A Pearl.

010

"Tienes control de toda mi estabilidad"

Era increíble, saber que aquel chico de mejillas rosadas que sabía del dolor tanto como yo, con aquellas manos lastimadas empujaba mi cuerpo frágil hacia un lago profundo, lleno de recuerdos ajenos a la realidad, donde en pequeños fragmentos de recuerdos nos juramos amor eterno, sin saber; que ahora con mi cuerpo destrozado, seguiría creyendo que yo me caí y él con sus dulces labios me diría: "¿Estás bien?". Y es que, Jimin susurraba "te amo" con los labios como nadie en la vida, pero Yoongi susurraba "te amo" con cada latido de su ingenuo corazón. Porque una persona lastimada, lastimara a la persona que quiere salvarla.

-Buenos días, Gigi, ¿Cómo dormiste?- la chica que dormía cómodamente en su cama, se enderezaba lentamente para mirar hacia el suelo, dónde Yoongi imitaba la misma acción, al ver las muy obvias ojeras de su mejor amigo y su nariz roja, ella rápidamente se agacho a donde él.

-No pude dormir... Otra vez.

Era el segundo día después de haber tenido una última vez con Jimin, y aún así no podía dormir sin tener pesadillas, estaba asustado, no podía pensar en nada más que no fuera en Jimin herido.

◇

-Jimin, ya basta, deja de lanzar cosas a lo imbécil, es obvio que sucedería, están confundidos, lo más natural era que ambos terminarán o peor, que no terminarán, pero siguieran sin ser felices. - Namjoon trataba de calmar el humor de su ex y actualmente amigo, era una situación difícil y lo trataba de entender, sin embargo; no entendía la necesidad de ambos chicos de seguir jugando con sus sentimientos.

-Basta nada, él me usó, me hizo creer que me amaba y luego me abandono, ¿eso es justo, Namjoon? - Jimin empezó a jalar sus cabellos en desesperación, hasta que Nam tomo sus manos para controlar sus impulsos, sabía que el novio de su ex novio estaba actuando mal, pero también sabía cómo era Jimin.

Bzzz bzzz.

-¡Debe ser él, contesta! - el moreno tomo el celular de su amigo y contesto rápidamente la llamada, escuchando la voz ronca y rasposa del ahora ex novio de su amigo, suspiro pesadamente tratando de no hacer notar quien era o de lo contrario, podía malinterpretarse.

-Hola... Jimin, yo, lamento haber actuado así, yo solamente quería decirte que anhelo que pronto te sientas bien y puedas mejorar...- Nam alejo el móvil de su oreja para ponerlo en altavoz, así Jimin escucharía - No tiene caso buscar un culpable ahora, pero tampoco tiene caso culparse uno mismo, las relaciones vienen y van y es algo totalmente normal, tú no eres tu familia, eres mejor que eso, ten fuerza y levántate como me haz enseñado, gracias por todo, adiós.

Beep beep.

- ¿Qué? Mierda, él ya no va a volver, Namjoon, necesito que me pases mi celular. - las manos de Jimin fueron más rápidas que la capacidad física de Nam, le había quitado el celular, Park mando un mensaje a Min, quien al verlo, solo pensó en una cosa «solucionar el problema»

◇

Pasaron unos cuantos días pero Yoongi ya no salía de su habitación, sentía que cada que su pie tocaba el pavimento, Jimin estaba ahí espiando, esperando a verlo para molestarlo, y es que, no exageraba, Jimin más de una vez lo quiso fastidiar después de terminar.

Llegaba a su límite, realmente llegaba a su límite y no quería debatir más temas con nadie, tomando valor agarro las llaves de su casa y se despidió de su madre que solo estaba concentrada en su llamada telefónica, Yoongi salió con prisa y empezó a caminar.

Sentía tanta ansiedad, su corazón no dejaba de latir, tuvo que parar al solamente doblar la esquina, se dejó caer al suelo para llorar fuertemente.

