llevan juntos siguen tratándose como una pareja de recién casados.

—Debió ser lindo crecer en un ambiente familiar tan lindo y puro —Aseguró Heena con melancolía en su voz. —La plata los representa muy bien, representa la pureza en su esplendor.

Los músculos de los brazos con los que Chris tenía abrazada a Heena se tensaron a su alrededor y una sensación extraña se instaló en el cuerpo de la menor.

—¿Dije algo malo?

—No, preciosa —Chris la tomó por las mejillas para dejar un beso corto sobre sus labios haciéndolo el primero del día. —Solo me halaga que creas en mí como alguien puro.

—¿Vas a comenzar de nuevo con tus palabras de doble sentido Bang Christopher? —Murmuró Heena divertida.

—No, señorita Hwang —Espetó con sorna Chris. —Por supuesto que no.

El hombre regresó de la habitación con una pequeña caja de madera en manos y ambos se separaron para dirigir su atención a la pieza que el hombre sacaba del pequeño cubo.