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"Nuestra luz era celestial"

  Aún recuerdo los días bellos de nuestra relación, éramos una pareja sin problemas aparentes, nuestra relación iba tan bien...

-Jimin, ya no quiero estar contigo, me dejaste de gustar - dije con frivolidad y mirando la televisión mientras él miraba mi rostro con una cara imposible de describir, pero en realidad, es que hace días Jimin me había hecho tener un ataque de ansiedad en la noche cuando yo estaba en casa de mamá y él con la suya, dónde hizo algo que yo no pude evitar.

-Yoongi, déjate de estupideces, ¿Quieres? - respondió con brusquedad, pero en el fondo, sabía que estaba que queria romperse en llanto, pero no importaba si mi estabilidad estaba en juego o eso quise creer. - Bien, está bien, ¿Qué quieres que cambie?

-¿Qué?, ¿Cambiar?, Park, mientras tú no te ames, yo no puedo amarte, deja de proponer estupideces como esas que solo te hacen daño, no está bien, no puedes cambiar por mi, no deberías decir eso. - le mire a la cara con total sorpresa en mis ojos, ni siquiera me cabía tanta sorpresa que solo pude tratar de no llorar por lo dicho.

-Quiero que estemos bien... Cómo antes. - dijiste, que por un momento yo casi caigo en esas tan bellas y sencillas palabras, pero eso no fue suficiente para querer regresar al antes.

. . .

-Mimi, te amo, te amo tanto que no sé que hacer sin ti...- el palido acariciaba el dorso de la mano del chico que ahora se encontraba abajo de su cuerpo, estaba ensimismado con esa apariencia suave y tranquila.

-Tambien te amo, Gigi, eres tan dulce. - por primera vez en la vida del jóven pálido probaba un rol sexual distinto y fue un tanto incómodo, pero no quería dejar de lado la satisfacción de su pareja, estuvo hablando el tiempo suficiente con su amiga Jennie al respecto sobre la dominación en la cama, Jimin quería ser el de abajo y él quería hacerlo feliz.

-Tú lo eres más, mi amor.

   Que buenos tiempos aquellos,  ¿no?

. . .

-Lo mejor para estar como antes... Es no estar juntos, Jiminie, yo ya no puedo ayudarte con tus problemas, siempre tengo miedo de que te suicides y yo no pueda evitarlo...- mi garganta ardía por contener el llanto, al final tuve que retirarme de la habitación para ir al baño y llamar a mi amiga, en esos momentos de crisis, necesitaba un apoyo moral, mínimo. - Jennie, ya le dije que quiero terminar, pero me duele muchísimo, Nini, me duele mucho terminar con él, quiero pedirle que me abrace y no me suelte nunca, realmente no puedo.

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-Dios.- se lamento un buen rato mientras el más bajito estaba en el baño, se levantó de la cama y busco en los cajones algún cúter, navaja o algo, volviendo a lesionarse con aquella navaja, sin poder evitar sentir un gran alivio, se dejó caer en la cama nuevamente mientras escuchaba a Yoongi romperse en llanto al verlo en la cama después de que saliera del baño.

-¡Jimin, Jimin, basta, basta! - Yoongi tomo una toalla rápidamente del baño y trato de presionar suavemente sobre la herida, buscando con la mayor rapidez que le ofrecía su cuerpo un botiquín de urgencias, limpiando como pudo la herida y colocando un algodón con alcohol para evitar una infección, buscando algo más para desinfectar tal herida, sin embargo; no encontro más que solo vendas, sin más que hacer, envolvió la muñeca en la venda con cuidado de no lastimar a Jimin.

-Me siento tan mal, dices las cosas tan fríamente que parece no importarte si me muero en tu ausencia. - Jimin se negaba a mirar a Yoongi quién solo se mordía las uñas.

-Es que ya no estamos bien juntos, Mimi, por favor... Por favor perdóname. - tomo su mano con delicadeza y la beso tratando de curar alguna herida con aquel beso, sin embargo, Jimin estaba más roto en el interior que en el exterior, ese beso solo significaba nada para una herida tan gigante como lo era la del más joven.