-¡Ya déjame en paz, maldito! - Yoongi sentía tanta desesperación, no quería estar ahí, ni siquiera quería salir, no quiso hacer daño a nadie, no quería que su ex novio le diera tanto miedo.

Pero cuando recordaba los viejos tiempos, solo pensaba en la sonrisa brillante de Jimin, aquella que varias veces vió y lo hizo sonreír devuelta, era atrayente, era magia en una persona, era un cuento de hadas.

Al notar aquello, se levantó del suelo para empezar a correr con todas las fuerzas de sus débiles piernas, llegando a dónde vivía su mejor amiga, golpeó la puerta y la madre de su amiga Jennie le recibió, entro a la casa con cuidado de no molestar a nadie, al llegar a la habitación de su amiga, tocó la puerta, ella abrió y sonrió al verlo, dejándolo entrar.

-¿Qué sucede, amiguito?- Min trato de sonreír y Nini lo miro fijamente, «¿Qué hice mal?» - Okey, espera, no sonrías, no debes fingir estar bien conmigo presente, te conozco, te estás desmoronando, hey... no... - Jennie tuvo que ponerse de apoyo para Min quien al verse expuesto se dejó caer débilmente sobre su amiga, dejando que cada gota amarga y sin sentido hiciera un recorrido.

-¡Dile que pare, Jennie, ya no puedo salir de casa! ¡Dile que ya!- Jennie lo abrazo con cuidado, sabía que ese no era su amigo, era alguien vulnerable que dejaba caer su máscara.

-¡Él me dijo que se iba a matar si me iba, Jennie, se va a matar por mi culpa! ¡Ya no puedo más, se va a morir por mi culpa! - las palabras ahogadas de su amigo solo pudieron hacerle notar que Min realmente estaba sometido a una manipulación tan poderosa para alguien con un complejo de salvador absurdo.

◇

"¿Sabes lo horrible que es depender de alguien?"

Jimin recordaba las palabras de la amiga de Yoongi, quien lo enfrento con palabras amables y comprensivas, mientras Min destrozaba sus muslos con sus cortas uñas, esperando no haber visto a su mejor amiga brindando apoyo a su ex.

-¡AAAAAAH! - grito el pálido mientras su cuerpo herido y débil caía al suelo frío, en una habitación llena de cajas y una manta en el suelo, se iba a mudar y estaba solo en ese momento, nadie escucharía sus llantos de niño pequeño, al menos no un humano, pero su gatita lo miraba fijamente.

"¿Sabes qué, Min?, estoy cansada, siempre esperas que esté para ti, pero también la estoy pasando mal, deja de ser tan egoísta"

Aquellas palabras, tan poco reales, tan poco amables, tan duras...

Solo se estaba desahogando su mejor amiga y tuvo que interrumpir su conversación con un comentario estúpido, pero no pudo evitarlo, hace días sentía que su mejor amiga lo había traicionado al extenderle la mano a su ex novio manipulador, y no había como reparar el daño.

"Yo nunca me retracto de algo que digo sinceramente, Min, lo siento, pero es lo que pienso, eres patético y un egoísta".

Las uñas dejaron de estar filosas para la piel quemada de Min, quien al tener un momento de confusión y miedo, lo único que penso fue en superar el dolor del corazón con un dolor físico, tomo un respiro y sintió como las lagrimas de sus mejillas se secaban y ya dejaban de salir.

"Estás teniendo un bloqueo emocional, Gigi, es normal, acabas de ver el brazo herido de tu novio, cálmate".

Aún recuerdo tu muñeca herida gracias a la navaja que guardabas como tu tesoro, aquellas marcas que dejaste para que cuando quisiera huir de tu mundo, tú pudieras atraerme con tu lindo diamante rubí, no tenía miedo de que fuera adictivo de ver, tenía miedo de que ese diamante perforara cada uno de tus sentidos y no pudieras volver a ver la luz del sol.

Aún apesar de mi esfuerzo por mantener tus muñecas limpias, aquellas no dejaban de tener un rojo intenso, tan intenso que lo mareaba...

-Hay que hablar, Park.