♡゙ : 𝐆𝐎𝐋𝐃 𝐀𝐍𝐃 𝐒𝐈𝐋𝐕𝐄𝐑, bc [+18] 𓈒 🖋️ ¡!

(🍸) ━━ O9 : dinner, after sex

Heena dejó el libro que estaba leyendo sobre su mesita de noche y se revolvió en su cama frustrada, estaba claro que Chris no tenía idea de lo que su pequeña hermana leía, pues lo que le había dado a la pelinegra no eran solamente libros juveniles, sino romance erótico. Realmente Heena no tenía problema con leer ese tipo de libros, solían tener algo de comedia entre sus páginas y hacían la lectura más ligera, pero el hecho de que se imaginara al protagonista masculino como su profesor de inglés la tenía sumamente jodida y excitada.

En una de las escena eróticas del libro retrataban al chico como un tipo de sexo vainilla y Heena realmente se decepcionó, pero poco a poco fue cambiando su actitud en la cama a tal punto en qué tuvo que hacer uso de su fuerza de voluntad para no gemir y chillar con la protagonista. Fue entonces que se preguntó si Chris era del tipo vainilla o del tipo rudo, si tomaría el control completo en la cama o se dejaría dominar, usualmente era Heena quien tomaba el control en el sexo embelesando a los hombres con sus movimientos, pero con el Chris había notado en ella misma cierta sumisión de la cual no iba a admitir jamás frente a otra persona. Heena sintió su cara arder mientras rememoraba todos los escenarios eróticos del libro que estaba leyendo en donde suplantaba a los protagonistas por su profesor y ella misma sin descaro alguno.

Apretó las piernas y se restregó sobre su cama en un intento de calmar el calor que brotaba en su sexo, sintió la humedad expandirse en ellas e inevitablemente una de sus manos viajó por debajo de sus shorts y ropa interior hasta su centro donde lentamente comenzó a repartir caricias. Un gemido ahogado escapó de sus labios y agradeció estar sola en casa porque no se molestó en ponerle el seguro a su puerta antes de empezar a darse placer ella misma. Se imaginó a Bang siendo el que le brindaba caricias con sus largos dedos, quien ingresaba su dedo medio y anular dentro de ella y comenzaba a embestirla con esos ojos lujuriosos con los que siempre la miraba a ella y solo a ella. Lo imaginó halagando su cuerpo con esa voz grave que usaba cuando se excitaba mientras se sacaba la ropa haciéndola perder la cordura.

Pero no era suficiente, Hwang Heena necesitaba más de Bang Christopher.

Desconectó rápidamente el teléfono de su sitio de carga y buscó entre sus contactos el número que el mayor le había dado para localizarlo cuando tuviera dudas de las asesorías, pero ambos sabían que ese no era el uso que le darían a ese número. Picó el icono verde para iniciar una llamada y se lo llevó impaciente a su oreja para esperar a por una respuesta por parte del australiano. Después del tercer timbre, la llamada fue tomada, un gruñido se escuchó al otro lado de la línea derritiendo aún más los sentidos de la pelinegra.

—¿Sí? —Murmuró Chan con la voz ronca, parecía somnoliento aún.

—¿Te desperté? —Preguntó ella con la voz más estable que pudo entonar.

—Heena —Su nombre en los labios del castaño siempre iban a ser sus sonidos favoritos. —Sí, me estaba quedando dormido ¿Qué pasa? ¿Tienes dudas de la guía?