-Esto no es mi culpa, para nada es mi culpa, yo no provoque esto, yo sé que no es mi culpa.- renegó el chico tendido en la cama y el otro solo hipeaba dándole total razón con el cargo de peso y culpa sobre sus hombros.

-No Jimin, no es tu culpa, es mi culpa, es todo mi culpa.- siguió acariciando la mano ajena y la soltó para poder irse de ahí, estando seguro de que todo estaría bien si él se iba.

-Espero algún día recordarte como la persona que me hizo crecer y mejorar como persona, enseñándome cosas nuevas y auténticas...


-No quiero volver a verte, lárgate maldito enfermo, quiero que te vayas a la mierda. - Yoongi gritaba con furia acumulada en su pecho, estaba pasando el peor día de su vida, confrontar la última gota que derramaba el vaso, sin embargo, todo aquello se detuvo al notar el repentino cambio de humor de Jimin, una expresión tan molesta habia cambiado a algo tan suave y casi lastimoso.

-Mis pocas ganas de vivir, se están yendo contigo, Min Yoongi.- y entonces todo se apagó, la mente se le nublo a Min y sus ojos se pusieron vidriosos, no podía pensar más allá de lo que escucho.

   «¿Llegué demasiado lejos, debería parar?, pero ya termino nuestra relación, esto no está bien, necesito irme, ¿Por qué no puedo moverme, por qué ahora quiero abrazarlo?»

   Sin poder evitar verse envuelto en sus pensamientos y emociones, beso los labios de Jimin con brusquedad, buscando la respuesta de una crisis existencial actual, quería entender lo que quería, sin saber que estaba por lastimar a alguien que podía estallar.

  Ese día, durante toda la madrugada, se besaron hasta que la ropa empezó a desaparecer entre las sábanas de la habitación de aquel motel, no había duda alguna de que Yoongi había tomado la peor decisión, sin embargo, no pudo evitar volver a esos brazos que le profesaban amor sin sentido y límites.

-N-No estoy seguro de esto, Jimin... ¿Está mal todo esto?, yo no quiero que mis amigos y los tuyos se enojen porque tomamos decisiones sin sentido, ¿Podemos solo ser amantes está noche y volver a lo de siempre? - Jimin con la frente aperlada asintió, esa noche Jimin hizo que Yoongi recordará su nombre con mucho cuidado.

   Ninguno de los dos se vio a la cara porque ambos lloraron mientras sus manos se encontraron en cada movimiento salvaje de las caderas de Jimin, esperando que el amanecer nunca llegara.

  Al ser las 7 am, Min se levantó de la cama con cuidado, buscando su ropa con rapidez, listo para irse de ahí, no quería volver a cometer una estupidez, huyendo en silencio, fue que llegó a casa de Jennie, buscando aclarar la mente y también dejar de tomar decisiones precipitadas por no saber soltar a Jimin, quien solo lo estaba lastimando y viceversa.

-Mierda, Yoongi, ¿Cómo se te ocurrió tal idiotez, por qué hiciste algo como eso? ¿Estás estúpido? - Yoon solo mordía sus labios tratando de pensar en una solución óptima a tal problema gigante.

-Hay algo que me impide soltarlo, Nini, no puedo hacerlo tan fácilmente, es que, me da miedo dejarlo solo y yo... Siento que no puedo avanzar sin él, realmente lo necesito. - y nuevamente aquel escudo se rompía frente a su mejor amiga, la cual se levantó de su cómoda cama para caminar rápido hacia su mejor amigo y lo abrazo.

-Todo estará bien, Gigi, tranquilo, ya, basta de llorar. -

-Me duele mucho el corazón, de una manera que no puedo explicar, siento que voy a vomitarlo de un golpe brutal por el dolor insoportable que es como; mil puñetazos en el estómago... Soy tan idiota.

  Ese día, inicio una gran guerra entre dos personas que se juraron amor eterno, dónde las palabras más dolorosas saldrían a la luz con la intención de lastimar hasta morir a cualquiera que pudiera recibirlas.

A Pearl. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora