HERIDAS

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Comenzaron en secundaria no era un juego, tampoco para llamar la tención, era para que mi cuerpo fuera diferente.

Era para que mi cuerpo fuera horrible, para que nadie lo tocará para que nadie le hiciera daño.

Cada que se creaban la sangre en ellas  se veía mejor, cada que no podía dormir abría de nuevo las rascaba una y otra vez y hacia que nunca mejorarán.

Dormía poco y comía mucho me sentía gorda y poco a poco la comida dejo de sentirse agradable.

Dejo de sentirse saciable y poco a poco sientes que ya no nesecitas más de ello, deje de comer.

Deje de hacerlo durante mucho tiempo tanto que me dio anemia poco a poco, mi cuerpo termino de deformarse me cubrí de acné y dormía las de lo necesario, cada parte de mi estaba cansada cada parte de mi dejo de sentir algo más que solo rutina.

Comencé a trabajar y después solo era levantarse ir a la escuela,  trabajar y dormir otra vez pero mantenía ocupada a mi cabeza, podía pensar en muchas otras cosas como el intentar volver a respirar dentro de mi burbuja.

Aunque siguió cada que lloraba sin razón,cada que me decaia ya no era por mi cuerpo era por mi era para respirar mientras me ahogaba para sentir dolor en cualquier otro lado.

Y apesar de no hacerlo consiente se vuelve así se vuelve una droga que te llena de aire una vez que estás ahogado.

Aligerar el dolor dentro y lo somete a otro lado, aunque deja una marca que te recuerda, te recuerda el dolor y el porque, te recuerda que puedes dejarlo pero vuelves a recaer lo llamas de esa forma.

Recaídas una y otra vez

EL CALOR DE LA LLUVIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora