♡゙ : 𝐆𝐎𝐋𝐃 𝐀𝐍𝐃 𝐒𝐈𝐋𝐕𝐄𝐑, bc [+18] 𓈒 🖋️ ¡!

(🍸) ━━ 11 : breakfasts and dresses

Ocho de la mañana, la poca luz que se colaba por los tragaluces del techo de Bang le brindaron a Heena un despertar ameno junto al despertar del sol, aunque tal vez ella hubiera preferido despertar en los brazos de cierto hombre con tendencias a desaparecer. La pelinegra miraba al otro lado de la cama dándole la espalda a Chan, pero aún así se dio cuenta de que el mayor no se encontraba en cama al despertar.

Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz, se puso de pie y enseguida se percató de la ropa doblada sobre la mesa de noche, era una camisa y un par de boxers del propio Christopher, supuso que había dejado ahí las prendas para ella y las tomó para luego dirigirse a la bañera. Se dió una ducha rápida con agua tibia, se enfocó en lavar bien su abundante cabello negro y en limpiar su rostro del poco maquillaje que le quedaba de la noche anterior.

Una vez con la ropa puesta y el cabello desenredado, salió a pasos silenciosos de la habitación en busca de la presencia del dueño del departamento, no fue difícil encontrarlo, se encontraba en lo que parecía una llamada telefónica así que pudo distinguir su voz en el pasillo con dirección a la cocina. Se asomó levemente para no interrumpir a Chris sabiendo que no podía dar señales de que estuviera con él y sólo se dedicó a escuchar un poco de la conversación.

—No te preocupes, en una semana debo ir para allá unos días —Informó con un tono demasiado suave e informal para ser un socio, supuso entonces que hablaba con algún familiar. —Te avisaré, tranquila. Te amo.

Apenas colgó, Heena hizo acto de presencia, no se molestó en fingir que acababa de llegar, pero tampoco mensionó algo de la llamada.

—Buenos días —Chris giró en su dirección y sonrió al examinarla con su ropa puesta, creyó que el vestido de la noche anterior había sido la prenda más sexy que le había visto a la menor, pero se equivocaba, verla con su camisa que en ella parecía un batón tres tallas más grande a la suya lo hizo despertar la maldita erección matutina que se había bajado con una ducha fría unas horas atrás.

—Joder, quiero follarte ahora mismo en mi sofá —Jadeó acercándose a ella con mirada hambrienta, la pelinegra dejó que el hombre la apretujara entre sus fornidos brazos mientras magullaba su trasero apenas cubierto por unos boxers igual demasiado grandes para ella con sus grandes manos, Heena gimió gustosa con el tacto y dejó que Chan subiera sus manos por dentro de la camisa a lo largo de su espalda hasta llegar a su nuca donde la tomó con fuerza y luego la besó como si no la hubiera visto en años. Ella respondió a sus besos igual de deseosa y desesperada, pasó una de sus manos por el creciente bulto vestido en los pants de Bang haciéndolo gruñir sobre sus labios.

Los labios de Heena se curvearom en una sonrisa cuando se separó de Chris y comenzó a bajar lentamente frente al mayor hasta estar de rodillas frente a él. Buscó su mirada desde abajo y cuando la tuvo conectada a la suya, se encargó de enganchar los dedos a cada extremo del pants y la ropa interior de Chris y bajo su atenta mirada comenzó a deslizarla hacia abajo hasta liberar la polla de su amante, dejó la ropa hasta el nivel de las rodillas de Bang y solo entonces dejó de hacer contacto visual con él para concentrarse en la parte de él que exigía más de su atención. Dejó un beso en la punta del glande ya húmedo de presemen y probó su sabor salado al tiempo que le robaba un quejido al australiano.